Texto
completo del Papa en el Ángelus. Reza por Ucrania y por Cocò, un niño de tres
años asesinado y pide la conversión de los culpables. Dos niños de Acción
Católica, junto al Papa, lanzan dos palomas símbolo de la paz
Al finalizar la
oración, un niño y una niña pertenecientes a dos parroquias romanas, desde el
apartamento pontificio, han leído un mensaje en nombre de ACR de Roma y
han liberado desde la ventana a dos palomas.
Estas son las palabras
del Papa antes de la oración mariana:
Queridos hermanos y
hermanas, ¡buenos días!
el Evangelio de este
domingo cuenta los inicios de la vida pública de Jesús en las ciudades y en los
pueblos de Galilea. Su misión no sale de Jerusalén, es decir del centro
religioso, social y político, sino de una zona periférica, despreciada por los
judíos más observadores, con motivo de la presencia en esa región de diferentes
poblaciones extranjeras; por esto el profeta Isaías indica como "Galilea
de las gentes".
Es una tierra de
frontera, un zona de tránsito donde se encuentran personas de diferentes razas,
culturas y religiones. Galilea se convierte así en un lugar simbólico de
apertura del Evangelio a todos los pueblos. Desde este punto de vista, Galilea se
asemeja al mundo de hoy: coexistencia de diversas culturas, necesidad de
comparación y necesidad de encuentro. También nosotros estamos inmersos cada
día en una "Galilea de las gentes", y en este tipo de contexto
podemos asustarnos y ceder a la tentación de construir recintos para estar más
seguros, más protegidos. Pero Jesús nos enseña que la Buena Noticia que Él trae
no está reservada a una parte de la humanidad, es para comunicar a todos. Es un
feliz anuncio destinado a cuantos lo esperan, pero también a cuantos quizá no
esperan nada más y no tienen ni siquiera la fuerza para buscar y preguntar.
Partiendo de Galilea,
Jesús nos enseña que ninguno está excluido de la salvación de Dios, es más, que
Dios prefiere partir de la periferia, de los últimos, para alcanzar a todos.
Nos enseña un método, su método, que expresa el contenido, es decir la
misericordia del Padre. "Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál
es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar esta
llamada. ¿Y cuál es la llamada? Salir de la propia comodidad y atreverse a
llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio".
(Esort. ap. Evangelii gaudium, 20).
Jesús comienza su
misión no solo desde un lugar descentrado, si no también con hombres que se les
diría de "bajo perfil". Para elegir a sus primeros discípulos y
futuros apóstoles, no se dirige a las escuelas de los escribas o de los
doctores de la Ley, sino a las personas humildes y a las personas sencillas,
que se preparan con empeño a la llegada del Reino de Dios. Jesús va a llamarles
allí donde trabajan, sobre la orilla del lago: son pescadores. Les llama, y
ellos le siguen, enseguida. Dejan las redes y van con Él: su vida se convertirá
en una aventura extraordinaria y fascinante.
Queridos amigos y
amigas, ¡el Señor llama también hoy! El Señor pasa por los caminos de nuestra
vida cotidiana; también hoy, en este momento, aquí, el Señor, pasa por la
plaza. Nos llama a ir con Él, a trabajar con Él por el Reino de Dios, en las
“Galileas” de nuestros tiempos. Cada uno de vosotros que piense: el Señor pasa
hoy, el Señor me mira, ¡me está mirando! ¿Qué me dice el Señor? Y si alguno de
vosotros oye que el Señor le dice: “sígueme”, sea valiente, vaya con Él; Él no
decepciona jamás. Escuchad en visestro corazón si el Señor os llama a seguirlo.
¡Dejemos alcanzarnos por su mirada, por su voz, y sigámoslo! “Para que la
alegría del Evangelio llegue hasta a los confines de la tierra y ninguna
periferia se prive de su luz”.
Tras la oración del
Ángelus, el Santo Padre ha dicho:
Ahora, veis que no
estoy solo, estoy en compañía de dos de vosotros que han subido aquí. ¡Son
buenos estos dos!
Se celebra hoy la
Jornada Mundial de los enfermos de lepra. Esta enfermedad, aún estando en
receso, lamentablemente afecta todavía a muchas personas en condiciones de
grave miseria. Es importante mantener viva la solidaridad con estos hermanos y
hermanas. A ellos aseguramos nuestra oración, y rezamos también por todos
aquellos que les asisten y, en diferentes formas, se comprometen a derrotar
esta enfermedad.
Estoy cerca con la
oración a Ucrania, en particular a cuantos han perdido la vida en estos días y
a sus familias. Deseo que se desarrolle un diálogo constructivo entre las
instituciones y la sociedad civil y, evitando todo recurso y acción violenta,
prevalezcan en el corazón de cada uno ¡el espíritu de la paz y la búsqueda del
bien común!
Hoy hay muchos niños en
la plaza, muchos. Pero también quiesiera, con ellos, dirigir un pensamiento a
Cocò Campolongo que a los tres años ha sido quemado en el coche en Cassano allo
Jonio. Esta furia sobre un niño tan pequeño parece no tener precedentes en la
historia de la criminalidad. Rezamos con Cocò que seguro está con Jesús en el
cielo. Por las personas que han hecho este crimen para que se arrepientan y se
conviertan al Señor.
En los próximos días,
millones de personas, que viven en Extremo Oriente y repartidos en varias
partes del mundo, entre los cuales chinos, coreanos y vietnamitas, celebran el
fin de año lunar. A todos ellos les deseo una existencia llena de alegría y de
esperanza. El anhelo que no se puede suprimir a la fraternidad, que alberga en
su corazón, encuentre en la intimidad de la familia el lugar privilegiado donde
pueda ser descubierto, educado y realizado. Será esta una preciosa contribución
a la construcción de un mundo más humano, en el que reina la paz.
Ayer, en Nápoles, se ha
proclamado beata María Cristina de Savoya, que vivió en la primera mitad del
siglo XIX, reina de las dos Sicilias. Mujer de profunda espiritualidad y de
gran humildad, supo hacerse cargo de los sufrimientos de su pueblo,
convirtiéndose en verdadera madre de los pobres. Su extraordinario ejemplo de
caridad testimonia que la vida buena del Evangelio es posible en cualquier
ambiente y condición social.
Saludo con afecto a
todos vosotros, queridos peregrinos venidos de diferente parroquias de Italia y
de otros países, como también a las asociaciones, grupos escolares y otros. En
particular, saludo a los estudiantes de Cuenca (España) y las chicas de Panamá.
Saludo a los fieles de Caltanissetta, Priolo Gargallo, San Severino Marche y
San Giuliano Milanese, y los ex alumnos de la escuela de Minoprio. Quisiera
también expresar mi cercanía a la población que ha sufrido inundadaciones en
Emilia.
¡Me diirijo ahora a los
chicos y chicas de Acción Católica de la Diócesis de Roma! Queridos jóvenes,
también esto año, acompañados del cardenal vicario, habéis venido numerosos al
finalizar vuestra "Caravana de la Paz". ¡Os doy las gracias! ¡Os doy
muchas gracias! Escuchamos ahora el mensaje que vuestro amigos aquí junto a mí,
no leerán".
Al finalizar la
lectura, los dos niños junto al Papa han lanzado las dos palomas como símbolo
de la paz.
Para concluir, el Santo
Padre ha deseado a todos un buen domingo y buena comida.
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