Actualizamos esta entrada que recoge una entrevista de Monseñor Paglia sobre el individualismo, uno de los mayores desafios que tiene no solo la familia, sino la misma persona.
Poco antes de comenzar el Sínodo, el presidente del dicasterio de la familia explica porqué el individualismo pone en riesgo el compuesto matrimonio-familia-vida
Ciudad del Vaticano, 02 de
octubre de 2014
Faltan tan solo tres días para
que de comienzo en el Vaticano el Sínodo extraordinario de los Obispos dedicado
a la familia. Durante dos semanas, se discutirá y compartirá sobre los desafíos
a los que se enfrenta hoy en día la pastoral familiar. Monseñor Vincenzo
Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, señaló hoy en
una entrevista en Radio Vaticano, que el problema de fondo que afecta a la
familia es el individualismo.
Monseñor Paglia indicó que nos
encontramos frente a un cambio radical de civilización, donde se ha
descompuesto el triple compuesto matrimonio-familia-vida. "El Señor dice a
la creación: no está bien que el hombre esté solo. Hoy nosotros vivimos bajo la
convicción opuesta que descompone este tríptico: está bien que el hombre esté
solo, o mejor: está bien que cada uno piense en sí mismo", observa.
Además, advierte que deberíamos poner una atención extraordinaria sobre este
punto y "la Iglesia tiene la tarea de decir a la sociedad contemporánea
que la unión entre hombre y mujer, la generación que la sigue, es un patrimonio
de la humanidad que no puede ser tocado, de lo contrario supondría la
descomposición de la sociedad misma".
Comentando las ocasiones en las
que el papa Francisco ha hablado sobre la familia durante su pontificado, el
presidente del dicasterio subraya que "es evidente su preocupación por las
dificultades que las familias están viviendo: el problema del trabajo, el
problema de los hijos, el problema del desempleo, el problema de la
pobreza". Y también de las "tantas familias que se han roto, que
están heridas, que luchan por recomponerse". De este modo, señala el
prelado, "he entendido inmediatamente que más que una especie de debate de
salón sobre cuestiones teóricas, sería necesario iniciar una especia de lucha cuerpo
a cuerpo con las familias concretas".
Finalmente, al hacer un análisis
de los desafíos que la Iglesia debe enfrentar, Mons. Paglia destaca que el
primero es el individualismo. Porque, ha explicado que "el individuo hoy
se exalta hasta tal punto que pliega todas las instituciones a sí mismo,
incluida la familia". Por eso advierte que "si esto se convierte en
regla, todo se hace posible, todo se desmenuza. Toda unión estable se convierte
en demasiado pesada".
El desafío del individualismo, ha
asegurado, es espiritual, cultural, antropológico, y resolviendo y cuidando
esto, después llega el cuidado para todo lo demás. Al concluir, recuerda que si
"todo puede ser familia, nada es familia y lo que queda es solo el yo. En
el altar del yo se sacrifica todo: familia, afectos, incluso la propia
vida".
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