Todos coinciden en que el matrimonio es
indisoluble y que la doctrina no se cambia. La línea más posibilita propone
salidas a algunas situaciones específicas.
En el Sínodo de la familia convocado
por el santo padre Francisco, hay dos líneas. Lo explicó este jueves el
director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi,
precisando que “una habla con mucha decisión del evangelio del matrimonio, y
que no es posible la aceptación a la comunión de divorciados y vueltos a casar,
en coherencia con la doctrina de la Iglesia”.
Existe también otra línea, “que no negando la indisolubilidad, quiere ver
en la clave de la misericordia, las situaciones vividas y hacer un
discernimiento sobre cómo enfrentar las diversas situaciones específicas” dijo
Lombardi. Concluyó indicando que “este es el esquema fundamental en el Sínodo y
no es una novedad”.
“Dos corrientes, -añadió el portavoz en español, padre Manuel Dorantes- por
un lado la Iglesia debe ser fiel a las palabras de Jesús sobre la
indisolubilidad del matrimonio, con un lenguaje que se entienda hoy. Al mismo
tiempo una preocupación para no abandonar a nadie”.
El portavoz Lombardi, añadió que se ha profundizado también la sobre “la
verificación y simplificación del proceso que estudia la nulidad matrimonial”,
con propuestas bastantes completas por parte de oficios diocesanos. “Siempre
-indicó- escuchando las exigencias de la verdad y la justicia, pues no se
quiere un 'divorcio católico'”.
El padre Dorantes, indicó que los padres sinodales han pedido que los
procesos sean más económicos e incluso si es posible gratuitos. Asimismo,
observaron que muchos se quedan con el divorcio civil por no conocer la posibilidad
de estudiar la sentencia de nulidad.
Un obispo advirtió sobre los matrimonios turísticos, que se realizan como
si fueran un paso más del tour, sin acompañamiento pastoral. Por eso, pidió
preocuparse no solamente de los documentos necesarios para celebrar el
matrimonio.
El director de la Oficina de Prensa indicó que también se trata de proponer
una pastoral de la escucha, que busca formas para manifestar la bendición del
Señor, si bien no haya comunión sacramental. Y precisó que el “no acceso a la
comunión, no significa una condena de alguien”, sino un hecho objetivo del
significado del sacramento.
En el Aula del Sínodo se habló también del peligro de confusión en los
países ortodoxos, ya que este rito permite el casarse nuevamente.
“Sobre la homosexualidad no se habló mucho. Y lo que se dijo fue en la
línea de la pastoral de la escucha, del acoger, respetando que el matrimonio es
entre un hombre y una mujer”, indicó Lombardi.
La pareja de cónyuges brasileños introdujo el tema de la regulación natural
del nacimiento y la planificación familiar, aunque no hubo muchas
intervenciones sobre el tema.
Se ha hablado en diversas ocasiones sobre las bodas de las iglesias
orientales. Solamente el primer matrimonio es el válido, los otros no son el
matrimonio sino uniones acogidas, acompañadas, bendecidas por la paz de las
personas, pero no consideradas verdaderos matrimonios.
Se ha mostrado que el sínodo hace un camino, el cuerpo procede
profundizando la reflexión, y con la participación, aseguró Lombardi.
Asimismo recordó que en las asambleas y el debate no se hace votación, no se
hacen sondeos, y por eso no se dice quiénes, porque es superficial decir tantos
hablaron de esto y tantos de esto otro. Por otro lado indicó que "no me
parece que se pueda decir que hay una orientación que prevalece".
Finalmente se ha subrayado como gracias al clima de gran sinceridad al que
Papa invitó, están surgiendo testimonios con mucha pasión, aunque sin
antagonismo, sino con una escucha humilde y sincera.
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