LA CUARESMA EN FAMILIA
PRIMER DOMINGO DE CUARESMA
“Amar a todos”
Cuando amamos, nunca podemos darnos por satisfechos, pues siempre podemos hacerrlo mejor, y mucho más si nos consideramos cristianos, amigos de Jesús, que nos enseño a amar como nadie lo ha hecho, El, que era el Amor; por eso su mandamiento del amor “no es un mandamiento por así decir impuesto desde fuera, sino una consecuencia que se desprende de su fe, la cual actúa por la caridad”.
Sus palabras nos animaban a vivir en nuestra familia, el primer propósito que para esta Cuaresma nos hemos propuesto: “Amar a todos”, sin excluir a nadie.
Este primer punto de los seis puntos del arte de amar cristiano se lo oímos por primera vez a Chiara Lubich, ella hablaba de que amar es un arte, en el sentido de que es preciso saber amar. Decía que cuando hablábamos de amar al hermano, no podía darse como algo descontado, algo que ya sabíamos, sino que hay que estrenarse en el amor, porque es algo muy articulado. Chiara habla del amor verdadero, del amor que nos enseña Jesús, y Jesús nos enseña a amar como Dios ama. Ella va describiendo los puntos de este amor, que es un amor verdadero y concreto, que no está hecho solo de palabras y sentimientos y que lleva al amor recíproco, que “es la ley del cielo, y esta puede imprimir en la relación de los hombres la misma dinámica de la vida de la Trinidad, y esto puede cambiar el mundo”
Decía el Santo Padre que: “«La fe nos muestra a Dios que nos ha dado a su Hijo y así suscita en nosotros la firme certeza de que realmente es verdad que Dios es amor... La fe, que hace tomar conciencia del amor de Dios revelado en el corazón traspasado de Jesús en la cruz, suscita a su vez el amor. El amor es una luz -en el fondo la única- que ilumina constantemente a un mundo oscuro y nos da la fuerza para vivir y actuar» (ib., 39). Todo esto nos lleva a comprender que la principal actitud característica de los cristianos es precisamente «el amor fundado en la fe y plasmado por ella»
¿Cómo vivir entonces este primer domingo de cuaresma?
Siguiendo con el arte de amar como nos lo explica Chiara, en otra ocasión nos decía como le había impresionado un texto de San Buenaventura que había leído. Un pensamiento que provocó en ella “un deseo grande de ponerlo en práctica junto a todos nosotros. ¿Acaso no tenemos que hacernos santos juntos? Se trata de la afirmación de un santo que, en cuanto a vías para llegar a Dios, es un entendido. Con audacia asegura que una persona progresa espiritualmente mucho más en cuarenta días, no deteniéndose en el valle de las imperfecciones y de los pecados veniales, que quien en cuarenta años se detiene. ¿Es bonito, verdad?”, nos decía.
Pero volviendo a nuestra casa, a nuestra vida de familia ¿cómo vivir la caridad como vínculo de perfección?. Puede parecer simple, pero ¿cómo progresar en cuarenta días, lo mismo que en cuarenta años?. Dice el Santo Padre en su mensaje "El amor es una luz -en el fondo la única- que ilumina constantemente a un mundo oscuro y nos da la fuerza para vivir y actuar".
Entonces amemos, hagamos en casa un campeonato de amor. Pongámonos manos a la obra, y después nos contamos como nos va.
Es un arte y supone un entrenamiento ¿Por dónde empezar? Por nuestra casa, por nuestra comunidad.
Sí, en casa, desde la mañana, porque así empezamos bien el día. En casa, a veces es donde más cuesta, en las reuniones, en el trabajo, en la tienda... cuando volvamos a casa, tal vez perdamos la paciencia, el control... ¿Y entonces, adiós al amor recíproco? No, volvamos a empezar.
No podemos olvidar que lo importante es amar: amar a todos.
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Interesante propuesta para vivir la cuaresma esta reflexión sobre el amor, cuando una de las tentaciones más frecuentes que tenemos hoy es la de no amar. Porque no siempre es fácil amar, a veces es muy difícil y requiere un gran esfuerzo para vencer la tentación del egoísmo, de la comodidad, del cansancio, del ya está bien. Realmente el “no amar” nos lleva a la autodestrucción. Y solo el amor puede llevar a este mundo hacia Dios, a la fraternidad universal. Y como decía esa amiga que tenemos en común, hablando de la humanidad “Después de miles de años de historia que han experimentado los frutos de la violencia y el odio, tenemos todo el derecho de pedir que la humanidad de hoy comienzan a experimentar lo que podría ser el fruto del amor."
ResponderEliminarFJHM, Granada