miércoles, 8 de octubre de 2014

SÍNODO DE LA FAMILIA, 3º DÍA. SER ANTORCHAS QUE TRANSMITEN EL FUEGO DE LA FE.

Siguen las exposiciones de temas diversos. Desde los matrimonios mixtos en África, al fuerte aumento de los hijos nacidos afuera del matrimonio en América Latina
Por H. Sergio Mora
El tercer día del sínodo de los obispos sobre la familia, asamblea que dura dos semanas y que ha sido convocada por el papa Francisco, se abrió este miércoles con el canto de la 'hora tercera'.
El sínodo tiene diariamente dos sesiones llamadas 'congregaciones', aunque esta mañana el Santo Padre no ha asistido a la quinta congregación, porque realizó la catequesis en la audiencia general de los miércoles en la plaza de San Pedro.
Por la tarde, en cambio, el Santo Padre participó a la sexta congregación, sobre "las situaciones pastorales difíciles", con una introducción del cardenal brasileño Raymundo Damasceno Assis, y el testimonio de los cónyuges Stephen y Sandra Conway, responsables familiares de África.
 La congregación de la mañana inició con la reflexión del arzobispo escocés de Grasgow, Philip Tartaglia, que recordó el referendum que se realizó el mes pasado en su país, en donde las posiciones del sí y del no, dividieron y polarizaron fuertemente al electorado, que en un 85 por ciento fue a votar, eligiendo por poco más de la mitad, quedarse unidos a Gran Bretaña. Después del mismo se planteó si era posible reconstituir la unidad del país. Partiendo desde esta idea, y de la carta en la que san Pablo enseña: “El amor es siempre paciente y amable...” transportó la problemática a los litigios familiares que terminan en separación o divorcio. E indicó la necesidad de que la Iglesia sepa mediar y reconstruir. Y concluyó con un “no podemos fallar en esto”.
Hoy fueron 78 intervenciones, indicó el director de la Oficina de prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, en conferencia de prensa en la cual participaron el rector de la Univesidad Católica de Buenos Aires, Mons. Víctor Fernández, y el obispo africano Ignatius Kaigama. Además del portavoz en español, padre Manuel Dorantes, y el de idioma inglés, padre Thomas Rosica.
El portavoz del Vaticano indicó que hoy África estuvo muy presente, con la intervención de un matrimonio mixto de Costa de Marfil: la mujer cristiana y el marido musulmán. De este modo se entendió la variedad y complejidad de situaciones existentes en África, pues en otros países esto no es posible, de lo contrario la mujer tiene que volverse musulmana. Y de las diversas pastorales que esto significa, con las modulaciones destinadas a los problemas pastorales específicos.
“Se habló -añadió el padre Lombardi- de la luz que la Iglesia lleva al mundo en términos no de faro fijo, sino de antorcha que acompaña al pueblo en camino, paso por paso”. Se recordó también que la crisis de la familia va unida a la crisis de la fe, y que la fe no es adherirse solamente a los contenidos, sino sobre todo una adhesión personal a Cristo.
También se registraron, indicó el director de la Oficina de prensa, que muchas intervenciones subrayaron la confianza en la gracia de Dios, más que nuestras debilidades; así como de la importancia de la oración en la vida familiar. Además hubo intervenciones muy lindas sobre el perdón y reconciliación en familia. Asimismo, intervenciones muy lindas sobre el amor de Jesús, y se recordó a la samaritana, y de ese modo evangélico que convierte el corazón. 
Otro de los temas fue la fidelidad a la doctrina del magisterio de la Iglesia y la misericordia y los problemas concretos de tantas personas. “Esto ha sido modulado en diversas intervenciones”, añadió Lombardi, así “cómo proponer la doctrina hoy”.
En las intervenciones se recordó que el Vaticano II ha conciliado la cuestión entre la verdad con la libertad religiosa, en analogía con lo que el sínodo tiene que hacer en la pastoral familiar.
Ha sido indicado también que la misionaridad de las familias va apoyada y la importancia del anuncio que llevan las familias, los movimientos y la invitación del papa en Río de Janeiro a los jóvenes, delante de una cultura de lo provisional.
Se señaló en las intervenciones, indicó el padre Lombardi, lo positivo de la familia como lugar de acogida, en particular de los ancianos y enfermos.
Por su parte, el portavoz en español, padre Dorantes, recordó que en las alocuciones en esta lengua, se subrayó el hecho de que muchas parejas llegan al matrimonio sin haber realizado la comunión o confirmación.
En la evaluación del estado de la familia uno de los padres sinodales habló de diversas amenazas existentes, como la brecha que crea la pobreza, produciendo casos de separaciones para sustentar a las familias. La pobreza, la falta de estudio, y de trabajo, que producen las migraciones.

Otro de los grandes retos que fue planteado, comentó el portavoz en español, es la soledad, de los ancianos y niños. También la dificultad de los jóvenes de tomarse un compromiso, o el de las comunidades indígenas en la que existe un período de prueba de tres años antes del matrimonio, después de lo que, con frecuencia, la mujer es devuelta a su hogar. Y precisó que otro de los padres sinodales, indicó que en su país el 70 por ciento de los niños nacen fuera del matrimonio y por lo tanto sufren la falta de una familia, con todos los problemas que esto implica.

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