El
Santo Padre ha lavado y besado los pies de doce pacientes de un Centro de
discapacitados en Roma
El Santo Padre ha
lavado los pies a 12 personas que sufren discapacidad, en la tarde de este
Jueves Santo. El lugar elegido por el Papa ha sido el Centro para personas
discapacitadas "Santa María de la Providencia" de la Fundación Don
Carlo Gnocchi donde ha celebrado a las 17.30 la misa in Coena Domini, que
conmemora la Última Cena y el lavatorio de pies de Jesús a los 12 apóstoles. Ya
como cardenal, Bergoglio tenía costumbre de celebrar la misa del Jueves Santo
en una cárcel, un hospital o una residencia para pobres o marginados.
Una multitud de fieles
ha recibido a Francisco con gran entusiasmo a la entrada de la iglesia, con los
que se ha detenido para bendecirles e intercambiar unas breves palabras. Ya
dentro, también ha saludado a las personas que se encontraban a ambos lados del
pasillo central. En la celebración han participado los pacientes, acompañados
por sus familiares, trabajadores, voluntarios y el personal responsable del
Centro. La celebración ha estado animada por guitarras e instrumentos de
percusión, y el coro en el que cantaban algunos de los pacientes de "Santa
María de la Providencia".
En una breve e
improvisada homilía, el Santo Padre ha hablado del gesto de Jesús de lavar los
pies como la herencia que nos ha dejado. Francisco ha recordado que Jesús
"es Dios y se ha hecho siervo, servidor nuestro y esta es la
herencia" y ha indicado que "también vosotros debéis ser servidores
los unos de los otros". Asimismo, ha añadido que Jesús "ha hecho este
camino por amor y también vosotros debéis amaros y ser servidores en el
amor". El Papa ha recordado que Jesús hace este gesto de lavar los pies,
"que es simbólico, lo hacían los esclavos, los siervos a los
comensales". Jesús -ha indicado- "hace un trabajo, un servicio de
esclavo, de siervo. Y esto lo deja como herencia entre nosotros". Por
ello, ha observado, "debemos ser servidores los unos de los otros".
Francisco ha añadido que
en este día que la Iglesia conmemora la Última Cena, "también hace en la
ceremonia este gesto de lavar los pies que nos recuerda que debemos ser siervos
unos de otros".
Para finalizar, el
Santo Padre ha explicado que a continuación él iba a hacer ese gesto, pero ha
invitado a todos a pensar en el corazón "en los otros", "en el
amor que Jesús nos dice que debemos tener con los otros y pensar también cómo
podemos servir mejor a las otras personas porque así lo ha querido Jesús de
nosotros".
Al finalizar estas
palabras, el Santo Padre se ha acercado a los doce pacientes discapacitados del
Centro. Arrodillado, con dulzura y ternura, Francisco ha vertido agua en un pie
de cada uno de ellos, lo ha secado y besado.
Los doce pacientes del Centro de la Fundación Don Gnocchi
con discapacidad, algunos temporal y otros crónica, tenían entre 16 y 86 años.
Entre ellos había 3 extranjeros -uno de ellos de religión musulmana- y los
demás de nacionalidad italiana.
Al finalizar la
eucaristía, el Santo Padre ha llevado las formas consagradas al Sagrario y ha
rezado allí unos instantes.
El primer Papa que
visitó la Fundación Don Gnochhi fue Pablo VI en 1963. También estuvo allí Juan
Pablo II, que lo hizo en 1990. Además, en el Vaticano y Castel Gandolfo, Pío
XII, Juan XXIII y Benedicto XVI, recibieron en distintas ocasiones delegaciones
y grupos de la Fundación.
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