Sábado 23 de enero
de 2016
DÍA 6: Escuchen lo
que he soñado
Lecturas.
Gén
37, 5-8 “Escuchen
lo que he soñado”.
Sal
126 “Creíamos
estar soñando”.
Rom
12, 9-13 “Ámense
de corazón unos a otros como hermanos y que cada uno aprecie a los otros más
que a sí mismo”.
Jn
21, 25: “Ni en
el mundo entero cabrían los libros que podrían escribirse”.
La división entre
los cristianos duele. Las Iglesias sufren de su incapacidad para estar unidas
como una familia alrededor de la Mesa del Señor; sufren de su rivalidad y de
siglos de luchas. Una respuesta individual a esta desunión surgió en 2005 en la
forma de un periódico ecuménico: Kas Mus Vieno? (¿Qué nos une?). La experiencia
de hacer este periódico ha inspirado esta reflexión.
Comentario
José tiene un
sueño, que es un mensaje de Dios. Sin embargo, cuando José comparte su sueño
con sus hermanos, ellos reaccionan con rabia y violencia porque el sueño
implica que tienen que postrarse ante él. Finalmente, la hambruna lleva a sus
hermanos a Egipto y se postran ante José, pero contrariamente a lo que temían,
esto, en vez de ser motivo de deshonra y humillación, es un acontecimiento de
reconciliación y de gracia.
Jesús, como José,
nos revela una visión, un mensaje, acerca de la vida en el reino de su Padre.
Es una visión de unidad. Pero, como los hermanos de José, esa visión y lo que
parece implicar nos produce malestar, enfado y miedo. Nos demanda que nos
sometamos y postremos a la voluntad de Dios. Tememos esto porque tememos que
podamos perder algo. Pero la visión no tiene que ver con ninguna pérdida. Al
contrario, se refiere al reencuentro con hermanos y hermanas que habíamos
perdido, con la reunificación de la familia.
Hemos escrito
muchos documentos ecuménicos, pero la visión de la unidad cristiana no está
encapsulada solo en declaraciones acordadas, por importantes que sean. La
unidad que Dios desea para nosotros, la visión que nos propone, va mucho más
allá de lo que podamos expresar con palabras o escribir en libros. Esta visión
tiene que encarnarse en nuestras vidas, en nuestra oración y en nuestra misión
que compartimos con nuestros hermanos y hermanas. Por encima de todo, se hace
realidad en el amor que mostramos los unos por los otros.
Preguntas
¿Qué significa
poner nuestro propio sueño de la unidad de los cristianos a los pies de Cristo?
¿De qué manera la
visión del Señor de la unidad llama hoy a las Iglesias a renovarse y a cambiar?
Oración
Padre celestial,
danos humildad para oír tu voz, para escuchar tu llamada, para compartir tu
sueño por la unidad de la Iglesia. Ayúdanos a estar despiertos a la pena de la
desunión. Donde la división ha hecho nuestros corazones de piedra, que el fuego
de tu Espíritu Santo los inflame y nos inspire con la visión de ser uno en
Cristo, como él es uno contigo, para que el mundo pueda creer que tú lo has
enviado. Esto pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Para ir al
original: Semana_oración_unidad_cristianos
2016_materiales (CEE).
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