"Muchas veces nos gustan más las lamentaciones"
Con cara de funeral no se puede
anunciar a Jesús El Papa
Francisco traza una línea de
demarcación respecto a una cierta forma de entender la vida cristiana,
caracterizada por la tristeza. La reflexión partió las dos lecturas de la misa
de hoy. La primera, del profeta Sofonías, recoge la exclamación
"¡Alégrate! ¡Grita de alegría, el Señor está en medio de ti!". La
segunda, tomada del Evangelio, habla de Isabel y el del niño que "salta de
alegría" en su seno al oír las palabras de María - de quien el Papa, como
el domingo pasado, subraya la "prisa" con la que acudía en ayuda de
su prima.
Por tanto, observa el Papa Francisco,"es todo alegría, alegría que es fiesta". Y sin embargo,
prosigue "nosotros los cristianos
no estamos muy acostumbrados a hablar de gozo, de alegría","creo
que muchas veces nos gustan más las lamentaciones".
"Es precisamente el Espíritu el que nos guía: Él es el autor de la alegría, el Creador de la alegría. Y esta alegría en el Espíritu, nos da la verdadera libertad cristiana. Sin alegría, los cristianos no podemos ser libres, nos hacemos esclavos de nuestras tristezas. El gran Pablo VI decía que no se puede llevar el Evangelio con cristianos tristes, decepcionados, desanimados. No se puede. Esta actitud un poco fúnebre, ¿eh? Muchas veces los cristianos tienen cara más de ir a un funeral que de ir a alabar a Dios, ¿no? Y de esta alegría viene la alabanza, esta alabanza de María, esta alabanza que dice Sofonías, esta alabanza de Simeón, de Ana: ¡la alabanza de Dios
"Es precisamente el Espíritu el que nos guía: Él es el autor de la alegría, el Creador de la alegría.
"Es precisamente el Espíritu el que nos guía: Él es el autor de la alegría, el Creador de la alegría. Y esta alegría en el Espíritu, nos da la verdadera libertad cristiana. Sin alegría, los cristianos no podemos ser libres, nos hacemos esclavos de nuestras tristezas. El gran Pablo VI decía que no se puede llevar el Evangelio con cristianos tristes, decepcionados, desanimados. No se puede. Esta actitud un poco fúnebre, ¿eh? Muchas veces los cristianos tienen cara más de ir a un funeral que de ir a alabar a Dios, ¿no? Y de esta alegría viene la alabanza, esta alabanza de María, esta alabanza que dice Sofonías, esta alabanza de Simeón, de Ana: ¡la alabanza de Dios
"Es precisamente el Espíritu el que nos guía: Él es el autor de la alegría, el Creador de la alegría.
Y esta alegría en el Espíritu, nos da la verdadera libertad cristiana. Sin alegría, los cristianos no podemos ser libres, nos
hacemos esclavos de nuestras tristezas. El gran Pablo VI decía que no se puede
llevar el Evangelio con cristianos tristes, decepcionados, desanimados. No se
puede. Esta actitud un poco fúnebre, ¿eh? Muchas veces los cristianos tienen
cara más de ir a un funeral que de ir a alabar a Dios, ¿no? Y de esta alegría
viene la alabanza, esta alabanza de María, esta alabanza que dice Sofonías,
esta alabanza de Simeón, de Ana: ¡la alabanza de Dios
¿Y
cómo se alaba a Dios? Se le alaba saliendo de nosotros mismos,
"gratuitamente, como es gratuita la gracia que Él nos da", explica el
Papa Francisco. El mismo invita a un examen de conciencia sobre la manera de
rezar a Dios, dirigiendo a los presentes esta pregunta:
"Usted que está aquí en Misa, ¿usted alaba a Dios o sólo le pide o
le da gracias? ¿Pero alaba a Dios? Es algo nuevo, nuevo en nuestra vida espiritual. Alabar a
Dios, salir de nosotros mismos para alabar; perder tiempo alabando. ‘¡Esta Misa,
qué larga se ha hecho!'. Si no alabas a Dios, no conoces esa gratuidad de
perder el tiempo alabando a Dios, la Misa es larga. Pero si tienes esta actitud
de alegría, de alabanza a Dios, ¡eso es hermoso! La eternidad será eso: ¡alabar
a Dios! Y no será aburrido: ¡será bellísimo! Esta alegría nos hace
libres".
El modelo de esta alabanza y de esta alegría es de nuevo la
Madre de Jesús. "La Iglesia - recuerda el Papa Francisco - la llama "causa
de nuestra alegría", Causa Nostrae Letitiae. ¿Por qué? Porque trae la
alegría más grande, que es Jesús":
"Debemos rezar a la Virgen, para que al traer a Jesús nos de la
gracia de la alegría, la libertad de la alegría. Que nos de la gracia de
alabar, de alabar con una oración de alabanza gratuita, de alabanza, porque Él
es digno de alabanza siempre. Rezar a la Virgen y decirle como dice la Iglesia:
Veni, Precelsa Domina, Maria, tu nos visita, ¡Señora, visítanos y danos la alegría, tu que eres tan grande!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario