Implantación
en Granada del "Proyecto Raquel", de ayuda y compañía a la mujer que
ha abortado.
FUENTE: ARCHIDIÓCESIS DE GRANADA.
Junto con la construcción de un pozo en un
país con carestía, Mons. Javier Martínez anuncia iniciativas que desarrollará
la Archidiócesis en el Año de la Misericordia que acabamos de inaugurar esta
mañana.
El Arzobispo de Granada, Mons. Javier
Martínez, ha anunciado esta mañana la implantación en la Archidiócesis de
Granada del "Proyecto Raquel", a través de la Pastoral Diocesana de
Familia, dedicado a ayudar y acompañar a mujeres que han abortado y viven con
la herida del aborto. Asimismo, Mons. Javier Martínez ha anunciado la
implicación de la Archidiócesis en la construcción de un pozo de agua en un
país que sufre la carestía de este bien primordial y básico de la subsistencia
humana.
Ambos anuncios se enmarcan en el Año de la
Misericordia y son propuestas comunicadas por el propio Arzobispo a la multitud
de fieles congregados esta mañana en la S.A.I Catedral para inaugurar el
Jubileo Extraordinario de la Misericordia, que celebramos con el lema
"Misericordiosos como el Padre". Con estas iniciativas a nivel
diocesano, se anima al pueblo cristiano de Granada a practicar las obras de
misericordia espirituales y corporales, para las que el Arzobispado de Granada
propone a su vez un calendario distribuidas por meses. Así pues, a lo largo del
año se llevarán a cabo iniciativas a nivel diocesano encaminadas a practicar
estas obras de misericordia corporales y espirituales; una invitación a hacer
"un esfuerzo juntos" que sea visible.
"PROYECTO
RAQUEL".
En el ámbito de la familia está el
"Proyecto Raquel", para cuya puesta en marcha se ha organizado un
curso de preparación de personas que asuman este Proyecto de ayudar y acompañar
a mujeres que han abortado y arrastran consigo la herida del aborto. "Eso
sucede en todas nuestras ciudades muchísimo, y hay muchísimas mujeres que
llevan esa herida en el corazón, que les cuesta hablar de ello", afirmó
Mons. Martínez. En este sentido, el Arzobispo de Granada subraya la importancia
de encontrar "unos espacios, unos grupos" donde esas mujeres
"puedan llorar su dolor, compartir su dolor, y saberse que son abrazadas
por el Señor y abrazadas por sus hijos. Sus hijos ya le han perdonado
siempre".
Por otra parte, el Arzobispo de Granada invitó a todos los fieles a participar en la Jornada de la Sagrada Familia en la Archidiócesis, que se celebrará el domingo día 27, Día de la Sagrada Familia, con el lema "Familia, hogar de la misericordia".
Mons. Martínez ha animado a los fieles a
acudir ese día con sus familias a la convocatoria que se inauguró el año pasado
y congregó a familias de Granada en la Plaza de las Pasiegas, así como a la
Eucaristía dedicada a la familia en la S.A.I Catedral.
El Arzobispo expresó su deseo para que ese
Día y Jornada de la Sagrada Familia "pueda ser de nuevo una fiesta en la
que ponemos de relieve todos que Cristo llena de gozo todas esas fatigas y todo
ese amor sobre todo que significa la vida de una familia".
DAR DE BEBER
AL SEDIENTO.
Asimismo, para el mes de febrero como obra de
misericordia en la que estará implicada la Archidiócesis, con un esfuerzo común
de todos, en comunión, es "dar de beber al sediento", con la
construcción de un pozo de agua en un país que sufre la carestía de este bien
primordial y básico para la subsistencia humana.
Por otra parte, y como gesto particular de
caridad por parte de cada uno, Mons. Martínez animó a los fieles a "usar
el agua con responsabilidad y no derrochar el agua que no necesitamos".
DAR DE COMER
AL HAMBRIENTO.
En este sentido, los meses de enero y febrero
–los dos primeros meses del nuevo tiempo jubilar extraordinario de la
misericordia- el Arzobispado propone "dar de comer al hambriento",
como obra de misericordia corporal, y "enseñar al que no sabe", como
obra de misericordia espiritual.
Mons. Javier Martínez recuerda que desde
Cáritas o el Economato Solidario encargado a las hermandades y cofradías de
Granada, que lleva precisamente la advocación de la Virgen de la Misericordia,
es posible ayudar aportando alimentos para dar de comer al hambriento. Al mismo
tiempo, el Arzobispo de Granada lanza una pregunta a los fieles y les invita a
aportar alimentos a aquellos vecinos o mendigos que encontremos que necesitan
comer. "¿Por qué no pensamos cada uno en algún vecino que conozcamos, en
algún mendigo que tengamos cerca, y le bajamos una cestita de Navidad, o una
colección de productos de Navidad y de paso hablamos con él?", es la
sugerencia del Arzobispo de Granada.
En este sentido, Mons. Martínez subraya que
es una obra de misericordia dar de comer al hambriento, al mismo tiempo que nos
interesamos por la vida de esa persona o familia que pasa hambre, con preguntas
sencillas como cuál es su situación, su nombre, dónde está su familia, etc.
"Son nuestros prójimos", insistió el Arzobispo, al mismo tiempo que
animó a la "revolución del amor", siguiendo así la invitación del
Papa Francisco "cuando nos dice que hagamos ruido y no tengamos
miedo". "Si cada uno de los que estamos aquí nos acercamos a una
persona, ¿os imagináis qué revolución? Es la revolución del amor, la revolución
de Pentecostés", afirmó Mons. Javier Martínez a los fieles congregados
esta mañana en la S.A.I Catedral para la Eucaristía de apertura del Jubileo
Extraordinario de la Misericordia. Y ante el temor a ser rechazamos por ese
prójimo al que queremos ayudar, el Arzobispo indicó que no hay que temer ni
escandalizarse ante esta posibilidad: "Tantas veces le hemos dicho
nosotros al Señor que no queremos su amor, ¿por qué nos vamos a escandalizar
que un ser humano nos lo diga?".
CALENDARIO
DIOCESANO DE LAS OBRAS DE LA MISERICORDIA.
Las obras de la misericordia, tanto
corporales como espirituales, propuestas por el Arzobispado para la
Archidiócesis de Granada a practicar durante este año quedan así distribuidas
por meses: diciembre y enero, "Dar de comer al hambriento" y
"Enseñar al que no sabe"; febrero, "Dar de beber al
sediento" y "Dar buen consejo al que lo necesita"; marzo,
"Vestir al desnudo" y "Perdonar las injurias"; abril y
mayo, "Visitar y cuidar a los enfermos" y "Consolar al triste";
junio y septiembre, "Redimir al cautivo" y "Sufrir con paciencia
los defectos del prójimo"; julio y agosto, "Dar posada al
peregrino" y "Corregir al que yerra"; y, finalmente, octubre y
noviembre, "Enterrar a los muertos" y "Rogar a Dios por vivos y
difuntos".
CONCLUSIÓN
"Empieza un año precioso. Empieza una oportunidad de conversión y empieza una oportunidad de luz para el mundo. No la dejemos pasar. No perdamos esta ocasión que el Señor nos da, que es un bien para nosotros en primer lugar, porque amando se crece en el amor. Quien ama es más capaz de disfrutar el amor", concluyó Mons. Javier Martínez en su homilía pronunciada en la Eucaristía celebrada esta mañana en la S.A.I Catedral con la que se ha inaugurado el Año de la Misericordia y el Jubileo Extraordinario.
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