Entrevista al profesor de
pastoral familiar Pérez Soba,
del Instituto Juan Pablo
II
El sínodo extraordinario de los obispos sobre matrimonio y familia
convocado por el papa Francisco en el Vaticano del 5 al 19 de octubre de 2014,
se ha preparado mediante un documento de sondeo con 38 preguntas sobre cómo los
fieles viven su fe. El tema ha despertado muchas expectativas. ZENIT entrevistó
al profesor de Pastoral Familiar del Instituto Juan Pablo II en la universidad
Lateranense, Juan José Pérez Soba que sobre el sínodo. El profesor español
consideró que los frutos del mismo dependerán mucho del enfoque que se le dé.
No está de acuerdo con la relación del cardenal Kasper porque se centra
prácticamente en un solo punto, los divorciados y vueltos a casar, y porque a
partir de datos parciales propone una tesis ya rechazada diversas veces por el
dicasterio de la Doctrina de la Fe y la Familiaris Consortio. “Si se quiere una
normativa nueva sobre problemas concretos, como los divorciados y vueltos a
casar el riesgo es dividir, si se enfoca el tema en su conjunto, favoreciendo
el conocimiento de la pastoral familiar a los sacerdotes y los matrimonios, las
esperanzas son muchas”, indicó Pérez Soba. A continuación la entrevista.
¿Por qué el Santo Padre ha
convocado este sínodo sobre la familia?
Prof. Pérez Soba: El papa
Francisco una vez que ha visto el conjunto de lo que es su pontificado ha
querido dar una prioridad ahora al tema de la familia. Se ha concretado el
desafío de la familia en el contexto de la evangelización. En ese sentido se
unen dos cosas: la familia como recurso para la nueva evangelización, como lo
ha destacado en el sínodo de la nueva evangelización; y ahora se pone también
el acento sobre los desafíos.
Al poner los desafíos, la
secretaría del sínodo envió la encuesta sobre el tema para tener un
conocimiento general
Prof. Pérez Soba: una
encuesta que ha sido recibida de maneras muy distintas porque la encuesta es
muy heterogénea, no sabemos que resultados podrán salir visto que había datos
muy diversos que no es fácil homologar, pero sí se ha creado una cierta
expectativa, también muy diversa según los distintos lugares.
¿A que punto está la encuesta?
Prof. Pérez Soba: El
material ya debería haber llegado si bien puede aún llegar algo más. Los datos
se han recibido y ahora una comisión de expertos de la secretaría del sínodo va
a preparar una ponencia que saldrá en mayo que será el documento básico cuyos
datos utilizará el sínodo. Era una encuesta compleja ya que tomaba una
perspectiva más centrada sobre los problemas que en la evangelización. Por lo
tanto dependerá mucho de cómo las personas que preparan el sínodo insertar los
datos dentro de la problemática de la nueva evangelización, porque
contrariamente se perdería la unidad del tema.
¿Qué desafíos se pone el sínodo?
Prof. Pérez Soba: La Iglesia
no puede pretender resolver todos los problemas de las familias, mientras
evangelizar sí se puede pues es la misión que Cristo le ha confiado. No se
trata de resolver todos los problemas sino de llevar luz. La primacía del
evangelio de la familia sobre los problemas es necesaria. Sobre el evangelio de
la familia tenemos la aportación muy importante de Juan Pablo II, la toma de
conciencia del papel de familia en la Iglesia.
¿Antes no había esta conciencia
sobre la familia?
Prof. Pérez Soba:
Ciertamente no, el tema del matrimonio ahora está mucho más en el centro de la
Iglesia y su valor sacramental se reconoce mucho más. Muchas veces quienes se
casan no saben qué es un matrimonio y no saben por qué es un sacramento.
Ven a la Iglesia como a quien llena de leyes pero no ven cómo el matrimonio
procede de la gracia. Juan Pablo II tomó un gran empeño para ello pero aún no
ha sido suficientemente recibido por parte de la Iglesia y ciertamente si el
sínodo ayudara a esto sería un aporte enorme.
El cardenal Kasper levantó una
serie de problemáticas y algunos ya sacaron conclusiones
Prof. Pérez Soba: Hubo una
relación de Kasper en el consistorio y me parece desenfocada en el sentido de
que está centrada solamente en un tema; el tema de los divorciados y vueltos a
casar, que ocupa más del 30 por ciento de la relación. Y que su propuesta
se ha de valorar negativamente.
¿Más que negativa, limitada?
Prof. Pérez Soba: Creo
que la valoración en su conjunto ha de ser negativa, en el sentido de que
presentó una propuesta que ya había sido presentada en el año 1978, cuando el
teólogo Kasper escribe un libro sobre la familia, propuesta que fue rechazada
por el magisterio dos veces, primero con la Familiaris Consortio, y luego en el
año 1993 se produce una propuesta realizada por los obispos de Alta Renania,
que firma el mismo cardenal Kasper y que es rechazada por el dicasterio de la
Doctrina de la Fe.
¿Qué se decía en esta propuesta?
Prof. Pérez Soba: En ella se
decía que podía comulgar la persona que en conciencia consideraba que su
matrimonio había sido nulo. En el año 1994 Doctrina de la Fe saca un documento
en el cual dice que no basta un acto subjetivo de conciencia porque el
matrimonio es un acto público. Y el cardenal Kasper no hace referencia a esto
en esta relación, y el modo de plantearlo me parece inadecuado, porque acaba
omitiendo datos esenciales. Y por ello ha tenido mucha contestación. Es casi lo
mismo que presentaba en 'La teología del matrimonio', que, cuando habla de la
indisolubilidad, se preocupa sobre todo por abrir la posibilidad de la comunión
de los divorciados vueltos a casar.
Los datos patrísticos que ofrece, por ejemplo son sólo aquellos que
tienen que ver con una cierta tolerancia y los interpreta de una manera
incorrecta. Lo que dice el canon octavo del Concilio de Nicea, se refiere
solamente a los viudos, y en cambio él lo interpreta sin ninguna
distinción.
¿Qué datos no estarían bien
interpretados, qué dice el Concilio de Nicea?
Prof. Pérez Soba: Los
'novacianos' que eran los rigoristas de la época rechazaban la penitencia de
los que habían sido apóstatas y las segundas nupcias del viudo. El canon octavo
del Concilio de Nicea pone los elementos mínimos para que puedan ser
readmitidos en la Iglesia católica, por lo que deben aceptar a los viudos que
se han casado una segunda vez ya los apóstatas arrepentidos.
En cambio Kasper por dos veces hace referencia en su relación y a partir de allí dice a una frase que es absolutamente exagerada: 'que existía en muchas Iglesias la práctica consuetudinaria' de la tolerancia con los divorciados vueltos a casar. Y no es cierto, hay muy pocas referencias, prácticamente solamente las que él cita. En verdad el único testimonio es el de san Basilio, uno solo, y una Iglesia que se estaba formando, y sólo en casos muy concretos. Y querer sacar de un texto una práctica nueva para la Iglesia actual no tiene sentido. Y el modo de hacerlo me parece muy impropio, especialmente en un consistorio. Gracias a Dios ha tenido una contestación muy grande entre los cardenales.
En cambio Kasper por dos veces hace referencia en su relación y a partir de allí dice a una frase que es absolutamente exagerada: 'que existía en muchas Iglesias la práctica consuetudinaria' de la tolerancia con los divorciados vueltos a casar. Y no es cierto, hay muy pocas referencias, prácticamente solamente las que él cita. En verdad el único testimonio es el de san Basilio, uno solo, y una Iglesia que se estaba formando, y sólo en casos muy concretos. Y querer sacar de un texto una práctica nueva para la Iglesia actual no tiene sentido. Y el modo de hacerlo me parece muy impropio, especialmente en un consistorio. Gracias a Dios ha tenido una contestación muy grande entre los cardenales.
Una serie de expectativas se
abrieron, ¿se espera más de lo que puede haber?
Prof. Pérez Soba: Depende
mucho de los lugares, de los medios de comunicación y de los obispos de las
diócesis. Hace pocas semanas, se realizó el Pontifico Instituto Juan Pablo II
en la universidad Lateranense un congreso sobre Juan Pablo II el papa de la
familia, en la que hubieron tres relaciones muy claras, una sobre la familia en
Brasil, otra sobre una pastoral malabar, y la tercera sobre Nigeria, y sin
necesidad de tratar para nada el tema de los divorciados y vueltos a
casar. Se habló sobre la Familiaris consortio, se reconoce que desde
entonces alguna cosa ha cambiado, como después de la Conferencia de El Cairo y
la aparición de la teoría del género que ha cambiado la legislación en algunos
países. Y esto hace necesario actualizarla pero en lo que se responde a un
debate cultural y no a un problema concreto.
¿Qué frutos se esperan del sínodo
sobre la familia?
Prof. Pérez Soba: Dependerá
mucho de cómo se oriente. Si se orienta sobre un problema concreto habrá poco
fruto. Pero hay muchas cosas que pueden mejorar, porque existe una ignorancia
bastante generalizada de los sacerdotes sobre la pastoral familiar, no saben
qué significa ni como hacerla. Y es necesario entender el desafío una cultura
pansexualista. La Iglesia siempre ha respondido a los diversos desafíos.
Las familias entran en crisis en
los primeros cinco o siete años...
Prof. Pérez Soba: La
Familiaris consortio dice estupendamente que hay tres tiempos de pastoral
previos al matrimonio: la preparación, celebración y acompañamiento. La
preparación es muy imperfecta porque ésta debe partir desde la infancia, con
una preparación afectivo sexual que hoy casi no existe. Después hay que
acompañar a los novios con un itinerario de fe, y luego es la preparación
inmediata, pero con la carencia de todo lo anterior puede resultar que la
persona se case mal preparada. Algunos se casan con mentalidad adolescente y
con una idea romántica.
Cualquier pobre en cualquier lugar del mundo saben dónde acudir: a la
Iglesia, un matrimonio con problemas no lo sabe. Y hablar de resolver las cosas
posteriormente me parece un desenfoque total.
El papa Francisco con mucho criterio dice que la Iglesia es un hospital
de campo. Nos hallamos ante una epidemia, es necesario atacar el foco, que es
la cultura pansexualista, para proteger a las personas de infeccionarse. Si se
hace un enfoque evangelizador y global puede dar muchos frutos, si se concentra
todo en un concreto puede dividir a la Iglesia, se intentará un cambio de
normas cuando el problema central es la formación de las personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario