Encuentro con un grupo de
matrimonios de la parroquia Inmaculada Niña en el marco de la visita pastoral
de varios días que está realizando nuestro Arzobispo Mons. Javier Martínez.
FUENTE:
NOTICIAS ARCHIDIOCESIS DE GRANADA.
¿Qué es el amor esponsal y cuál es su
relación con los tres estados de vida: matrimonio, vida consagrada y celibato
sacerdotal? ¿Qué son el esposo para la esposa y la esposa para el marido? ¿Qué
importancia tiene el acompañamiento espiritual para los matrimonios?
Estas fueron algunas de las cuestiones sobre
las que dialogaron un grupo de matrimonios de la parroquia Inmaculada Niña con
Mons. Javier Martínez, Arzobispo de Granada, con motivo del encuentro que tuvo
lugar el pasado sábado día 22, fiesta de san Juan Pablo II, en el marco de la
visita pastoral que está llevando a cabo nuestro Arzobispo en dicha parroquia.
Un encuentro que permitió conocer las preocupaciones y alegrías de los
matrimonios, en un ambiente distendido, familiar y cercano con su pastor.
EL
MATRIMONIO Y LOS TRES ESTADOS DE VIDA.
Nuestro Arzobispo abordó la igualdad en
dignidad que tiene todo hombre y mujer, y los distintos que en formas de ser y
sensibilidades son, al mismo tiempo, ambos. "Dios nos ha creado así para que salgamos de nosotros mismos y seamos
donación", subrayando “la belleza de la comunión y la unidad en su
diferencia". "Todos somos imagen de Dios y nunca nos repetimos",
insistió, en referencia a que cada matrimonio es único como somos únicos cada
uno de nosotros.
Imagen de los Medios de Comunicación de la Diócesis |
Entre otras cosas, Mons. Javier Martínez
subrayó la importancia de la Encíclica "Amoris Laetitia" indicando que la pastoral familiar no es una
pastoral más, sino que es la "pastoral de la Iglesia"; es
"escuela de vida", señaló Mons. Martínez en alusión a la pastoral
familiar. Hasta la Eucaristía y toda la liturgia en la celebración es una
"celebración esponsal", de tal forma que la Eucaristía es también
fuente de aprendizaje para que el matrimonio sepa qué es el matrimonio, explicó
el Arzobispo.
De la pastoral familiar como "escuela de
vida", nuestro Arzobispo amplificó la conciencia que tenemos sobre la
pastoral familiar, y en concreto sobre los matrimonios, señalando que los tres
estados de vida –matrimonio, vida consagrada y celibato sacerdotal- se complementan
uno a otro, porque "el amor esponsal no es sólo para los
matrimonios". El sacerdote, porque aprende que la parroquia y la comunidad
eclesial es una familia –"una familia numerosa"- y vive como en una
familia. "Yo aprendo lo que es ser pastor de los buenos padres de
familia", señaló Mons. Martínez, indicando por ejemplo que la donación
vocacional no viene prefijada por horarios, como los padres de familia no
tienen horarios para sus hijos. Y la mujer consagrada aprende de los padres de
familia lo que es ser madre de familia.
Los esposos, por su parte, aprenden de las
vírgenes consagradas que Cristo es el único que llena el corazón de una mujer.
Asimismo, los matrimonios aprenden de la figura de las vírgenes consagradas que
"Cristo no es una idea o principio moral, sino que Cristo está vivo y que
Cristo está en los matrimonios". Los matrimonios "necesitan de la
paternidad del sacerdotes para ser esposos". En definitiva, "los tres
estados tienen la misma vocación: el amor y dar la vida".
HABLAR DE LA
VIDA.
Mons. Martínez escuchó las preocupaciones y
situaciones en las que hoy se encuentran los matrimonios, subrayando que "hablar del matrimonio es hablar de la vida".
El diálogo discurrió también en un recorrido por anécdotas, experiencias como
pastor vividas con familias en sus años de sacerdocio y episcopal, también con
jóvenes, y ejemplos de representaciones del amor humano a través del cine.
Imagen de la red |
En el encuentro también se abordó la
necesidad del acompañamiento espiritual –"el acompañamiento es fundamental"-, que esté junto a los
matrimonios para ayudarles a vivir su vocación esponsal, así como la necesidad
de la presencia de comunidades cristianas que muestren la belleza de ser
cristiano, en un mundo altamente herido que ha perdido, en muchas ocasiones, la
referencia de lo que es un matrimonio cristiano y su belleza.
"Somos cristianos por la gracia de
Dios", señaló Mons. Martínez, porque para Dios no hay nada imposible. En
este sentido, nuestro Arzobispo subrayó lo importante que es afirmar que
"hay un amor más grande" que nuestras torpezas o límites. En este
sentido, respecto a la educación de los niños, señaló lo importante que es
educar también en el perdón sin esconder la fragilidad del ser humano dentro o
fuera del ámbito familiar.
Tras el encuentro con los matrimonios, Mons.
Martínez celebró la Eucaristía en la parroquia con los fieles allí congregados,
correspondiente al XXX Domingo del Tiempo Ordinario y Domingo Mundial de las
Misiones (DOMUND).
VISITA
PASTORAL.
La visita pastoral de Mons. Javier Martínez a
la parroquia de Inmaculada Niña se está desarrollando en varios días. Con
anterioridad y en diferentes días, nuestro Arzobispo compartió un día con el
colegio de Esclavas de Inmaculada Niña, y se reunió con Cáritas parroquial y
los consejos económico, pastoral y de liturgia de la parroquia, así como con
los catequistas, los padres y niños de catequesis.
La visita pastoral continuará el próximo
sábado día 29 con una excursión en la que participará nuestro Arzobispo con los
adolescentes y jóvenes de la parroquia. Los jóvenes que deseen sumarse pueden
ponerse en contacto directamente con la parroquia Inmaculada Niña (teléfono 958
810 960)
Paqui Pallarés
Para ir al original pinchar AQUÍ.
Para conocer más:
No hay comentarios:
Publicar un comentario