domingo, 13 de septiembre de 2015

DEL MENSAJE DE SAN JUAN PABLO II AL II EMF EN RIO DE JANERIO.

En este estadio, que, gracias al juego de luces, parece convertido en vidrieras de una inmensa catedral, la celebración de hoy quiere impulsar a todos a un compromiso grande y noble, sobre el que invocamos la ayuda de Dios todopoderoso:
Por las familias, para que, unidas en el amor de Cristo, organizadas pastoralmente, presentes activamente en la sociedad, comprometidas en su misión de humanización, liberación, construcción de un mundo de acuerdo con el corazón de Cristo, sean realmente la esperanza de la humanidad.
Por los hijos, para que crezcan como Jesús en el hogar de Nazaret. En el seno de las madres duerme la semilla de la nueva humanidad. En el rostro de los niños resplandece el futuro, el futuro milenio, el porvenir que está en las manos de Dios.
Por los jóvenes, para que se esfuercen con gran entusiasmo por preparar su familia de mañana, educándose a sí mismos en el amor verdadero, que es apertura a los demás, capacidad de escuchar y responder, compromiso de entrega generosa, incluso a costa del sacrificio personal, y disponibilidad a la comprensión recíproca y al perdón.
Ayer, hablando en Río Centro, di gracias a Río de Janeiro porque me dio una gran inspiración. Aquí hay una arquitectura divina y una arquitectura humana que se complementan admirablemente. Esto me ha dado una inspiración: armonizar admirablemente las familias, los matrimonios en el plano divino y en el plano humano. Las arquitecturas divina y humana se complementan son justas y necesarias estas dos palabras: amor y responsabilidad. Llegué ya a esta conclusión hace cincuenta años: amor y responsabilidad. Se trata de un verdadero principio para armonizar las arquitecturas, divina y humana, del matrimonio y de la familia.
Familias del mundo entero, deseo concluir renovando un llamamiento: Sed testigos vivos de Cristo, que es «el camino, la verdad y la vida»
Del discurso del Santo Padre Juan Pablo II durante el Encuentro con las familias en el Estadio Maracan el 4 de octubre de 1997.
Para ir al texto original pinchar en el enlace: DISCURSO AL II EMF.

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