Entrevista al
cardenal Coccopalmeiro,
presidente del
Pontificio consejo para los textos legislativos
El inminente sínodo extraordinario sobre la
familia; la importancia de una pastoral pre y sobretodo post matrimonial; la
nueva Comisión para la reforma del proceso matrimonial canónico, las uniones y
la adopciones por parte de parejas homosexuales, pero también la reforma de la
Curia, el pontificado de Francisco y la beatificación de Pablo VI. El cardenal
Francisco Coccopalmerio, presidente del Pontificio consejo para los textos
legislativos, y miembro de la nueva Comisión, en esta entrevista a ZENIT expone
su pensamiento sobre esos temas.
***
Estamos en la puerta del sínodo, ¿con qué estado de ánimo se
acerca a esta gran asamblea?
Cardenal Coccopalmeiro: Hay
seguramente alguna preocupación porque abordaremos temas delicados sobre los
que existen opiniones diversas. El temor, justificado, es que exista algún
motivo de contraposición. De todos modos creo que si cada uno de nosotros dirá
libremente y sinceramente lo que piensa, y los otros escucharán con paciencia y
con deseo de profundizar, todo irá bien. En este sentido confío en la ayuda del
Espíritu Santo, para que ilumine nuestras mentes y especialmente nos vuelva
disponibles los unos a los otros.
Los medios de comunicación internacional puesto mucha atención al
tema de los sacramentos a los divorciados y vueltos a casar, hipotizando
incluso 'luchas' y debate encendido durante el encuentro entre facciones de
conservadores y progresistas.
Cardenal Coccopalmeiro: Creo
que el tema de la comunión a los divorciados y vueltos a casar es importante
porque existen personas que viven una experiencia de sufrimiento y por lo tanto
esperan de la Iglesia una palabra de luz y de alivio. Pero evidentemente este
no es el unico tema: ha muchos más y quizás más importantes: El verdadero
problema es entender la belleza del matrimonio y de la familia, a pesar que tal
aventura comporte también esfuerzos. El sínodo deberá dará sobre todo a los
jóvenes un sentido del matrimonio más bello y entusiasmante, y de la familia,
alcanzando así su resultado más importante. Después deberá enfrentar los
temas 'calientes' pero en un clima de mayor amplitud y serenidad.
Sobre los temas 'calientes', ¿cuál será su intervención en el
sínodo?
Cardenal Coccopalmeiro: No
puedo anticipar mi intervención. Pienso que siguiendo el Evangelio y
preocupándonos de tantas personas que viven situaciones dolorosas, estamos
llamados a dar respuestas satisfactorias y adecuadas a las necesidades de
hoy. Entre los temas relacionados con el sínodo figuran también
situaciones jurídicas y canónicas del vínculo matrimonial. Desde muchas
partes ha llegado la sugerencia de alivianar los procedimientos para una
eventual nulidad matrimonial. El Papa Francisco ha instituido una comisión
especial para la reforma del proceso canónico, fuera del sínodo pero pudiendo
dar su aporte.
¿No existe el peligro que facilitando los procedimientos de
nulidad matrimonial se ponga en discusión la indisolubilidad del matrimonio?
Cardenal Coccopalmeiro: El
procedimiento para declarar la nulidad matrimonial sirve para definir si un
matrimonio es válido o nulo. Por lo tanto no se trata de anular el vínculo
matrimonial, pero sirve para ver, y constatar de la validez o menos del
vínculo. Es por lo tanto un procedimiento para buscar la verdad: ¿existe o
no existe este vínculo? Por lo tanto si el procedimiento es más simple, no
debe nunca faltar a su finalidad de establecer la realidad.
En el Instrumentum Laboris se lee que la asamblea estudiará una
pastoral pre-matrimonial más válida, pero también una estrategia para acompañar
a las parejas jóvenes después del sacramento.
Cardenal Coccopalmeiro: El
propósito pastoral es importantísimo. La preparación del matrimonio tiene que
ser realizada con pasión. Quizás en algunas partes del mundo no se cuida
suficientemente. Y aún más importante es el después, el 'post matrimonio',
darle seguimiento a las parejas que han encontrado dificultad.
¿Y sobre las uniones entre personas del mismo sexo?
Cardenal Coccopalmeiro: El
matrimonio es una realidad precisa, es la unión estable entre un hombre y una
mujer, abierto a la generación. Por lo tanto las otras uniones no pueden ser
llamadas matrimonio. Cuando se habla de matrimonio se habla también de
familia. Y tendencialmente soy claramente contrario a la posibilidad que
una pareja homosexual adopte niños. Porque una cosa es de dos personas puedan
escoger que hacer con su propia vida, se sus relaciones. Y otra es poner en esta
situación a personas pequeñas. Los mayores riesgos son antropológicos,
porque se puede discutir de todo, pero espontáneamente se siente que la
educación de un niño no se puede confiar a una pareja homosexual.
Mucha gente se espera grandes aperturas por parte del papa
Francisco. ¿Se encuentra satisfecho de estos meses de pontificado?
Absolutamente sí. Entre las
diversas cosas que puedo decir, sobre todo una es evidente: el papa Bergoglio
quiere a las personas, le hace sentir a cada uno que la considera importante,
que la escucha y la valoriza. Expresa amor y transmite alegría.
¿Y la reforma que está realizando de la Curia?
Cardenal
Coccopalmeiro: Estamos aún en una fase de trabajo. Además el Santo Padre
viene desde lejos y tiene que entrar en ciertos mecanismos y estructuras de la
Curia. La reforma de la curia parte de un presupuesto: está constituida
por personas, por dicasterios, por sujetos que cumplen cada uno alguna
actividad del Papa. El Santo Padre no puede hacer todo solo, porque no tiene
tiempo ni las competencias específicas.
Actualmente tenemos 26
dicasterios entre congregaciones, pontificios consejos, tribunales, oficinas, y
le ayudan al Papa a realizar su tarea. La reforma de la curia tiene que
girar entorno a lo siguiente: este dicasterio ¿qué actividad del Papa realiza?,
¿La cumple bien? Y si no la cumple bien puede cerrar, como aquellos que
realizaban una actividad que hoy no es más actual. La curia puede ser
reducida pero también ampliada, según las necesidades de hoy, como con la creación
de la Comisión para la Tutela de los Menores.
¿Qué recuerdo tiene de Pablo VI, que será beatificado el domingo
en el que el sínodo concluye?
Cardenal Coccopalmeiro: Él
fue quien me ordenó sacerdote, pero más que como arzobispo lo recuerdo cuando
era Papa.
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