El Santo Padre deberá ahora
decidir qué medidas tomar en cuanto sucesor del apóstol Pedro para el bien
de la Iglesia.
La Relación
Final del Sínodo de los obispos, después de su votación este sábado por la
tarde, ha sido presentada al papa Francisco, quien autorizó su inmediata
publicación y que fue presentada en la Sala de Prensa de la Santa Sede.
El
sínodo mediático creará seguramente confusión, entre sus títulos se
lee: “La comunión a los divorciados pasa por un solo voto”, reduciendo una
labor extraordinaria realizada por el sínodo, profundizando el rol de la
familia en los diversos países y culturas, a la visión de un comicio
parlamentario que afecta principalmente a los llamados países desarrollados.
Un documento
de 94 puntos, contenido en 32 páginas tamaño oficio, que incluyó el Instrumentum
Laboris, es decir, el documento con las reflexiones del anterior Sínodo
extraordinario sobre la familia de octubre de 2014, las respuestas que los
fieles de todas las partes del mundo han aportado al cuestionario enviado desde
el Vaticano a todas las Conferencias Episcopales.
La Relación
final además ha sido integrada con las aportaciones del actual Sínodo, la
XIV Asamblea general ordinaria que se ha celebrado en el Vaticano del 4 al 25
de octubre del presente año, sobre el tema “La vocación y la misión de la
familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo”.
El documento
que aborda los problemas de la familia en el mundo de hoy a 360 grados, ha sido
votado punto por punto y todos aprobados por amplia mayoría. Incluso los
números 84, 85 y 86, definidos por los medios de comunicación como la 'comunión
a los divorciados y vueltos a casar' y que eran los más espinosos han obtenido
más de los 2/3 de las aprobaciones.
Se va de los
que han obtenido la absoluta mayoría, con 260 votos, a los que obtuvieron menos
consenso, como los apenas dichos, respectivamente con 187, 178 y 190 votos a
favor, y 72, 80 y 64 contrarios.
El texto ha
sido entregado al santo padre Francisco, quien deberá decidir si hacer una
exhortación apostólica o un documento magisterial, y su palabra como sucesor
del apóstol Pedro será la que definirá cómo la Iglesia deberá proceder.
A
continuación indicamos la parte principal de los puntos 84, 85 y 86, de un
documento que en sus 94 puntos contiene una gran amplitud de temas.
En el punto
84, se indica que los divorciados y vueltos a casar
civlilmente "tienen que ser más integrados en las comunidades
cristianas" entretanto evitando "ocasiones de escándalo". Recuerda
que "son bautizados, hermanos y hermanas, y su participación puede
expresarse en diversos servicios en la Iglesia, y por lo tanto "es
necesario discernir cuales diversas formas de exclusión actualmente practicadas
en ámbito litúrgico, pastoral, educativo e institucional puedan ser
superadas".
El punto 85,
cita la
exhortación apostólica 'Familiari Consortium', escrita en 1981 por san Juan
Pablo II, quien ofreció un criterio generalizado que queda como la base para la
evaluación de estas situaciones. 'Sabemos los pastores que por amor de la
verdad están obligados a discernir bien cada situación. Existe de hecho diferencia
entre quienes se han esforzado por salvar el primer matrimonio y han sido
abandonados de manera enteramente injusta, de quienes por grave culpa han
destruido un matrimonio canónicamente válido. Están también quienes han
contraído una segunda unión en vista de la educación de los hijos, y aveces
están subjetivamente seguros en su conciencia que el anterior matrimonio,
irreparablemente destruido, no había sido nunca válido'. (FC, 84).
Por ello la
actual relación final indica que “es tarea de los presbíteros acompañar a las
personas afectadas en el camino del discernimiento de acuerdo a las enseñanzas
de la Iglesia y las orientaciones del obispo”.
Añade
también que en este proceso los divorciados y vueltos a casar deben hacer un
examen de conciencia, con momentos de reflexión y de arrepentimiento,
preguntándose cómo se han comportado hacia los propios hijos cuando el
matrimonio entró en crisis; si hubo intentos de reconciliación; la situación
del partner abandonado; las consecuencias de la relación en el resto de la
familia y la comunidad de fieles; del ejemplo que esto significa para los
jóvenes que se preparan al matrimonio.
El texto
indica que además “no se puede negar que en algunas circunstancias 'la
imputabilidad y responsabilidad de una acción puede ser disminuida o anulada'
(CCC, 1735) debido a diversos condicionamientos”.
La relación
final concluye: “el discernimiento pastoral, mismo tomando en cuenta la
conciencia rectamente formada de las personas tiene que hacerse cargo de estas
situaciones. También las consecuencias de los actos realizados no son
necesariamente las mismas en todos los casos”.
El punto 86
indica en su parte principal que “el recorrido de acompañamiento y
discernimiento oriente a estos fieles a que tomen conciencia de su situación
delante de Dios”. Habla también de los coloquios con el sacerdote, de los
obstáculos y pasos que puede favorecer la participación en la vida de la
Iglesia.
Entretanto,
precisa que el discernimiento no puede prescindir de las exigencias de verdad y
de caridad del Evangelio propuestas por la Iglesia.
La Relación
Final está articulada en tres partes. La primera se refiere a la
Iglesia que escucha la familia; la siguiente es sobre la familia en el plan de
Dios; la parte final se refiere a la misión de la familia.
El documento
concluye con una oración a la Sagrada Familia.
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