El Santo Padre, en la audiencia general, precisó que
el Sínodo no es un parlamento donde debaten diversos partidos o grupos de
poder, sino un espacio privilegiado en el que actúa el Espíritu Santo.
Por Rocío Lancho García
El santo padre Francisco y miles
de fieles han desafiado al frío de diciembre para participar en la audiencia
general de este miércoles. En la plaza de san Pedro, aunque visiblemente más
vacía que otros días, se oía igualmente el entusiasmo y los ‘viva el Papa’ que
gritaban los peregrinos venidos de todo el mundo, cuando veían pasar el
papamóvil.
El Papa, que hoy llevaba el
abrigo blanco, ha saludado a los presentes con cercanía y en algunas ocasiones
se ha detenido el jeep para bendecir y besar a algún niño, dar la mano a los
que estaban en primera fila o intercambiar su solideo. En la plaza hoy se podía
ver además, el árbol de Navidad que llegó la semana pasada y ya han empezado a
decorarlo.
Esta semana Francisco ha dado por
concluida la serie de catequesis que ha hecho sobre la Iglesia y hoy ha dado
inicio a un nuevo ciclo, esta vez sobre la familia. De este modo, ha decidido
comenzar explicando algunos detalles sobre el Sínodo de los Obispos celebrado
el pasado mes de octubre. En el resumen hecho en español ha indicado que “La
Asamblea sinodal extraordinaria del pasado mes de octubre trató sobre ‘Los
desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización’. Un
Sínodo no es un parlamento donde debaten diversos partidos o grupos de poder,
sino un espacio privilegiado y protegido de comunión, en el que actúa el
Espíritu Santo. Con este convencimiento, pedí a los Padres sinodales que no
tuviesen reparo en hablar con franqueza y libertad, escuchando a los demás con
respeto y humildad. No hubo censura previa”.
Asimismo ha asegurado que “El
Documento de trabajo, fruto de la consulta a toda la Iglesia, fue la base de la
primera Relación, previa al diálogo fraterno que se produjo en el Aula sinodal,
sin poner jamás en duda las verdades fundamentales del sacramento del
matrimonio: la indisolubilidad, la unidad, la fidelidad y la apertura a la
vida. Seguidamente, los grupos lingüísticos trabajaron a partir de una segunda
Relación que recogía las diversas opiniones manifestadas en el Aula. Y, con
estas aportaciones, se elaboró una Relación final, que será enviada a las
Conferencias Episcopales de todo el mundo para que preparen la próxima Asamblea
ordinaria en 2015”.
Por tanto --ha concluido-- aunque
todos estos pasos han sido publicados, los únicos documentos “oficiales” del
Sínodo son tres: la Relación final, el Mensaje a las familias y el Discurso
conclusivo del Papa, que espero ayuden al Pueblo de Dios.
A continuación, el Papa ha
saludado a los peregrinos venidos de España, México, Argentina y otros países
latinoamericanos. A ellos les ha dicho: “queridos hermanos, el camino sinodal
continúa. Les ruego que acompañen este proceso con la oración, pidiendo a la
Virgen María que nos ayude a tomar las decisiones pastorales más adecuadas para
el bien las familias”.
Al finalizar, después de saludar
a todos los fieles de las distintas lenguas, ha dirigido un pensamiento
especial a los jóvenes, los enfermos y a los recién casados. El Papa ha
recordado que hoy celebramos la memoria de la beata Virgen de Loreto. Por eso,
ha pedido a los jóvenes que imiten "a la madre de Jesús para prepararse
con alegría a la Navidad”. Además, ha pedido que “su celeste
protección" sostenga a los enfermos "en el llevar vuestra cruz
cotidiana”. Finalmente, el Pontífice ha deseado que “su abandono a la voluntad
del Padre" recuerde a los recién casados, "la presencia fecunda de la
Providencia en vuestra familia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario