LECTURAS:
Éxodo 3,
1-8a 13-15. “«Yo soy» me envía a vosotros”.
Sal 102,
1-2. 3-4. 6-7. 8 y 11. “El Señor es compasivo y misericordioso”
Corintios
10, 1-6. 10-12. “La vida del pueblo con Moisés en el desierto fue escrita para
escarmiento nuestro”.
Lucas 13,
1-9. “Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera”.
El caminar
se hace más fácil, y no solo en casa, también con los amigos, los vecinos, los
compañeros. Cuando nos ponemos a amar a los demás, cuesta trabajo parar;
salimos fuera de casa:
Presta mayor
atención a las personas que a las cosas. En especial quienes más lo necesitan:
ancianos, enfermos, necesitados. Trátalos con cariño. ¡LOS DEMAS SON IMPORTANTES!
Comparte tu
dinero un poco más con otros que tienen menos, a costa de caprichos,
chucherías, aperitivos, etc. ¡NUNCA SERA POCO!
Mejora en el
trabajo, consciente de tu ideal cristiano. ¡LLEVA A DIOS A LA OFICINA, LA ESCUELA, LA EMPRESA...!
Cuida la
naturaleza como don de Dios, evitando todo desorden. ¡SI NO LO HACES, TU PARTE SE QUEDARÁ SIN HACER!
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