Siguen las exposiciones de temas diversos. Desde los
matrimonios mixtos en África, al fuerte aumento de los hijos nacidos afuera del
matrimonio en América Latina
Por H. Sergio Mora
El tercer día del sínodo de los
obispos sobre la familia, asamblea que dura dos semanas y que ha sido convocada
por el papa Francisco, se abrió este miércoles con el canto de la 'hora
tercera'.
El sínodo tiene diariamente dos
sesiones llamadas 'congregaciones', aunque esta mañana el Santo Padre no ha
asistido a la quinta congregación, porque realizó la catequesis en la audiencia
general de los miércoles en la plaza de San Pedro.
Por la tarde, en cambio, el Santo
Padre participó a la sexta congregación, sobre "las situaciones pastorales
difíciles", con una introducción del cardenal brasileño Raymundo
Damasceno Assis, y el testimonio de los cónyuges Stephen y Sandra Conway,
responsables familiares de África.
La congregación de la
mañana inició con la reflexión del arzobispo escocés de Grasgow, Philip
Tartaglia, que recordó el referendum que se realizó el mes pasado en su país,
en donde las posiciones del sí y del no, dividieron y polarizaron fuertemente
al electorado, que en un 85 por ciento fue a votar, eligiendo por poco más de
la mitad, quedarse unidos a Gran Bretaña. Después del mismo se planteó si era
posible reconstituir la unidad del país. Partiendo desde esta idea, y de la
carta en la que san Pablo enseña: “El amor es siempre paciente y amable...”
transportó la problemática a los litigios familiares que terminan en separación
o divorcio. E indicó la necesidad de que la Iglesia sepa mediar y reconstruir.
Y concluyó con un “no podemos fallar en esto”.
Hoy fueron 78 intervenciones,
indicó el director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, el padre Federico
Lombardi, en conferencia de prensa en la cual participaron el rector de la
Univesidad Católica de Buenos Aires, Mons. Víctor Fernández, y el obispo
africano Ignatius Kaigama. Además del portavoz en español, padre Manuel
Dorantes, y el de idioma inglés, padre Thomas Rosica.
El portavoz del Vaticano indicó
que hoy África estuvo muy presente, con la intervención de un matrimonio mixto
de Costa de Marfil: la mujer cristiana y el marido musulmán. De este modo se
entendió la variedad y complejidad de situaciones existentes en África, pues en
otros países esto no es posible, de lo contrario la mujer tiene que volverse
musulmana. Y de las diversas pastorales que esto significa, con las
modulaciones destinadas a los problemas pastorales específicos.
“Se habló -añadió el padre
Lombardi- de la luz que la Iglesia lleva al mundo en términos no de faro fijo,
sino de antorcha que acompaña al pueblo en camino, paso por paso”. Se recordó
también que la crisis de la familia va unida a la crisis de la fe, y que la fe
no es adherirse solamente a los contenidos, sino sobre todo una adhesión
personal a Cristo.
También se registraron, indicó el
director de la Oficina de prensa, que muchas intervenciones subrayaron la
confianza en la gracia de Dios, más que nuestras debilidades; así como de la
importancia de la oración en la vida familiar. Además hubo intervenciones muy
lindas sobre el perdón y reconciliación en familia. Asimismo, intervenciones
muy lindas sobre el amor de Jesús, y se recordó a la samaritana, y de ese modo
evangélico que convierte el corazón.
Otro de los temas fue la
fidelidad a la doctrina del magisterio de la Iglesia y la misericordia y los
problemas concretos de tantas personas. “Esto ha sido modulado en diversas
intervenciones”, añadió Lombardi, así “cómo proponer la doctrina hoy”.
En las intervenciones se recordó
que el Vaticano II ha conciliado la cuestión entre la verdad con la libertad
religiosa, en analogía con lo que el sínodo tiene que hacer en la pastoral
familiar.
Ha sido indicado también que la
misionaridad de las familias va apoyada y la importancia del anuncio que llevan
las familias, los movimientos y la invitación del papa en Río de Janeiro a los
jóvenes, delante de una cultura de lo provisional.
Se señaló en las intervenciones,
indicó el padre Lombardi, lo positivo de la familia como lugar de acogida, en
particular de los ancianos y enfermos.
Por su parte, el portavoz en
español, padre Dorantes, recordó que en las alocuciones en esta lengua, se subrayó
el hecho de que muchas parejas llegan al matrimonio sin haber realizado la
comunión o confirmación.
En la evaluación del estado de la
familia uno de los padres sinodales habló de diversas amenazas existentes, como
la brecha que crea la pobreza, produciendo casos de separaciones para sustentar
a las familias. La pobreza, la falta de estudio, y de trabajo, que producen las
migraciones.
Otro de los grandes retos que fue
planteado, comentó el portavoz en español, es la soledad, de los ancianos y
niños. También la dificultad de los jóvenes de tomarse un compromiso, o el de
las comunidades indígenas en la que existe un período de prueba de tres años
antes del matrimonio, después de lo que, con frecuencia, la mujer es devuelta a
su hogar. Y precisó que otro de los padres sinodales, indicó que en su país el
70 por ciento de los niños nacen fuera del matrimonio y por lo tanto sufren la
falta de una familia, con todos los problemas que esto implica.
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