En relación a los criterios publicados por los
Obispos de la Región de Buenos Aires sobre la aplicación del capítulo VIII de
"Amoris Laetitia".
FUENTE: NOTICIAS ARCHIDIÓCESIS DEGRANADA.
Secretariado de Medios de Comunicación
El día cinco de este mes, los
obispos de la Región de Buenos Aires han hecho públicos unos criterios para la
aplicación del capítulo VIII de la Exhortación Pastoral Post-sinodal Amoris
Letitia, "La alegría del amor". Es este capítulo el que necesita más
ayuda, sobre todo porque nos pone a los sacerdotes ante la responsabilidad
urgente de ejercer nuestro ministerio pastoral: estar cerca de las personas
para acompañar, discernir, iluminar y guiar, de una forma honesta para con la
verdad de Dios y para con la verdad del hombre. Y esto en una cuestión de mucha
trascendencia y complejidad, porque está cargado de implicaciones en la vida
afectiva y moral de las personas.
Ese mismo día, el Santo Padre ha
escrito una nota de agradecimiento y de respaldo a esta nota de los Obispos de
la Región de Buenos Aires. En esa breve nota, nos recuerda también a los
Obispos la responsabilidad que tenemos de ayudar y acompañar a los sacerdotes
–nuestros prójimos más "próximos"- en este camino de abrirnos a una
"pastoral 'cuerpo a cuerpo'", que es quizás el primero y el más
decisivo de los movimientos de una Iglesia 'en "salida": en salida
hacia la realidad de los hombres y las mujeres de nuestro tiempo, hacia las
familias, y especialmente hacia aquellas que están rotas, que viven momentos
delicados o que se hallan en situaciones de especial dificultad. Es indudable
que para todos, sacerdotes y laicos, y empezando por mí, los planteamientos
pastorales de Amoris Letitia y estos criterios y esta nota, son una potente
llamada a la conversión. Tenemos un camino por delante que hacer, que puede que
sea largo y que no siempre será sencillo, pero que es sumamente ilusionante, y
que abre caminos, a la vez nuevos y arraigados profundamente en la tradición de
la Iglesia, a nuestra misión como pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo en esta
hora de la historia.
Hoy, mediante esta nota mía,
asumo como propios y "promulgo", por así decir, los criterios de los
Obispos de la Región de Buenos Aires para todos los fieles católicos de la
Diócesis de Granada, y dispongo igualmente que, con mi ayuda y todas las demás
que sean necesarias, sea la Delegación de Familia y Vida la que acometa esta
tarea de difundir y explicar estos criterios, así como ayudar a que se pongan
en práctica.
Soy consciente de que esa Delegación
necesita ser ampliada y potenciada, así como de que necesitamos desarrollar
instrumentos de ayuda y de formación para los agentes de la pastoral en las
parroquias, y para personas y familias con especiales necesidades: cursos de
formación afectiva y sexual para adolescentes y jóvenes, mujeres que han
abortado o esposos o familiares que han presionado a las mujeres a que aborten,
maridos o esposas abandonados por sus cónyuges, matrimonios rotos, situaciones
de una eventual nulidad, mujeres que se están preparando al parto, matrimonios
han adoptado, escuelas de padres, etc. Y todo ello, especialmente en aquellos
ambientes donde la marginación y la pobreza hacen a las personas más
vulnerables a la deshumanización que padece toda nuestra sociedad.
Para eso ya se están preparando
una serie de cursos y programas en relación con el matrimonio y la familia que
se llevarán a cabo en el edificio de Joaquina Eguaras a partir del mes de
enero. Ya el curso pasado dio sus primeros pasos en la diócesis el proyecto
"Raquel", un proyecto diocesano promovido por la asociación de fieles
"Spei Mater", para acompañar a las personas que han abortado y ayudar
a sanar sus heridas. Este año, el proyecto "Raquel" se pone
formalmente en marcha como proyecto diocesano. Igualmente se irán
desarrollando, si Dios quiere, otros instrumentos pastorales en esta misma
dirección de facilitar el acompañamiento a los matrimonios y a las familias y,
siempre que sea posible, desde su propia comunidad eclesial más inmediata.
Que el Señor y Santa María, Madre
de la Iglesia, nos ayude a todos a emprender con verdadero amor al bien de las
personas toda esta bella tarea.
+ Javier Martínez.
Arzobispo de Granada
15 de septiembre de 2016, Granada
No hay comentarios:
Publicar un comentario