lunes, 21 de octubre de 2013

FRASE SOBRE LA VIDA DE HENRY VAN DYKE


"Alégrate de la vida porque ella te da la oportunidad de amar, de trabajar, de jugar y de mirar a las estrellas".

Henry Van Dyke (1852-1933) Escritor estadounidense.

EL APEGO AL DINERO DESTRUYE A LAS FAMILIAS, USEMOS LOS BIENES QUE DIOS NOS DA PARA AYUDAR A LOS DEMÁS, DICE EL PAPA

EL APEGO AL DINERO DESTRUYE A LAS FAMILIAS, USEMOS LOS BIENES QUE DIOS NOS DA PARA AYUDAR A LOS DEMÁS, DICE EL PAPA
Los bienes que hemos recibido deben ser aprovechados para ayudar a los demás, para sostener proyectos capaces de hacer progresar al mundo y no ser acumulados con codicia. Es la reflexión que ofreció esta mañana el Papa Francisco en la homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.
Al comentar el Evangelio del día, en el que un hombre pide a Jesús que intervenga para resolver una cuestión de herencia con su hermano, el Papa desarrolló el problema de nuestra relación con el dinero:

 “Este es un problema de todos los días. ¡Cuántas familias destruidas hemos visto por el problema del dinero: hermano contra hermano; padre contra hijo! Es esto lo que causa este apego al dinero, ¡destruye! ¡Cuando una persona está apegada al dinero, se destruye a sí misma, destruye la familia! ¡El dinero destruye! Hace esto, ¿no? Te ataca. El dinero sirve para llevar adelante tantas cosas buenas, tantos trabajos para desarrollar la humanidad, pero cuando tu corazón está tan apegado, te destruye”.
Jesús relata la parábola del hombre rico, que vive para acumular “tesoros para sí mismo” sin enriquecerse ante Dios. Y dijo que la advertencia de Jesús es que estemos lejos de la codicia:
“Es lo que hace mal: la codicia en mi relación con el dinero. Tener más, tener más, tener más... ¡Te lleva a la idolatría, te destruye la relación con los demás! No el dinero, sino la actitud, que se llama codicia. Además esta codicia te enferma, porque te hace pensar sólo en función del dinero. Te destruye, te enferma… Y al final - esto es lo más importante - la codicia es un instrumento de la idolatría, porque va por el camino contrario al que ha hecho Dios con nosotros. San Pablo nos dice que Jesucristo, que era rico, se ha hecho pobre para enriquecernos a nosotros. Este es el camino de Dios: la humildad, el abajarse para servir. En cambio la codicia te lleva por el camino contrario: tú, que eres un pobre hombre, te haces Dios por la vanidad. ¡Es la idolatría!”.
Por esta razón – prosiguió afirmando el Papa – Jesús dice cosas “tan duras, tan fuertes, contra este apego al dinero. Y explicó que nos dice que no se puede servir a dos patrones: o a Dios o al dinero. Nos dice, prosiguió, que no nos preocupemos, que el Señor conoce nuestras necesidades y nos invita “al abandono confiado en el Padre, que hace florecer los lirios del campo y da de comer a las aves”. Mientras el hombre rico de la parábola sigue pensando en las riquezas, si bien Dios le dice: “¡Necio, esta noche se te pedirá tu vida!”. El Papa concluyó afirmando que este camino contrario al de Dios es una necedad, que nos lleva lejos de la vida y que destruye “toda fraternidad humana”:
“El Señor nos enseña cuál es el camino: no es el camino de la pobreza por la pobreza. ¡No! Es el camino de la pobreza como instrumento, para que Dios sea Dios, ¡para que Él sea el único Señor! ¡No el ídolo de oro! Y todos los vienes que tenemos, el Señor nos los da para hacer que el mundo vaya adelante, para que la humanidad vaya adelante, para ayudar, para ayudar a los demás. Que permanezca hoy en nuestro corazón la Palabra del Señor: ‘Estén atentos a estar lejos de toda codicia, porque incluso si uno está en la abundancia, su vida no depende de lo que él posee’”.

FRASE SOBRE LA VIDA DE ALBERT EINSTEIN


"Solamente una vida dedicada a los demás merece ser vivida"

Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.

jueves, 17 de octubre de 2013

miércoles, 16 de octubre de 2013

NO EXISTE EL AMOR EN PORCIONES. PAPA FRANCISCO

NO EXISTE EL AMOR EN PORCIONES
¿Quiénes son los mártires? Son cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel «amar hasta el extremo» que llevó a Jesús a la CruzNo existe el amor por entregas, el amor en porciones. Existe el amor total: y cuando se ama, se ama hasta el extremo. En la Cruz, Jesús ha sentido el peso de la muerte, el peso del pecado, pero se confió enteramente al Padre, y ha perdonado. Apenas pronunció palabras, pero entregó la vida. Cristo nos “primerea” en el amor; los mártires lo han imitado en el amor hasta el final.
Dicen los Santos Padres: «¡Imitemos a los mártires!». Siempre hay que morir un poco para salir de nosotros mismos, de nuestro egoísmo, de nuestro bienestar, de  nuestra pereza, de nuestras tristezas, y abrirnos a Dios, a los demás, especialmente a los que más lo necesitan.
Imploremos la intercesión de los mártires para ser cristianos concretos, cristianos con obras y no de palabras; para no ser cristianos mediocres, cristianos barnizados de cristianismo pero sin sustancia, ellos no eran barnizados: eran cristianos hasta el final, pidámosle su ayuda para mantener firme la fe, aunque haya dificultades, y seamos así fermento de esperanza y artífices de hermandad y solidaridad.
PAPA FRANCISCO, Videomensaje a los participantes en la ceremonia de beatificación de los mártires del siglo xx en España, 13 octubre 2013

AMAR HASTA EL EXTREMO .IGINO GIORDANI (1894-1980)

Tierra tierra, cielo cielo
El Padre, que ha engendrado un Hijo para amarlo, ha creado al hermano, copia menor de ese Hijo, para que nosotros podamos amarlo. El hermano es imagen de Dios: su progenie, fruto de su sangre; de manera que en él se ama a Dios por efigie y por representación. Y no basta: el hermano es tal porque es hijo de un mismo Padre, Dios; vuelto a ser hijo de Dios por la encarnación, pasión y muerte de Cristo.
Se puede decir que el hermano nos ha sido dado para que nos recuerde, per semejanza, a Dios […]. El cual, porque es infinito, no se puede ver con pupilas limitadas: se le ve, como en un espejo, en el hermano. Infinito, Dios no se puede amar con servicios congruentes con su infinidad. Se le puede servir en los hermanos, en los cuales está Cristo, porque los hermanos necesitan servicios limitados, congruentes con nuestras posibilidades.
De modo que las relaciones entre hombres son un juego de amor: uno da y el otro recibe, en apariencia. En realidad ambos reciben y dan; de modo quienes son servidos por nosotros, nos dan el privilegio de hacernos servir en ellos a Dios […].
Y entonces se nos ofrece un criterio muy simple para juzgar si nosotros estamos a bien con Dios. Nosotros estamos a bien con Dios si estamos a bien con el hombre. Amamos al Uno en el cielo si amamos al otro en la tierra. Todo muy sencillo: mucho tierra tierra, porque mucho cielo cielo
“En esto sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida: si amamos a los hermanos” (1 Jn 3, 14). Si no amamos a los hermanos, nosotros redimidos, volvemos a pasar de la vida a la muerte.
Aplicaciones en consecuencia: “No hagas a los otros lo que no quisieras que fuese hecho a ti”, negativamente. “Trata a los demás como quisieras que ellos te trataran”, positivamente.
Yo no quisiera ser calumniado, estar hambriento, quedarme sin casa, sin trabajo, sin alegrías…: y así, por cuanto de mí dependa, yo debo ocuparme de que también los demás estén honrados, saciados, alojados, empleados y llenos de consolaciones.
Y aquí se ve el juego del amor: Cristo ama a los hermanos como a sí […]. El amor nos pone en un plano doméstico, de igualdad: Dios nos pone a su nivel, como el Padre pone a los hijos a su nivel. Y este es el vértice de un amor superhumano, que se eleva sobre todo límite. Y consiste en volver a llevar, que lo hace Dios, la criatura hacia sí […].
Porque Dios es amor, quien ama vive en Dios; por el hecho de que ama, él honra, sirve, sigue a Dios.

IGINO GIORDANI , “Il fratello”, Città Nuova, Roma 2011, pp. 74-77.
                                                                                   Fuente: Vida de la Palabra

PASION POR LA IGLESIA

Es comienzo de curso, reuniones, eucaristía de comienzo de actividades... al final una realidad: "todo por amor, es lo único que cuenta, todo por amor" y un amor que lleva a la pasión, "pasión por la Iglesia".

Cuantas veces nos ha hablado Chiara Lubich de su “pasión por la Iglesia, La "pasión por la Iglesia", de la que un día habló el Papa Pablo VI, dijo "que impera en los corazones de los verdaderos cristianos".

Decía Chiara “... tiene que pasar del nivel del sentimiento al nivel práctico, donde el amor por la Iglesia entera, así como es -con sus instituciones, fruto de los numerosos carismas que el Espíritu Santo le ha dado y le da-, llama al conocimiento y el conocimiento llama a más amor.

Lo que el cristianismo enseña en el campo de la relación entre individuos -amar, conocerse, hacerse uno con los otros, hasta el punto de poderse comunicar los eventuales dones que Dios nos haya hecho-, tiene que ser trasladado a la esfera social, hasta conocer, estimar y querer a los otros Movimientos y Obras de la Iglesia y suscitar o aumentar entre todas la recíproca comunión de bie nes espirituales.

Nacería entonces una colaboración amada por la voluntad y por el corazón, y de este modo serviríamos realmente a la Iglesia que queremos.

Si en cambio no hiciéramos así, nuestra "pasión por la Iglesia" sería pura retórica y nos encontraríamos encerrados en nosotros mismos y aislados.

Además nuestro amor por el Papa se reduciría a efímero entusiasmo y a sensiblería, en cuanto no compartiríamos con él lo que él quiere: la vida de la entera Iglesia de Dios.”

martes, 15 de octubre de 2013

EL PAPA FRANCISCO: "EL CATEQUISTA ES UN HOMBRE DE LA MEMORIA DE DIOS SI TIENE UNA RELACIÓN CONSTANTE CON ÉL Y CON EL PRÓJIMO"

El santo padre ha celebrado la misa en la Jornada de los Catequistas
Para explicar porqué sucede que a veces las personas ponemos nuestra seguridad en las cosas, ha dicho que "si falta la memoria de Dios, todo queda comprimido en el yo, en mi bienestar. La vida, el mundo, los demás, pierden consistencia, ya no cuentan nada, todo se reduce a una sola dimensión: el tener". Y así ha recordado que "estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, no de las cosas, no de los ídolos".

Un segundo aspecto del que papa ha hablado en su homilía es sobre la labor de los catequistas. De tal modo ha afirmado que el catequista es el "que custodia y alimenta la memoria de Dios; la custodia en sí mismo y sabe despertarla en los demás". Y ha puesto como ejemplo a la Virgen María, que "no se cierra en sí misma" y que tras recibir el anuncio del Ángel lo que hace es ponerse en camino, "su primer gesto es hacer memoria del obrar de Dios", ha dicho el papa.
En el cántico de María - ha proseguido - está también la memoria de su historia personal, la historia de Dios con ella, su propia experiencia de fe. Y así es para cada uno de nosotros, para todo cristiano: la fe contiene precisamente la memoria de la historia de Dios con nosotros, la memoria del encuentro con Dios, que es el primero en moverse, que crea y salva, que nos transforma. Así mismo, recuerda el papa que el catequista "es un cristiano que lleva consigo la memoria de Dios, se deja guiar por la memoria de Dios en toda su vida, y la sabe despertar en el corazón de los otros".  Por eso ha preguntado el papa a los catequistas: "¿somos memoria de Dios? ¿Somos verdaderamente como centinelas que despiertan en los demás la memoria de Dios, que inflama el corazón?"
Para finalizar Francisco ha hablado del camino a seguir para no ser superficiales, "como los que ponen su confianza en sí mismos y en las cosas". Una clave la da san Pablo en la carta a Timoteo "tender a la justicia, a la piedad, a la fe, a la caridad, a la paciencia, a la mansedumbre". Y ha añadido que "el catequista es un hombre de la memoria de Dios si tiene una relación constante y vital con él y con el prójimo".
Al concluir, ha pedido al Señor "que todos seamos hombres y mujeres que custodian y alimentan la memoria de Dios en la propia vida y la saben despertar en el corazón de los demás".


FRASE SOBRE LA VIDA DE ALBERT EINSTEIN

 Hay dos maneras de vivir su vida: una como si nada es un milagro, la otra es como si todo es un milagro".
Albert Einstein (1879-1955)

Científico alemán nacionalizado estadounidense.