sábado, 7 de junio de 2014

EL VATICANO SE PREPARA PARA UN ENCUENTRO ESPECIAL ESTE DOMINGO DE PENTECOSTÉS. LA CASA DEL SANTO PADRE -TAL Y COMO ÉL INDICÓ EN SU RECIENTE VIAJE A TIERRA SANTA- ACOGERÁ A LOS PRESIDENTES DE ISRAEL, SHIMON PERES, Y DE PALESTINA, MAHMOUD ABBAS, PARA REZAR POR LA PAZ.

Los dos presidentes llegan al Vaticano el domingo con 15-20 minutos de diferencia. Uno llegará en torno a las 18.15 y otro a las 18.30. El Papa les recibirá en la entrada de la Casa Santa Marta, y tendrá un breve coloquio con cada uno de ellos por separado. Lo ha explicado hoy el director de la Sala de Prensa del Vaticano, padre Federico Lombardi, en conferencia de prensa junto con el padre Pierbattista Pizzaballa, Custodio de Tierra Santa, para ofrecer detalles sobre el desarrollo de la celebración.
Estará presente en la oración también el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, que llega este sábado a Roma. El domingo por la mañana Bartolomé celebrará la solemnidad de Pentecostés en la iglesia de San Teodoro al Palatino, que la diócesis de Roma puso a disposición de la comunidad greco-ortodoxa.
El Santo Padre y los dos presidentes se encuentran en el hall de Santa Marta y se une a ellos el patriarca. Salen de Santa Marta y se dirigen juntos en coche hacia el lugar de la celebración. El lugar elegido es un espacio situado dentro del Vaticano, entre la Casina Pío IV y la zona de los Museos Vaticanos. El coche se detendrá cerca del lugar y harán juntos a pie un breve recorrido hasta llegar a sus sillas.
El inicio del encuentro de oración por la paz está previsto a las 19.00, con una apertura musical. En una breve introducción en inglés se explicará el desarrollo del encuentro. La oración tendrá tres momentos y una conclusión. Siguiendo un "orden cronológico", el primer momento será dedicado al judaísmo, el segundo al cristianismo y el tercero al Islam. En cada uno de ellos, habrá tiempo dedicado a la oración y a la música. En la parte conclusiva interviene el Santo Padre y hace su invocación a la paz. A continuación, invitará a ambos presidentes a que ellos hagan también esta invocación. En primer lugar lo hará el presidente Peres y seguidamente el presidente Abbas. Las intervenciones serán seguidas de un apretón de manos como gesto de paz, con la participación también del patriarca ecuménico. Para cerrar este momento, el Papa acompañará a los dos presidentes a plantar un olivo.

Al concluir la celebración, los cuatro permanecerán uno junto a otro y pasarán las delegaciones para saludares. A continuación se dirigirán a la Casina Pío IV para un encuentro privado entre ellos. Finalmente los dos presidentes dejarán el Vaticano mientras que el patriarca y el Santo Padre volverán a Santa Marta.
El sentido de este encuentro "es un momento de invocación y oración para pedir la paz". Se considera una "pausa de la política", ha aclarado el padre Pizzaballa.
Por otro lado, observa que no hay que esperar que después de este encuentro llegue la paz a Tierra Santa, pero sí puede ser considerado un gesto fuerte. "La paz no se hace solo en los salones de la política, también fuera", afirma.
El Custodio indica que la oración que se realizará este domingo tiene la misma estructura en el tiempo dedicado a cada religión. Para las tres habrá una oración por la creación, una oración de petición de perdón y una oración por la paz. También habrá lecturas de Textos Sagrados de cada religión, así como oraciones escritas a propósito para la ocasión.
La intervención de los presidentes son invocaciones a la paz, no discursos; ha especificado el padre Pizzaballa. Asimismo, matiza que "no es una oración interreligiosa. Es un encuentro de invocación a la paz de los pueblos israelí y palestino". Además, hay transparencia absoluta: todos saben lo que dirán los otros.
No hay listas completas de delegaciones, están aún definiéndose. Pero afirman que no serán más de 15-20 personas cada delegación. Sí está confirmada la presencia del rabino Abraham Skorka y el líder musulmán Omar Abboud, amigos de Francisco con quienes protagonizó el  abrazo en el muro de las lamentaciones en el reciente viaje a Tierra Santa.  Por otro lado, el Custodio ha matizado que no se puede hacer un acto litúrgico como tal común de las distintas religiones. Es una invocación a la paz,  y "no se reza juntos, sino que se está juntos para rezar", ha afirmado.



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