Pero, si llegarais a cometer un error, os pido que no destruyáis al niño, ayudaos mutuamente a querer y a aceptar a ese niño que aún no ha nacido. No lo matéis, porque un error no se borra con un crimen. La vida del fruto de ese amor pertenece a Dios, y vosotros tenéis que protegerla, amarla y cuidarla. Porque ese niño ha sido creado a imagen y semejanza de Dios y es un regalo de Dios.
Madre Teresa de Calcuta.
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