El postulador de la causa de canonización de Juan Pablo II
explica su santidad. Lamentó las interpretaciones erróneas dadas a las palabras
del cardenal Martini sobre la canonización de los papas
El postulador respondió también sobre el
caso Maciel, precisando que no existe ningún elemento que indique que Juan
Pablo II haya quedado comprometido en este asunto. En la misma rueda de prensa
expuso también el postulador de la causa de canonización de Juan XXIII.
Sobre las declaraciones del ya fallecido
cardenal jesuita, Mons. Oder ha precisado que han sido tomadas del libro
"La santidad de Juan Pablo II", escrito por el fundador de la
Comunidad de San Egidio, Andrea Riccardi. El libro recoge algunos testimonios
del proceso de canonización del papa polaco. La frase de la que se hicieron
ecos muchos medios de comunicación fue que "era un hombre de Dios, pero no
es necesario hacerlo santo". Al respecto, el postulador del papa polaco ha
explicado que es necesario entender esta afirmación en su contexto, ya que se
refiere a un debate existente desde hace mucho en la Iglesia sobre si es adecuado
o menos canonizar a los papas. Por tanto, el cardenal Martini no se refería
exclusivamente a Wojtyla. Asimismo ha recordado que el purpurado dijo de Juan
Pablo II que fue "padre espiritual para la humanidad".
Por otro lado, ha indicado que Karol
Wojtyla tuvo tres importantes guías espirituales. En primer lugar su
padre, quien le enseñó a rezar y él mismo llegó a decir que "su primer
seminario fue su casa y su primer maestro su padre. En segundo lugar la figura del
laico Ian Telanoski, a quien Juan Pablo II llamaba "el apóstol" y que
le ayudó en su discernimiento vocacional. En este tiempo, Wojtyla quiso entrar
carmelita pero no pudo porque en aquel momento el noviciado estaba cerrado. Y
por último el cardenal Sapieha, arzobispo de Cracovia, que lo acogió en el
seminario de forma clandestina contra la voluntad de los nazis ocupantes de
Cracovia.
A continuación, el postulador ha
destacado tres elementos de la figura del próximo santo: fe sencilla,
profundidad mística de los estudios de san Juan de la Cruz y valentía para
afrontar las contrariedades de la vida.
Esa fe sencilla se podía ver "en la
necesidad del contacto con la gente, que lo hemos visto siempre, como
sacerdote, como obispo, como cardenal y también como papa" y ha añadido
que "necesitaba la Iglesia viviente, para sentir su fe y nutrirse de
ella".
Sobre su profundidad mística ha
observado su modo de "vivir el misterio de Dios". El mismo Benedicto
XVI recordó en una ocasión, como a los pies de la cama de Juan Pablo II
antes de su muerte vio "el misterio eucarístico vivido hasta el
final".
Para hacer una síntesis de su
espiritualidad, el postular ha reconocido que "a través de esa cercanía
con el pueblo de Dios quería sentir con el corazón de la Iglesia". Y así,
tenía un solo propósito: "evangelizar para llegar a la santidad".
Sobre el proceso de canonización, el
postulador ha mencionado ese "Santo Subito" que se pudo escuchar por
parte de los fieles el mismo día de su muerte y esto "no era solo una
cuestión de sentimientos". Y por eso, el 13 de mayo de 2005, Benedicto dio
una dispensa para no tener que esperar los cinco años establecidos para
comenzar un proceso de beatificación. El postulador ha recordado esa ya
conocida frase del papa emérito "fatte presto, ma fatte bene",
"hacedlo pronto, pero hacedlo bien".
Al postulador se le ha preguntado en el
turno de preguntas de los periodistas sobre las "voces contrarias" a
esta canonización. En este momento es cuando ha lamentado las malas
interpretaciones de las afirmaciones del cardenal Martini. Además, ha destacado
que el proceso escuchó todas las voces. También las de una línea más liberal de
la Iglesia que le veía demasiado conservador. Y los más conservadores que le
veían como demasiado liberal.
Finalmente, se le ha preguntado por el
caso del padre Maciel y hasta qué punto el Papa sabía y conocía la realidad
sobre el fundador de los Legionarios de Cristo. A ello, el postulador ha
afirmado que "la investigación se ha hecho verdaderamente con el deseo de
dar claridad y de afrontar todos los problemas". Sobre el problema
específico mencionado por el periodista sobre el caso de Maciel, ha explicado
"que se ha hecho la investigación, se ha hecho el estudio de los
documentos que están a disposición y la respuesta ha sido muy clara. No existe
ningún signo de implicación personal del Santo Padre en este asunto ('Non
esiste alcun segno di coinvolgimento personale del Santo Padre in queste
vicende').
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