“La familia es “Iglesia doméstica” cuando en ella puede reconocerse a Cristo como el centro de la vida familiar, como el que configura y sostiene las relaciones entre los miembros de la familia. Se crece “viendo”. Los niños se educan y aprenden a comprenderse a sí mismos y a la vida a la luz de lo que ven a su alrededor. Por ello, hay que repetir una y otra vez que educar, para una familia cristiana, no es tanto transmitir “principios” o “valores” como mostrar en la vida cotidiana que para esa familia, para esos padres y esposos, Cristo es lo más querido en la vida, el bien más precioso, porque es la garantía de su amor y de su esperanza”.
Javier Martínez, Arzobispo de Granada
“La familia, una pequeña Iglesia; la Iglesia, una gran familia”
De la Carta Pastoral del día de la Iglesia Diocesana
5 de noviembre de 2006
“La familia, una pequeña Iglesia; la Iglesia, una gran familia”
De la Carta Pastoral del día de la Iglesia Diocesana
5 de noviembre de 2006
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