"El amor de Cristo nos apremia"
24 de enero de 2017
Día 7: El ministerio de la
reconciliación (2 Corintios 5, 18-19)
Génesis 50, 15-21 José
se reconcilia con sus hermanos
Salmo 72 El reino de
Dios trae justicia y paz
1 Juan 3, 16b-21 El
amor de Dios nos obliga a amarnos unos a otros
Juan 17, 20-26 Jesús
ora por la unidad de la Iglesia
Comentario
La reconciliación
entre Dios y la humanidad es la realidad central de nuestra fe cristiana. Pablo
estaba convencido de que el amor de Cristo nos apremia a hacer que la
reconciliación de Dios se haga presente en todos los ámbitos de nuestra vida.
Hoy en día esto nos lleva a examinar nuestras conciencias acerca de nuestras
divisiones. Como demuestra la historia de José, Dios siempre otorga la gracia
necesaria para sanar las relaciones rotas.
Los grandes
reformadores como Martín Lutero, Ulrico Zuinglio y Juan Calvino, como también
muchos que permanecieron católicos, como Ignacio de Loyola, Francisco de Sales
y Carlos Borromeo, intentaron conseguir que la Iglesia occidental se renovara.
Sin embargo, lo que debería haber sido una historia de la gracia de Dios,
estuvo también marcada por el pecado de los hombres y se volvió una historia
del desgarramiento de la unidad del pueblo de Dios. De la mano del pecado y de
las guerras, la hostilidad mutua y la sospecha fueron creciendo a lo largo de
los siglos.
El ministerio de la
reconciliación incluye la tarea de superar las divisiones dentro del
cristianismo. Hoy en día, muchas Iglesias cristianas trabajan juntas con mutuo
respeto y confianza. Un ejemplo positivo de reconciliación ecuménica es el
diálogo entre la Federación Luterana Mundial y el Congreso Mundial Menonita.
Después de que se hicieron públicos los resultados de este diálogo en el
documento «La sanación de las memorias: reconciliación por medio de Cristo»,
las dos entidades organizaron juntas una celebración penitencial en 2010 que
fue seguida de otras celebraciones penitenciales por toda Alemania y en muchos
otros países.
Preguntas
¿Dónde percibimos la
necesidad de un ministerio de la reconciliación en nuestro contexto?
¿Cómo estamos haciendo
frente a esta necesidad?
Oración
Dios de toda bondad,
te damos gracias por habernos reconciliado a nosotros y a toda la creación
contigo en Cristo. Capacítanos a nosotros, a nuestras congregaciones y a nuestras
Iglesias para el ministerio de la reconciliación. Sana nuestros corazones y
ayúdanos a propagar tu paz. «Donde haya odio, que sembremos amor; donde haya
ofensa, perdón; donde haya duda, fe; donde haya desesperación, esperanza; donde
haya tinieblas, luz; donde haya tristeza, gozo». 35 Te lo pedimos en el nombre
de Jesucristo, por el poder del Espíritu Santo. Amén.
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