JORNADA DE LA FAMILIA 2009.
1/6. FORMAR LA LIBERTAD EN LA FAMILIA. LA VOCACIÓN AL AMOR.
El amor es “la vocación fundamental e innata de todo ser humano”. Esta es la verdad que orienta y da sentido a una educación humana integral que se vería extraordinariamente empobrecida si se “limitara a proporcionar nociones e informaciones dejando a un lado la gran pregunta acerca de la verdad, especialmente de la que puede servir de guía en la vida”.
Esta vocación al amor tiene como fin la libre entrega a otra persona para construir con ella una comunión de personas. La educación, por lo tanto, está orientada a formar a la persona para que sea capaz de vivir la expresión plena de la libertad: entregar la propia vida con el don sincero de sí misma, a imagen de la donación plena que Jesucristo hace permanentemente a la Iglesia.
El lugar propio y más fundamental donde la persona recibe esta educación es la familia. En el clima de confianza propio del hogar, los hijos reciben la experiencia fundamental de ser amados, y son instruidos de modo natural para aprender el significado de la verdad y del bien en sus distintas manifestaciones que les abren a una vida social.
Esta vocación al amor tiene como fin la libre entrega a otra persona para construir con ella una comunión de personas. La educación, por lo tanto, está orientada a formar a la persona para que sea capaz de vivir la expresión plena de la libertad: entregar la propia vida con el don sincero de sí misma, a imagen de la donación plena que Jesucristo hace permanentemente a la Iglesia.
El lugar propio y más fundamental donde la persona recibe esta educación es la familia. En el clima de confianza propio del hogar, los hijos reciben la experiencia fundamental de ser amados, y son instruidos de modo natural para aprender el significado de la verdad y del bien en sus distintas manifestaciones que les abren a una vida social.
FUENTE: SUBCOMISION PARA LA FAMILIA Y LA DEFENSA DE LA VIDA. CEE.
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