jueves, 4 de septiembre de 2014

EL AMOR ES TAMBIÉN SERVICIO.


La tristeza entró. Cómo halo en la niebla, en las almas, cuando se pusieron a contemplarse. 
Para librarse de aquella fascinación necrófora, las almas fueron exhortadas a ponerse a amar: 
Proyectarse fuera del propio egoísmo tubular y consagrarse a Dios en el servicio al hermano. 
Y servir es amar: amar es hacerse uno.

Igino Giordani

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