Martes 19 de enero
de 2016
DÍA 2: Llamados a
ser mensajeros de alegría
Lecturas.
Is
61, 1-4: “El
Espíritu del Señor Dios me acompaña, pues el propio Señor me ha ungido, me ha
enviado a dar la buena noticia a los pobres”.
Sal
133: “¡Qué
bueno, qué agradable es que los hermanos vivan juntos!”
Flp
2, 1-5: “Llénenme
de alegría teniendo el mismo pensar, alimentando el mismo amor, viviendo en
armonía, compartiendo los mismos sentimientos”.
Jn
15, 9-12: “Les
he dicho esto para que participen de mi alegría y la alegría de ustedes sea
completa”.
Comentario
Durante la era
soviética no era posible que se diera una presencia pública cristiana en los
medios en Letonia. Después de la independencia, la Radio Estatal de Letonia
empezó a transmitir programas cristianos que hacían hincapié en la unidad y la
misión, constituyendo una plataforma para que los líderes de distintas Iglesias
se pudieran encontrar. Este testimonio público de respeto mutuo, de amor y
alegría, contribuyó a crear el espíritu de la vida ecuménica en Letonia. Esta
experiencia de los creadores de la programación cristiana en la Radio Estatal
de Letonia ha inspirado esta reflexión.
La alegría del
evangelio llama a los cristianos a vivir la profecía de Isaías: «El Espíritu
del Señor Dios me acompaña, pues el propio Señor me ha ungido, me ha enviado a
dar la buena noticia a los pobres». Anhelamos la Buena Noticia que sane
nuestros corazones rotos y nos libere de todo lo que nos ata y nos hace
prisioneros.
Cuando estamos
tristes a causa de nuestro propio sufrimiento, podríamos no tener la fuerza
para proclamar la alegría que nos trae Jesús. Sin embargo, aun cuando nos
sentimos incapaces de dar algo a los demás, si damos testimonio de lo poco que
tenemos, Jesús lo multiplica en nosotros y en las personas que están a nuestro
alrededor.En el evangelio
Jesús dice: «Como el Padre me ama a mí, así los amo yo a ustedes» y «se amen
los unos a los otros como yo los he amado». Es así que descubrimos su alegría
en nosotros de modo que nuestra alegría pueda ser completa. Este amor mutuo y
alegría mutua es el corazón de nuestra oración por la unidad. Como dice el
salmista: «¡Qué bueno, qué agradable es que los hermanos vivan juntos!».
Preguntas
¿Qué es lo que
sofoca la alegría en el mundo y en las Iglesias?
¿Qué podríamos
recibir de otros cristianos para que la alegría de Jesús esté en nosotros,
haciéndonos así testigos de la Buena Noticia?
Oración
Dios de amor, mira
nuestro deseo de servirte a pesar de nuestra pobreza espiritual y nuestras
pocas habilidades. Colma el deseo más profundo de nuestro corazón con tu
presencia. Llena nuestros corazones rotos con tu amor que sana para que podamos
amar como tú nos has amado. Danos el don de la unidad para que podamos servirte
con alegría y compartir tu amor con todos. Esto pedimos en el nombre de tu Hijo
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para ir al
original: Semana_oración_unidad_cristianos
2016_materiales (CEE).
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