Los
desafíos, la vocación y la misión de la familia son las líneas guía del Intrumentum
Laboris, un documento que servirá de base durante las discusiones de los Padres
Sinodales.
Por Iván de Vargas
FUENTE:
ZENIT
Los desafíos, la vocación y la misión de la
familia son las líneas guía del Intrumentum Laboris de la XIV
Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, un encuentro que tendrá lugar
en el Vaticano del 4 al 25 de octubre de 2015. Este documento será la base de
las discusiones sinodales, una ocasión para reflexionar sobre la realidad de la
familia hoy, pero también para reafirmar su importancia en la sociedad.
Dicho texto contiene la Relatio Synodi conclusiva
de la precedente asamblea sinodal, que se llevó a cabo en 2014, integrada con
la síntesis de las respuestas al cuestionario planteado por la Secretaría
General del Sínodo de los Obispos a todas las Iglesias locales del mundo.
El Intrumentum Laboris se articula
en tres partes, que muestran la continuidad entre las dos asambleas: “La
escucha de los desafíos que afronta la familia (I parte) evoca más directamente
el primer momento sinodal; El discernimiento de la vocación familiar (II parte)
y La misión de la familia hoy (III parte) introducen en el tema del segundo
momento, con el propósito de ofrecer a la Iglesia y al mundo contemporáneo
estímulos pastorales para una renovada evangelización”, señala la presentación
del propio documento.
Así, en la primera parte, las temáticas son
las que siguen: el contexto antropológico, cultural, socio-económico y
ecológico (a la luz de la reciente encíclica Laudato si’). Los desafíos en este
punto son la pobreza y la exclusión social, la tercera edad, la viudez, el
luto, la enfermedad, las migraciones, el papel de la mujer, la afectividad y
educación de la sexualidad, y la bioética.
En la segunda, se amplían los temas
referentes al matrimonio natural y la plenitud sacramental, la indisolubilidad don
y tarea, la vida familiar, la unión y la fecundidad, la dimensión misionera, la
fe, la oración, la catequesis, la íntima unión entre Iglesia y familia, los
jóvenes y el miedo a casarse, y la misericordia.
Y en la tercera, se pretende reflexionar
ampliamente sobre familia y evangelización, y profundizar, además, en temas en
los que la familia es sujeto de pastoral, la liturgia nupcial, un lenguaje
renovado y una apertura misionera.
Uno de los asuntos más esperados
mediáticamente hablando de este sínodo es la respuesta que la Iglesia dé a
las llamadas situaciones irregulares como los matrimonios civiles, las parejas
que no han formalizado su convivencia y las familias heridas (separados,
divorciados, divorciados vueltos a casar, familias monoparentales).
Es en la segunda parte donde el Instrumentum
Laboris confirma la indisolubilidad del matrimonio sacramental. Pero, al
mismo tiempo, recuerda que la Iglesia debe acompañar los momentos de
sufrimiento conyugal con misericordia.
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