Granada es una ciudad afortunada, pues
celebra el Corpus uno de los jueves que brillan más que el sol, y en casa hablamos
del jueves del Corpus, es afortunada pues lo festeja el jueves y lo vuelve a
celebrar el domingo, junto con toda la Iglesia, ese día Cáritas Granada nos recuerda
que es el día de la Caridad, este año bajo el lema “JUNTOS ESCRIBIMOS LA
HISTORIA. VIVE SENCILLAMENTE Y OTRO MODELO DE CONVIVENCIA NOS HARÁ FELICES”.
Nos parece un lema muy en sintonía con este
momento particular que estamos viviendo, en el que muchas familias, muchas
personas están sufriendo la lacra del paro,
y sencillamente no pueden vivir .Quizás se pueda decir más fuerte, pero
no más claro: “Vive se
ncillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir”. En la página de “Cáritas Granada” podéis encontrar todo el material de la compaña, con mucho material para niños y para jóvenes para trabajar y sensibilizar, que puede dar mucho juego en casa, pues además de actividades hay bellos relatos que abrirán muchos los ojos a todos, los de la cara y los del corazón.
ncillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir”. En la página de “Cáritas Granada” podéis encontrar todo el material de la compaña, con mucho material para niños y para jóvenes para trabajar y sensibilizar, que puede dar mucho juego en casa, pues además de actividades hay bellos relatos que abrirán muchos los ojos a todos, los de la cara y los del corazón.
Escribe D. Alfonso Marín, Delegado Diocesano de Cáritas, en la carta de esta campaña, como no podemos olvidar la oración, una oración que nace “de un corazón que ama, que hace suyo el sufrimiento del hermano. Una oración imbuida de una certeza: a Dios le importan nuestras cosas, le duelen nuestras lágrimas, le alegran nuestras alegrías”… “Hay cosas que ponen triste a Dios hasta el estremo de verle llorar. Jesús llora por la muerte de su amigo Lázaro, llora por Jerusalén. ¿Por qué se indigna Jesús, porqué llora? La respuesta es bien fácil: Jesús se indigna por la falta de fe, por la hipocresía, por la mentira y la injusticia. Jesús llora porque nos ama y no soporta vernos sufrir. Es este amor el que le llevó a la muerte, “No hay más amor más grande que el del que da la vida por sus amigos”.
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