lunes, 25 de octubre de 2010

VIGILIA DE ORACION POR LA VIDA. MEDITACIÓN DE LOS MISTERIOS GOZOSOS.


VIGILIA DE ORACION POR LA VIDA NACIENTE.
Este es un esquema básico de una Vigilia de Oración por la Vida del que se puede seleccionar lo que más convenga y que en función del tiempo litúrgico o el momento en que se utiliza puede enriquecerse con cantos, símbolos, testimonios...
La vigilia puede celebrarse comenzando con la Exposición del Santísimo y el rezo de las vísperas o el Santo Rosario y concluyendo la oración con la bendición del Santísimo.
SALUDO Y BIENVENIDA.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo....
Si el que preside la Vigilia es un ministro ordenado, dice:
El Señor esté con vosotros
MONICION I
Nos reunimos para celebrar, junto a toda la Iglesia, una Vigilia por la vida naciente, hoy que comenzamos el Adviento y nos preparamos para celebrar el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Escribía Juan Pablo II que “en cada niño que nace y en cada hombre que vive y que muere reconocemos la imagen de la gloria de Dios, gloria que celebramos en cada hombre, signo del Dios vivo, icono de Jesucristo”, de ahí la necesidad de agradecer al Señor que, con el don total de si mismo, ha dado sentido y valor a toda vida humana y para invocar su protección sobre cada ser humano llamado a la existencia.
MONICION II
En esta Vigilia de oración por la vida queremos dirigir nuestra mirada a Jesucristo, el Hijo de la Virgen, reconociendo en Él la proximidad y la cercanía de nuestro Dios. Queremos celebrar el Evangelio de la vida, la Vida que es la luz de los hombres. Queremos que esta luz disipe las tinieblas del egoísmo, del pecado, de la idolatría, para que, en toda vida humana, sepamos ver la huella de Dios que, a través de su Hijo, y por la acción de su Espíritu, sigue creando todos los bienes, los santifica, los llena de vida, los bendice y los reparte entre nosotros.
Que Santa María, Madre de los Vivientes, interceda por nosotros ante su Hijo para que seamos servidores de la vida y testigos de la sobreabundancia del amor de Dios.
CANTO
-Meditación de los Misterios Gozosos del Señor
A continuación se van rezando los cinco Misterios siguiendo un mismo esquema:
REZO DEL SANTO ROSARIO.
Señor, ábreme los labios
Y mi boca proclamará tu alabanza.
Dios mío, ven en mi auxilio
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Enunciado del misterio: para conducir la imaginación y el espíritu hacia aquel determinado momento de la vida de Cristo o de la Virgen.
Escucha de la Palabra de Dios: es útil que siga el enunciado la proclamación del pasaje bíblico correspondiente.
El silencio: breve pausa después de escuchar la Palabra de Dios, para concentrar el espíritu en el contenido de un determinado misterio.
El Padrenuestro: Jesús nos introduce en la intimidad de Dios nuestro Padre y nos hace hermanos suyos y entre nosotros.
Las diez Avemarías: Entre la primera y la segunda parte de cada Avemaría está el nombre de Jesús, el único nombre del cual podemos esperar la salvación.
PADRENUESTRO: Padre nuestro, que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos de mal. Amén.
AVEMARÍA: Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruego por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Primer misterio: La Encarnación del Hijo de Dios.
(Lo pueden rezar unos padres que esperen un hijo).
“Vas a dar a luz un Hijo a quien pondrás por nombre Jesús.
María contestó: He aquí la esclava del Señor. Hágase en mi según tú palabra.”
(Lc 1, 26-38)
Segundo misterio: La Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel.
(Lo puede rezar un niño enfermo con sus padres).
“Cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno. Isabel exclamó: ¡Bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!”
(Lc 1, 39-45)
Tercer misterio: El nacimiento del Hijo de Dios.
(Lo puede rezar una familia completa)
María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre”
(Lc 2, 1-19)
Cuarto misterio: La Presentación del Niño Jesús en el Templo.
(Lo pueden rezar unos abuelos con nietos)
“Llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor”.
(Lc 2, 22-35)
Quinto misterio: El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo
(Lo pueden rezar unos educadores)
“Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, en medio de los maestros, escuchándole y haciéndole preguntas”.
(Lc. 2, 41-50).
Terminada la contemplación de los Misterios Gozosos se procede a concluir la Vigilia con la Bendición y Reserva del Santísimo Sacramento.
ORACION.
Oh María,
aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira, Madre, el número inmenso
de niños a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas
de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia
o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo
como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo
con solícita constancia, para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.

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