jueves, 11 de diciembre de 2014

SÍNODO DE LA FAMILIA. FRANCISCO EXPLICÓ QUÉ FUE EL SÍNODO DE LOS OBISPOS.

El Santo Padre, en la audiencia general, precisó que el Sínodo no es un parlamento donde debaten diversos partidos o grupos de poder, sino un espacio privilegiado en el que actúa el Espíritu Santo.
Por Rocío Lancho García
El santo padre Francisco y miles de fieles han desafiado al frío de diciembre para participar en la audiencia general de este miércoles. En la plaza de san Pedro, aunque visiblemente más vacía que otros días, se oía igualmente el entusiasmo y los ‘viva el Papa’ que gritaban los peregrinos venidos de todo el mundo, cuando veían pasar el papamóvil.
El Papa, que hoy llevaba el abrigo blanco, ha saludado a los presentes con cercanía y en algunas ocasiones se ha detenido el jeep para bendecir y besar a algún niño, dar la mano a los que estaban en primera fila o intercambiar su solideo. En la plaza hoy se podía ver además, el árbol de Navidad que llegó la semana pasada y ya han empezado a decorarlo.
Esta semana Francisco ha dado por concluida la serie de catequesis que ha hecho sobre la Iglesia y hoy ha dado inicio a un nuevo ciclo, esta vez sobre la familia. De este modo, ha decidido comenzar explicando algunos detalles sobre el Sínodo de los Obispos celebrado el pasado mes de octubre. En el resumen hecho en español ha indicado que “La Asamblea sinodal extraordinaria del pasado mes de octubre trató sobre ‘Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización’. Un Sínodo no es un parlamento donde debaten diversos partidos o grupos de poder, sino un espacio privilegiado y protegido de comunión, en el que actúa el Espíritu Santo. Con este convencimiento, pedí a los Padres sinodales que no tuviesen reparo en hablar con franqueza y libertad, escuchando a los demás con respeto y humildad. No hubo censura previa”.
Asimismo ha asegurado que “El Documento de trabajo, fruto de la consulta a toda la Iglesia, fue la base de la primera Relación, previa al diálogo fraterno que se produjo en el Aula sinodal, sin poner jamás en duda las verdades fundamentales del sacramento del matrimonio: la indisolubilidad, la unidad, la fidelidad y la apertura a la vida. Seguidamente, los grupos lingüísticos trabajaron a partir de una segunda Relación que recogía las diversas opiniones manifestadas en el Aula. Y, con estas aportaciones, se elaboró una Relación final, que será enviada a las Conferencias Episcopales de todo el mundo para que preparen la próxima Asamblea ordinaria en 2015”.
Por tanto --ha concluido-- aunque todos estos pasos han sido publicados, los únicos documentos “oficiales” del Sínodo son tres: la Relación final, el Mensaje a las familias y el Discurso conclusivo del Papa, que espero ayuden al Pueblo de Dios.
A continuación, el Papa ha saludado a los peregrinos venidos de España, México, Argentina y otros países latinoamericanos. A ellos les ha dicho: “queridos hermanos, el camino sinodal continúa. Les ruego que acompañen este proceso con la oración, pidiendo a la Virgen María que nos ayude a tomar las decisiones pastorales más adecuadas para el bien las familias”.
Al finalizar, después de saludar a todos los fieles de las distintas lenguas, ha dirigido un pensamiento especial a los jóvenes, los enfermos y a los recién casados. El Papa ha recordado que hoy celebramos la memoria de la beata Virgen de Loreto. Por eso, ha pedido a los jóvenes que imiten "a la madre de Jesús para prepararse con alegría a la Navidad”. Además, ha pedido que “su celeste protección"  sostenga a los enfermos "en el llevar vuestra cruz cotidiana”. Finalmente, el Pontífice ha deseado que “su abandono a la voluntad del Padre" recuerde a los recién casados, "la presencia fecunda de la Providencia en vuestra familia”.  

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