viernes, 8 de abril de 2016

LA EXHORTACIÓN APOSTÓLICA DEL PAPA FRANCISCO, “AMORIS LAETITIA”, “LA ALEGRÍA DEL AMOR”,

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL
AMORIS LAETITIA
DEL SANTO PADRE 
FRANCISCO
A LOS OBISPOS 
A LOS PRESBÍTEROS Y DIÁCONOS 
A LAS PERSONAS CONSAGRADAS 
A LOS ESPOSOS CRISTIANOS 
Y A TODOS LOS FIELES LAICOS
SOBRE EL AMOR EN LA FAMILIA

lunes, 4 de abril de 2016

DIALOGO DE LOS TRES PEREGRINOS. (DIALOGO TRINITARIO).

Diálogo de los tres peregrinos.
(Diálogo trinitario)

Dios le pide a su Hijo que se haga hombre

¡Ve rápido, te esperan!

Hijo: “Pero si me rechazan....Será terrible para ellos?”

Padre: “El Espíritu te preparará una criatura tan libre que será incapaz de decir que no; una criatura tan auténtica que llegará a ser lo que nosotros deseamos; tan pura que estará feliz de ayudarnos”
Hijo: “¿Y Me dará también su cuerpo?”

Padre: “Ciertamente, su cuerpo, le pediremos a una mujer su carne y su sangre”

Hijo: “¿Y podre elegir a mi madre?”
Padre: “A ningún hijo de Adán le ha sido concedido un privilegio similar. Pero a ti te será dado. Tú la amarás y la concebirás antes de que ella Te conciba y Te ame. Este amor tuyo la hará ante mis ojos más bella si cabe que ninguna otra criatura.”

Hijo...”Y ella...Me podrá elegir?”

Padre: “Le será concedido lo que a ninguna otra madre le fue dado. Ella sabrá que Tú existías antes de que ella te diera la vida. Te amará como se ama al Esposo antes incluso que amarte como Hijo Este Amor hará de ti el más bello de los hijos de hombre y por tus venas correrá su sangre; una sangre purificada por el Espíritu. Tomarás el color de sus ojos; unos ojos que el Espíritu habrá llenado de Luz. Al compás del tuyo, latirá un corazón que el Espíritu habrá sosegado y unificado. Tendrás unos rasgos tan semejantes a los de tu madre como ningún otro hijo jamás los ha recalcado de quien lo ha generado... ¡De la misma manera que en otro tiempo Adán se semejaba a ti! Sólo de Ella recibirás todo aquello que te hará hombre. Solo Ella, y nadie más, te transmitirá la vida. Te precederá como Madre, Te acogerá como Esposa. Te nutrirá con el pan de la tierra y te dará a beber el agua de su pozo.”

Y, el Padre le dice al Espíritu:
“Te envío sobre Miriam.
Por tu bondad, desciende sobre ella, bendícela, santifícala. Imprégnate de su
cuerpo y de su sangre para hacer de ellos el Cuerpo y la Sangre de mi Único Hijo, para que todos aquellos que participen de ellos se vean liberados del demonio y, rebosantes de ti, obtengan la Vida Eterna”.


El Padre le dice al Hijo: "Hijo, engendrado cuando no existían todavía manantiales de agua, ve a deleitarte entre los hijos de los hombres, haciendo de ellos Tu alegría y la Mía cada día. Levanta Tu tienda en Miriam, echa raíces en su campo. Crece en Ella como el magnífico olivo en la planicie. Tus ramas serán de Gloria y de Gracia. Celebra Nuestra Divina liturgia en el interior de su campo, perfume de incienso en Mi presencia."

Y así, delante de una jovencita, la Gloria se hace mendiga. Entre la una y la otra se desarrolla un inaudito diálogo:

Dios: “¿Quieres ofrecerle al Hijo preferido la única cosa que no puedo darle; que lo que sólo tú puedes confiarle,… .el rostro de Adán?"

María: “Todo lo que me pertenece es Tuyo”.

Dios: “Ofrecerle la carne como se echa leña al fuego. El fuego -¿Sabes?- tiene sus ocultas preferencias… Y tu madera es de purísimo olivo.

María: “Yo soy la madera y Tú eres el fuego, pero… ¿Dónde está el cordero?

Dios: “Yo proveeré, Hija mía”

María: “Este es mi cuerpo ahora ofrecido a Ti Esta mi sangre que ya corre por ti”.

Dios: “Sangre de una nueva Alianza, será derramada para que cada pecado sea borrado y el mundo purificado, empezando por ti.”

María: “Como quieras Tú, Padre, no como yo quiero”.

Dios: “Aquel que es todo para mí, te pertenece ahora a Ti”

Y he aquí que:" La Gloria llega del oriente con la sonora voz de grandes aguas. Y la Gloria del Señor entra en la Casa, por la puerta que mira a oriente. Este umbral permanecerá siempre cerrado porque por ahí ha pasado el Dios de Israel. El príncipe descansará ahí, para tomar su comida. El Espíritu me hizo entrar en el patio más íntimo y oí que me hablaban desde la Casa: Hijo del hombre, este es el lugar de mi trono y el sitio de mi santuario.
Aquí viviré entre mi pueblo, para siempre. ¡De hoy en adelante el nombre de la Ciudad será: el Señor está aquí!" ¡Shamma!
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"¡Querría postrarme en el suelo para adorar al Amor que ha mandado a nuestra tierra, en un cuerpo vulnerable, la real dulzura de Jesús... Tan incomparable y divinamente cerca que se ha hecho carne... El Corazón se ha hecho cuerpo!
La sobrecogedora Misericordia ha querido tener manos para tocar, y tocar incluso antes de nacer, el aterciopelado seno materno y puro, tocar sus párpados, dormir sobre el pecho de María...
La Misericordia ha conseguido tener un cuerpo."

Moseñor Klaus Hemmerle

Klaus Hemmerle (Alemania, 1929-1994), filósofo y teólogo de extraordinaria grandeza y originalidad, obispo de Aquisgrán, protagonista en primera línea del diálogo ecuménico, director de la Academia Católica de la Arquidiócesis de Friburgo, autor además de más de mil publicaciones traducidas en los principales idiomas.

domingo, 3 de abril de 2016

PALABRA DE VIDA DE ABRIL DE 2016

«Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25,40).
¿Por qué estas palabras de Jesús nos son tan queridas y resuenan a menudo en las Palabras de Vida que elegimos para cada mes? Quizás porque forman el núcleo del Evangelio. Son las que el Señor nos dirigirá cuando al final nos encontremos delante de Él. Sobre ellas versará el examen más importante de la vida, para el cual podemos prepararnos día a día.
Jesús nos preguntará si hemos dado de comer y de beber a quien estaba hambriento y sediento, si hemos acogido al forastero, si hemos vestido al desnudo, visitado al enfermo y al preso... Se trata de pequeños gestos que, sin embargo, valen la eternidad. Nada es pequeño si se hace por amor, si se lo hacemos a Él.
Pues Jesús no solo se acercó a los pobres y marginados, curó a los enfermos y consoló a los que sufren, sino que los amó con predilección, hasta llamarlos hermanos e identificarse con ellos con una misteriosa solidaridad.
Hoy Jesús sigue estando presente en quien sufre injusticias y violencia, en quien busca trabajo o vive en situación precaria, en quien se ve obligado a salir de su patria a causa de las guerras. ¡Cuántas personas sufren a nuestro alrededor por muchas causas e imploran, aun sin palabras, nuestra ayuda! Son Jesús, que nos pide un amor concreto, capaz de inventar nuevas «obras de misericordia» que respondan a las nuevas necesidades.
Nadie está excluido. Si una persona anciana y enferma es Jesús, ¿cómo no procurarle el alivio necesario? Si le enseño el idioma a un niño inmigrante, se lo enseño a Jesús. Si ayudo a mi madre a limpiar la casa, ayudo a Jesús. Si llevo esperanza a un preso, si consuelo a quien está afligido o perdono a quien me ha herido, me relaciono con Jesús. Y, cada vez, el fruto será no solo dar alegría al otro, sino sentir nosotros mismos una alegría aún mayor. Cuando damos, recibimos, sentimos una plenitud interior, nos sentimos felices porque, aunque no lo sepamos, nos encontramos con Jesús: el otro, como escribió Chiara Lubich, es el arco bajo el que hay que pasar para llegar a Dios.
Así evocaba ella el impacto de esta Palabra de vida desde el inicio de su experiencia: «Todo nuestro antiguo modo de concebir y de amar al prójimo se derrumbó. Si Cristo estaba en cierto modo en todos, no podíamos hacer discriminaciones, no podíamos tener preferencias. Se hicieron añicos los conceptos humanos que clasifican a las personas: compatriota o extranjero, viejo o joven, guapo o feo, antipático o simpático, rico o pobre. Cristo estaba detrás de cada uno, Cristo estaba en cada uno. Y cada hermano era realmente "otro Cristo" [...].
»AI vivir así nos dimos cuenta de que el prójimo era para nosotros el camino para llegar a Dios. Es más, el hermano se nos presentó como un arco bajo el cual era preciso pasar para encontrar a Dios.
»Así lo experimentamos ya desde los primeros días. ¡Cuánta unión con Dios sentíamos por la noche, en la oración o en el recogimiento, después de haberlo amado todo el día en los hermanos! Y ¿quién nos daba ese consuelo, esa unión interior tan nueva, tan celestial, sino Cristo, que vivía el "dad y se os dará" (Lc 6, 38) de su Evangelio? Lo habíamos amado todo el día en los hermanos y ahora Él nos amaba a nosotros».
FABIO CIARDI

viernes, 1 de abril de 2016

INTENCIONES DE ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO PARA ABRIL DE 2016.

La intención universal del apostolado de la oración del Santo Padre para el mes de Abril; Pequeños agricultores.
Que los pequeños agricultores, reciban una remuneración justa por su precioso trabajo.
Por la Evangelización  Cristianos de África

Por la Evangelización: Cristianos de África.

Que los cristianos de África en medio de conflictos político-religiosos, sepan dar testimonio de su amor y fe en Jesucristo.