EL
PAPA EN SANTA MARTA ADVIERTE DE LAS “PALABRAS CRISTIANAS SIN CRISTO”
Quien pronuncia
palabras cristianas sin Cristo, o sea sin ponerlas en práctica, se hace mal a
sí mismo y a los otros, porque está vencido por el orgullo, y causa división
también en la Iglesia: es en resumen lo que dijo el Papa Francisco la mañana
del jueves, durante la Misa en la Capilla de la Casa de Santa Marta.
Escuchar y poner en práctica la palabra del
Señor es como construir la casa sobre la roca. El Papa Francisco explicó la
parábola evangélica propuesta por la liturgia del día. Jesús reprendía a los
fariseos el conocer los mandamientos pero no realizarlos en sus vidas: “son
palabras buenas”, pero si no son puestas en práctica “no solamente no sirven,
sino que hacen mal: nos engañan, nos hacen creer que tenemos una bella casa,
pero sin fundamento”. Una casa que no está construida sobre la roca:
“Esta figura de la roca se refiere al Señor.
Isaías, en la Primera Lectura, lo dice: ‘¡Confíen en el Señor para siempre,
porque el Señor es una Roca eterna!’. ¡La roca es Jesucristo! ¡La roca es el
Señor! Una palabra es fuerte, da vida, puede ir adelante, puede tolerar todos
los ataques, si esta palabra tiene sus raíces en Jesucristo. Una palabra
cristiana que no tiene sus raíces vitales, en la vida de una persona, en
Jesucristo, ¡es una palabra cristiana sin Cristo! y las palabras cristianas sin
Cristo ¡engañan, hacen mal! Un escritor inglés, una vez, hablando de las
herejías decía que una herejía es una verdad, una palabra, una verdad, que se
ha convertido en una locura. Cuando las palabras cristianas son palabras sin
Cristo comienzan a recorrer el camino de la locura”.
Es una locura -explicó el Santo Padre- que
hace volverse soberbios: “Una palabra cristiana sin Cristo te conduce a la
vanidad, a la seguridad de ti mismo, al orgullo, al poder por el poder. Y el
Señor derriba a estas personas. Esta es una constante en la historia de la
Salvación. Lo dice Ana, la mamá de Samuel; lo dice María en el Magnificat: el
Señor derriba la vanidad, el orgullo de aquellas personas que se creen ser de
roca. Estas personas que solamente van detrás de una palabra, pero sin
Jesucristo: una palabra cristiana cierto, pero sin Jesucristo, sin la relación
con Jesucristo, sin la oración con Jesucristo, sin el servicio a Jesucristo,
sin el amor a Jesucristo. Esto es lo que hoy nos dice el Señor: construir
nuestra vida sobre esta roca y la roca es Él”.
“Nos hará bien un
examen de conciencia - afirmó el Obispo de Roma- para entender “como son
nuestras palabras”, si son palabras “que creen ser poderosas”, capaces “de
darnos la salvación”, o si “son palabras con Jesucristo”: “Me refiero a las
palabras cristianas, porque cuando no está Jesucristo también esto crea
división entre nosotros, hace la división en la Iglesia.
Pedir al Señor la gracia de ayudarnos en la humildad, que tenemos que tener siempre, de decir palabras cristianas en Jesucristo, no sin Jesucristo. Con esta humildad de ser discípulos salvados y de ir adelante no con palabras que, por creerse poderosas, terminan en la locura de la vanidad, en la locura del orgullo. ¡Que el Señor nos de esta gracia de la humildad de decir palabras con Jesucristo, fundadas sobre Jesucristo
Pedir al Señor la gracia de ayudarnos en la humildad, que tenemos que tener siempre, de decir palabras cristianas en Jesucristo, no sin Jesucristo. Con esta humildad de ser discípulos salvados y de ir adelante no con palabras que, por creerse poderosas, terminan en la locura de la vanidad, en la locura del orgullo. ¡Que el Señor nos de esta gracia de la humildad de decir palabras con Jesucristo, fundadas sobre Jesucristo
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