domingo, 30 de junio de 2013

UN NUEVO SACERDOTE Y CUATRO NUEVOS DIÁCONOS PARA LA DIÓCESIS DE GRANADA

Nuestro Arzobispo, Mons. Javier Martínez, ordenó ayer, domingo 30 de junio, en la Festividad del Óbolo de San Pedro, a un nuevo presbítero y cuatro diáconos para la Diócesis de Granada.
La Ordenación tuvo lugar en la S.I. Catedral, en la Eucaristía de las 12:30 horas, presidida por Mons. Martínez, y concelebrada por los sacerdotes diocesanos y los acólitos, a la que asistieron familiares, amigos y las comunidades cristianas de los nuevos diáconos y presbítero.
Moisés Fernández, del Seminario Mayor San Cecilio, fue ordenado sacerdote, y Emmanuel Jesús Vega, del mismo Seminario, Tommaso Bernetti, Moisés David Mendoza y Pau Codina, del Seminario misionero diocesano Redemptoris Mater, fueron ordenados diáconos.
Mons. Javier Martínez, habló en la homilía del sacramento del Orden sacerdotal:
 (…) “Todos los sacramentos, misteriosamente, sacramentalmente, simbólicamente, aunque hay que matizar mucho la palabra símbolo, hacen presente a Jesús vivo y sacramentado, pero sólo hay uno en el que esa presencia se hace carne humana, todos los sacramentos provocan de alguna manera la Encarnación del Hijo de Dios y su acto de entrar en la historia, pero hay un sacramento en el que esa prolongación de la Encarnación tiene rostro, tiene una fisionomía propia, es humana, como era humano el rostro de Cristo nacido de la Virgen cuando anunciaba el Reino por los caminos de Judea, de Palestina, de Galilea, de Samaria, como en el Evangelio de hoy, y ese sacramento es el sacramento del Orden sacerdotal”. (…)
 “Sin la sucesión apostólica, que es el sacramento del Orden en la forma originaria en los apóstoles y sus sucesores, a quienes Cristo entrega su presencia sacramental, y sin sus colaboradores los presbíteros no habría Bautismo, no habría Perdón de los pecados, no habría Eucaristía”. (…)
Tras la homilía, se celebró el rito de consagración de los nuevos diáconos y el nuevo presbítero, con la oración de toda la Iglesia unida por ellos y la imposición de manos. Moisés Fernández, ya ordenado sacerdote concelebró la Eucaristía, y los nuevos diáconos, junto a los sacerdotes diocesanos y Moisés dieron la comunión a los fieles.
                                                                                                     Fuente:http://diocesisgranada.wordpress.com/

sábado, 29 de junio de 2013

PRESENTADA EN GRANADA LA INICIATIVA "ONE OF US" (UNO DE NOSOTROS).

Desde hace unos meses, numerosas asociaciones próvida: Foro de la Familia, Derecho a vivir, Red Madre y Hazte Oir y la Pastoral Familiar estamos recogiendo firmas en relación con la iniciativa europea "One of us" con la que se pretende limitar el uso de embriones en la investigación.


Esta tarde, organizado por la Fundación Valores y Sociedad y por Andoc (Asociación Nacional para la Defensa de la Objeción de Conciencia), se ha realizado la presentación de la campaña "One of us" en el salón de actos del Colegio de Farmacéuticos de Granada.


En el acto, presentado por Dª Rosa Gómez, ha intervenido Dª María Crespo Garrido, profesora Titular de Hacienda Pública de la Universidad Alcalá de Henares, quien ha realizado una documentada descripción del objetivo de la iniciativa y las particularidades de la misma.

Tras un extenso coloquio, las distintas asociaciones presentes en el acto han acordado continuar con la recogida de firmas y realizar una jornada extraordinaria de difusión de la campaña a mediados de septiembre que se complementará con la instalación de mesas en diferentes puntos de la ciudad.


El objetivo es alcanzar un millón de firmas entre los países de la Unión Europea, de las que a la fecha. Ya se han recogido más de seiscientas mil.

domingo, 23 de junio de 2013

NOTA CURSO INTENSIVO DE NOVIOS JUNIO DE 2013

DIOCESIS DE GRANADA
DELEGACION DIOCESANA DE PASTORAL FAMILIAR
Cursos de Formación al Matrimonio y a la Vida de Familia
JUNIO DE  2013

NOTA PARA LOS PARTICIPANTES DEL CURSO INTENSIVO DE JUNIO.
Ha habido algunos errores en los teléfonos que habéis dejado en la Casa de la Familia, si a alguno de los relacionados no se les ha llamado o tienen alguna duda podéis poneos en contacto con la Delegación a través del correo electrónico:
pastoralfamiliargranada@gmail.com

RELACION DE PARTICIPANTES GRUPO 1 - CASA DE LA FAMILIA
Lugar:   CASA DIOCESANA DE LA FAMILIA

PARTICIPANTES:
1 Celia y Pablo Cruz, 2 Rocío y Francisco Javier,  3 Belén y Miguel Marcos,  4 Silvia y Emilio,  5 Antonia y José Luis ,6 Carolina y Sergio,  7 Esther y Gustavo, 8  Miguel Alberto, 9 María Teresa e Igor y 10 Filomena y José

RELACION DE PARTICIPANTES GRUPO 2 – VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS
Lugar:   PARROQUIA DE NTRA. SRA.DE LAS ANGUSTIAS

PARTICIPANTES:
1 Carmen y Juan de Dios, 2 Rosa María e Ignacio, 3 Nica y Sergio Juan, 4 Carmen Inmaculada y Julio Alberto, 5 Eva María y Rafael Jorge, 6 Mª CArmen y Eusebio, 7 Cristina y José Antonio, 8 Sandra y Francisco, 9 María y Rodrigo, 10 María Luisa y Francisco Javier, 11 María y Ignacio, 12 Macarena y Pedro, 13 Yesica y José Carlos, 14 Amparo y Blas, 15 Rosa Mª y Francisco Manuel y 16 Inmaculada y Custodio 

ORAR A DIOS PADRE. PAPA FRANCISCO

No hay necesidad de derrochar tantas palabras para rezar: el Señor sabe lo que queremos decirle. Lo importante es queN la primera palabra de nuestra oración sea «Padre». Es el consejo de Jesús a los apóstoles lo que relanzó el Papa Francisco el jueves 20 de junio, por la mañana, durante la misa presidida en la capilla de la Domus Sanctae Marthae, concelebrada, entre otros, por el cardenal Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la educación católica, quien acompañaba a un grupo de colaboradores del dicasterio.
 El Pontífice repitió las recomendaciones de Jesús en el momento que enseñó el Padrenuestro a los apóstoles, según el relato del evangelista Mateo (6, 7-15). Para rezar —dijo en sustancia el Papa— no hay necesidad de hacer ruido ni creer que es mejor derrochar muchas palabras. No podemos confiarnos al ruido, al alboroto de la mundanidad individuado por Jesús en el «tocar la tromba» o en «ese hacerse ver el día de ayuno». Para rezar —repitió— no es necesario el ruido de la vanidad: Jesús dijo que esto es un comportamiento propio de los paganos.

El Papa Francisco fue más allá, afirmando que la oración no se ha de considerar como una fórmula mágica: «La oración no es algo mágico; no se hace magia con la oración». Relatando su experiencia personal, como hace con frecuencia, dijo que nunca se dirigió a quienes que prometen magias, pero sí ha sabido lo que sucede en este tipo de encuentros: se derrochan muchas palabras para obtener «ahora la curación, ahora otra cosa», con la ayuda de la magia. Pero —advirtió— «esto es pagano».
Entonces, ¿cómo se debe orar? Jesús nos lo enseñó: «Dice que el Padre que está en el cielo “sabe lo que necesitáis, antes incluso de que se lo pidáis”». Por lo tanto, la primera palabra debe ser «“Padre”. Esta es la clave de la oración. Sin decir, sin sentir, esta palabra no se puede rezar», explicó el Obispo de Roma. Y se preguntó: «¿A quién rezo? ¿Al Dios omnipotente? Está demasiado lejos. Esto yo no lo siento, Jesús tampoco lo sentía. ¿A quién rezo? ¿Al Dios cósmico? Un poco común en estos días, ¿no? Rezar al Dios cósmico. Esta modalidad politeísta que llega con una cultura superficial».Es necesario, en cambio, «orar al Padre», a Aquél que nos ha generado. Pero no sólo: es necesario rezar al Padre «nuestro», es decir, no al Padre de un genérico o demasiado anónimo «todos», sino a Aquél «que te ha generado, que te ha dado la vida, a ti, a mí», como persona individual, explicó el Pontífice.
 Es el Padre «que te acompaña en tu camino», quien «conoce toda tu vida, toda»; quien sabe lo que «es bueno y lo que no es tan bueno. Conoce todo». Pero esto no basta —precisó—: «Si no comenzamos la oración con esta palabra no pronunciada por los labios, sino dicha por el corazón, no podemos rezar como cristianos».
Para explicar todavía mejor el sentido de la palabra «Padre» el Pontífice volvió a proponer la actitud confiada con la que Isaac —«este muchacho de veintidós años no era un tonto», subrayó el Papa Francisco— se dirige al padre cuando se da cuenta de que no estaba el cordero para sacrificar y nace en él la sospecha de que él mismo era la víctima sacrificial: «Debía hacer la pregunta, y la Biblia nos dice que dijo: “Padre, falta el cordero”. Pero se fió de quien estaba a junto a él. Era su padre. Su preocupación: “¿tal vez soy la oveja?”,  la arrojó en el corazón de su padre».
Es lo que sucede también en la parábola del hijo que despilfarra la herencia «pero luego regresa a casa y dice: “Padre, he pecado”. Es la clave de toda oración: sentirse amados por un padre»; y nosotros tenemos «un Padre, muy cercano, que nos abraza» y a quien podemos confiarle todas nuestras preocupaciones porque «Él sabe lo que necesitamos».

 Pero, ¿es «un padre solamente mío?» —se preguntó una vez más el Pontífice—. Y respondió: «No, es el Padre nuestro, porque yo no soy hijo único. Ninguno de nosotros lo es. Si no puedo ser hermano, difícilmente puedo llegar a ser hijo de este Padre, porque es un Padre, con certeza, mío, pero también de los demás, de mis hermanos». Por ello —prosiguió— se deduce que «si yo no estoy en paz con mis hermanos, no puedo decirle Padre a Él. Y así se explica lo que dice inmediatamente Jesús, después enseñarnos el Padrenuestro: “Si vosotros perdonáis las culpas a los demás, vuestro Padre que está en los cielos os perdonará también a vosotros; pero si vosotros no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas».
 Entra en juego, por lo tanto, el perdón. Pero «es muy difícil perdonar a los demás», repitió el  Santo Padre. Es difícil de verdad, porque siempre llevamos dentro el dolor por lo que nos han hecho, por el mal recibido. No se puede rezar conservando en el corazón rencor hacia los enemigos. «Esto es difícil —subrayó el Pontífice—. Sí, es difícil, no es fácil». Pero —concluyó— «Jesús nos prometió el Espíritu Santo. Es Él quien nos enseña desde dentro, desde el corazón, cómo decir “Padre” y cómo decir “nuestro”», y cómo decirlo: «construyendo la paz con todos  nuestros enemigos»

PRESENTACION EN GRANADA DE LA INICIATIVA “UNO DE NOSOTROS”.

Charla-coloquio de presentación de la Iniciativa Ciudadana Europea "Uno de nosotros" en Granada

Día: 26 de junio de 2013
Hora: 18:00 h.
Lugar: Salón de Actos del Colegio de Farmacéuticos. 


Interviene: María Crespo, portavoz de la Iniciativa en España

LA DELEGACION DIOCESANA DE GRANADA DE ECUMENISMO CLAUSURA SU CURSO 2012-2013.

La Delegación diocesana de ecumenismo en Granada celebró el pasado día 18 una oración en la Iglesia Evangélica Española, ubicada en el Callejón del Pretorio.

Preparada y conducida por sus pastores -el matrimonio Israel y Eva-, asistieron diversos miembros de esta Iglesia, así como el padre franciscano Onofre Núñez, presidente de la Conferencia Española de Religiosos en Granada (CONFER Granada) -que colabora asiduamente con esta delegación diocesana de ecumenismo-, y católicos procedentes de diferentes movimientos como Renovación Carismática, Focolares, alumnos de la Escuela diocesana de formación San Gregorio de Elvira y un matrimonio de pastores de la Iglesia Bautista situada en la calle Ángel Barrios.

“Fue un momento muy bonito en el que se siente que es más fuerte lo que nos une que lo que nos separa: es la fe en Jesús resucitado que con su Espíritu ilumina, sana, consuela, la certeza de su presencia cuando nos encontramos en su nombre y nos amamos como Él nos amó y escuchamos y ponemos en práctica sus palabras”, explicó la Delegación de ecumenismo en Granada. “Con esa fuerza debemos salir fuera y dar testimonio a todos los hombres sedientos y necesitados de un Dios que se acerca a ellos”, señalaron.

En el encuentro del pasado día 18 también asistieron los delegados diocesanos de Pastoral Familiar, Francisco Huertas y Toñi Delgado, quienes contaron su impresión y experiencia con motivo de la visita en Ginebra a la sede del Consejo Mundial de las Iglesias, lo que permitió a los asistentes conocer de primera mano cómo se está trabajando en los organismos internacionales por la unidad de los cristianos.


FUENTE: REVISTA FIESTA (SEMANARIO DIOCESANO DE LAS DIOCESIS DE GRANADA Y GUADIX-BAZA)

viernes, 14 de junio de 2013

LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA PUBLICA ''ORIENTACIONES PASTORALES PARA LA COORDINACIÓN DE LA FAMILIA, LA PARROQUIA Y LA ESCUELA EN LA TRANSMISIÓN DE LA FE''

Una propuesta de coordinación pastoral de la familia, la parroquia y la escuela

MADRID, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - La Conferencia Episcopal Española ha publicado el documento "Orientaciones pastorales para la coordinación de la familia, la parroquia y la escuela en la transmisión de la fe". Se trata de un texto cuyo autor es la XCVII Asamblea Plenaria. La última Comisión Permanente, de 25 de febrero, le dio el visto bueno definitivo.
Elaborado por la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, el documento acoge las orientaciones dadas por Benedicto XVI acerca de la llamada “emergencia educativa” y propone como una de las primeras respuestas de la Iglesia el “aunar esfuerzos, compartir experiencias, dedicar personas y priorizar recursos, con el fin de coordinar objetivos y acciones entre los diversos ámbitos: familia, parroquia y escuela, en orden a la transmisión de la fe, hoy”.
Las Orientaciones pastorales que ahora se publican “quieren ayudar a los padres de familias en su difícil y hermosa responsabilidad de educar a sus hijos; a los sacerdotes y catequistas en las parroquias en la paciente y apasionante misión de iniciar en la fe a las nuevas generaciones de cristianos; así como a los profesores de religión en los centros de enseñanza, estatales y de iniciativa social, católicos o civiles, preocupados y entregados a la noble tarea de formación de niños y jóvenes”.
El documento está estructurado en cinco capítulos: en el primero, se hace un breve análisis de las necesidades, dificultades y posibilidades de la transmisión de la fe en la familia cristiana, la catequesis parroquial y la enseñanza religiosa escolar; en el segundo, se trata de los responsables de la coordinación de objetivos y acciones; en el tercero, se exponen los servicios distintos y complementarios que corresponden a los diversos ámbitos; en el cuarto, se señalan las dimensiones específicas de estos servicios en la transmisión de la fe; y, en el quinto, se ofrecen aquellos medios que favorecen y ayudan a la transmisión de la fe, hoy, según las distintas situaciones de los destinatarios y las diversas responsabilidades de padres, catequistas y profesores.
Una propuesta en el contexto de la “nueva evangelización”

El primer capítulo comienza analizando los distintos factores que hoy “son signo y causa de un radical cambio de mentalidad respecto al valor de lo recibido por herencia y tradición” (dispersión, fragmentación de la persona, modelos de referencia poco consistentes, etc.). Todo ello ha repercutido de manera significativa en los lugares de transmisión de la fe: familia, escuela, ambiente, e incluso, en grupos de identidad eclesial. “Más allá de la resignación, el lamento, el repliegue o el miedo, los papas alientan a la Iglesia a revitalizar su propio cuerpo, poniendo en el centro a Jesucristo, el encuentro con él y la luz y la fuerza del Evangelio”.
El texto que ahora ofrecen los obispos se enmarca en este contexto de “nueva evangelización”. Aun reconociendo las dificultades que plantea la coyuntura actual, “estamos persuadidos –subrayan- de que desde una sana antropología, los niños, adolescentes y jóvenes poseen un gran depósito de bondad, de verdad y de belleza que los antivalores reseñados no pueden ocultar ni destruir. De hecho se advierte una sed generalizada de certezas, de valores y de objetivos elevados que orienten la propia vida”.
Responsables de la coordinación
En el segundo capítulo las Orientaciones pastorales inciden en que “transmitir o comunicar la fe es responsabilidad propia de todos los creyentes de cualquier edad y condición. Podemos decir que se trata de una tarea de corresponsabilidad entre los pastores de la Iglesia, padres de familia, catequistas, profesores, animadores de grupos, etc.”
Los obispos recuerdan el papel especial e insustituible que los laicos cristianos tienen en la comunicación de la fe, la importancia de que el empeño educativo se realice en comunión al servicio de la misión, y de esta manera va recorriendo las diferentes responsabilidades que se tienen en la parroquia, en el arciprestazgo, o en la escuela; en particular, en la escuela católica, que “debe ser un referente educativo no solo en su acción formativa, sino en el testimonio de las personas consagradas y profesores cristianos laicos. Este testimonio solo será eficiente si se realiza dentro de la espiritualidad de comunión eclesial”.
El servicio de la familia, la parroquia y la escuela
El tercer apartado es un capítulo central en el documento y en él se especifica cuál es el servicio de la familia, la parroquia y la escuela en la transmisión de la fe. En él se reconoce a la familia como “primera escuela” e “iglesia doméstica”. “Los padres son los principales y primeros educadores. Ellos son el espejo en el que se miran los niños y adolescentes (…) La iniciación en la fe cristiana es recibida por los hijos como la transmisión de un tesoro que sus padres les entregan, y de un misterio que progresivamente van reconociendo como suyo y muy valioso. Los padres son maestros porque son testimonio vivo de un amor que busca siempre lo mejor para sus hijos, fiel reflejo del amor que Dios siente por ellos”.
Como “iglesia doméstica” que es, la función educadora de la familia no se queda en el testimonio, de por sí imprescindible, sino también en la presentación de los contenidos de la fe, adecuados a la edad de los hijos, y en ser el marco propicio donde se descubran, asuman y practiquen las virtudes cristianas, más aún en un ambiente social desfavorable.
Respecto a la acción catequética en la parroquia, se señala que “en la situación actual, todo el proceso de iniciación cristiana exige una atenta reflexión sobre su significado y su forma de realización”. Concierne a la parroquia promover el primer anuncio de llamada a la fe (no debe presuponerse siempre que el despertar religioso ha surgido en el seno de la familia), y se invita a que exista una relación, que resulta básica, entre iniciación cristiana familiar y catequesis parroquial.
Con respecto a la enseñanza religiosa en la escuela, en el documento se recuerda que se trata de “un derecho y un deber de los padres y alumnos católicos”, y en concreto en este capítulo se explica en qué consiste la peculiaridad de esta enseñanza: “presenta el mensaje y acontecimiento cristianos en sus elementos fundamentales, en forma de síntesis orgánica y explicitada de modo que entre en diálogo con la cultura y las ciencias humanas, a fin de procurar al alumno una visión cristiana del hombre, de la historia y del mundo, y abrirle desde ella a los problemas del sentido último de la vida”.
La religión no es solo una realidad interior, aunque esto para el creyente sea lo decisivo; la religión ha sido a lo largo de la historia, como lo es en el momento actual, un elemento integrante del entramado social humano y un ineludible hecho cultural. “Por ello, los contenidos fundamentales de la religión dan claves de interpretación de las civilizaciones. Y si la religión es un hecho cultural importante que subyace en el seno de nuestra sociedad, es evidente que su incorporación a la escuela enriquece y es parte importante del bagaje cultural del alumno”.
Frente a algunas voces que cuestionan la presencia de la religión en la escuela, en el texto se ofrecen algunos motivos que autorizan su presencia, como son por ejemplo el hecho de que sea necesaria para “comprender la civilización europea en la que estamos sumergidos”, el que esta enseñanza, bien realizada, “favorece la unidad interior del alumno creyente”, y el hecho de que “brinde al alumno motivos para vivir, le ofrezca valores morales a los que adherirse y le indique caminos para orientar su comportamiento”.

Por último, la enseñanza de la religión tiene también una evidente dimensión evangelizadora. “Siguiendo las orientaciones de Benedicto XVI,hemos de subrayar que la enseñanza religiosa, lejos de ser solamente una comunicación de datos fácticos, informativa, la verdad amante del Evangelio es creativa y capaz de cambiar la vida, es performativa. Por ello, esta materia no puede reducirse a un mero tratado de religión o de ciencias de la religión, como desean algunos; debe conservar su auténtica dimensión evangelizadora de transmisión y de testimonio de fe. Por ello, los profesores deben ser conscientes de que la enseñanza religiosa escolar ha de hacer presente en la escuela el saber científico, orgánico y estructurado de la fe, en igualdad académica con el resto de los demás saberes, haciendo posible el discernimiento de la cultura que se transmite en la escuela y respondiendo a los interrogantes de los alumnos, en especial a la gran pregunta sobre el sentido de la vida”.
Elementos al servicio de la transmisión de la fe
El cuarto capítulo recoge, de forma práctica, los elementos al servicio de la transmisión de la fe en la familia, la parroquia y la escuela. “Uno de los elementos a tener en cuenta a la hora de coordinar la educación cristiana –comienza diciendo el texto- es el de las dimensiones específicas de cada institución y es particularmente necesario en lo que se refiere a los contenidos. Cuidando lo característico y propio, se favorece mejor lo complementario”.
La familia debe cuidad el despertar religioso del niño, su capacidad de admiración  y ayudarle a descubrir a Dios, también en la oración. La catequesis debe tener en cuenta la síntesis de la fe desde la vivencia y la escuela, por su parte, la síntesis de fe desde el saber.
El texto propone una serie de contenidos que orientan un itinerario orgánico y sistemático; ofrece un itinerario marco para la formación religiosa de los adolescentes; y detalla referencias concretas a la psicología de la adolescencia, dado que el mensaje cristiano es sembrado en una “tierra abonada de elementales necesidades y de sorprendentes posibilidades”, donde conviene tener en cuenta de manera muy especial cuestiones como la libertad, la confianza, la amistad, la compañía y la celebración.
Medios y modos

Las Orientaciones pastorales terminan con un capítulo dedicado a los medios y modos para la coordinación en la transmisión de la fe. Repasa las situaciones que hay que tener en cuenta a las distintas edades; urge a los padres, catequistas, profesores y alumnos a dar testimonio cristiano; y repasa los medios y servicios mutuos que hay que tener en cuenta y prestar en los distintos ámbitos. “Los catequistas, profesores y padres, interrelacionados, han de ofrecer un testimonio coherente y concorde con los valores que la enseñanza religiosa propone y fundamente, así como han de valorarse positivamente en aquello que cada uno realiza según su función”.
“Invitamos a todas las instituciones implicadas –concluyen los obispos- a colaborar en este proyecto al servicio de la transmisión de la fe. Formar a las nuevas generaciones siempre ha sido una labor ardua, pero gratificante. En las circunstancias actuales que nos toca vivir, podemos afirmar a que es un tarea difícil, pero apasionante. Hoy, necesitamos educadores en la fe que sean maestros y testigos: o, mejor, testigos para ser maestros” (…) Es una ocasión para fomentar, de nuevo, la educación cristiana a todos los niveles y ofrecerla como alternativa  a otras. La Conferencia Episcopal Española estudiará las posibilidades de un proyecto educativo católico que contemple una visión coherente, armónica y completa del hombre, con objetivos, acciones y medios adecuados, y que sirva como marco de referencia para todas las instituciones educativas católicas. En palabras del beato Juan Pablo II, somos conscientes de que está en juego el futuro de la transmisión de la fe y su realización”.


lunes, 10 de junio de 2013

JORNADA DE LA EVANGELIUM VITAE: “CREYENDO TENEMOS LA VIDA”

El encuentro que tendrá lugar en Roma el 15 y 16 de junio es una oportunidad para todos los fieles de reunirse junto al Santo Padre, para orar, celebrar y testimoniar el valor de la vida, como algo sagrado, la vida del todavía no nacido, de los ancianos, de los enfermos, de los agonizantes....

Recuerda el Arzobispo Rino Fisichela, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, que este evento será también la ocasión para celebrar, afirmar y alentar a cuantos con tanta dulzura se abandonan a seguir los pasos del Buen Pastor, dedicándose a las necesidades físicas, emocionales y espirituales de quien es anciano, discapacitado, enfermo, no nacido o sufriente, de aquellos que viven afligidos física y mentalmente, y de todos los que viven situaciones de sufrimiento.
Una llamada para que sean muchos los que se puedan reunir en la Plaza San Pedro de forma que resuene en todo el mundo como una única voz las palabras de Jesús: “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Jn 10:10, cfr. Evangelium Vitae, 1), continuaba diciendo Monseñor Fisichela.

Esperamos la programación de 13 TV para el fin de semana 15 y 16 para unirnos a los eventos que se celebraran en Roma y poder participar, aunque sea en la distancia en esta Jornada de la Evangelium Vitae: CREYENDO TENEMOS LA VIDA”.

martes, 4 de junio de 2013

«AMAR EN LA DIFERENCIA. LAS FORMAS DE LA SEXUALIDAD Y EL PENSAMIENTO CATÓLICO».

Presentación del libro «Amar en la diferencia. Las formas de la sexualidad y el pensamiento católico».
El libro, publicado – en su edición en español –  por la Biblioteca de Autores Cristianos, es fruto de un Simposio sobre «La cuestión referida a la atracción sexual hacia el mismo sexo» organizado en Roma por el Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el Matrimonio y la Familia acogiendo una petición explícita de la Congregación para la Doctrina de la Fe. La presentación de la edición española ha sido realizada por Mons. Juan Antonio Reig Pla.
El acto tendrá lugar (D.m.) el próximo día 10 de junio, lunes, a las 20:00 horas en el Salón de Actos de la COPE (C/ Alfonso XI, 4, 4ª planta – Madrid). Los asistentes deberán imprimir la invitación y llevarla consigo.
En la presentación intervendrán: Mons. Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares, Presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española y Vicepresidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el matrimonio y la familia (sección española); P. Juan de Dios Larrú, Decano de la sección española del mismo Instituto; y P. Carlos Granados, Director de la Biblioteca de Autores Cristianos.

Entradas relacionadas publicadas en el BLOG DE PASTORAL FAMILIAR DE LA DIOCESIS DE GRANADA. “La esperanza no defrauda”.

‘POR EL BORDE DEL PRECIPICIO. AUTOBIOGRAFÍA DE HERMANN. SCHEIPERS.

Presentación del libro 
Por el borde del precipicio”, 
(Ediciones Voz de los Sin Voz)

Tendrá lugar el próximo jueves 6 de junio a las 12’00 h en el salón de actos del Centro de Magisterio ‘La Inmaculada’ (Joaquina Eguaras 114)
Autobiografía de Hermann. Scheipers: Sacerdote bajo dos totalitarismos.
De los campos de concentración nazis a la persecución comunista.

Presentan:
Dr. José Ramón Peláez (Prof. Instituto Lumen Gentium, de Granada)

Dra. Mª Isabel Rodríguez (Traductora del libro y Prof. Centro de Magisterio La Inmaculada. Universidad de Granada)

domingo, 2 de junio de 2013

PAPA FRANCISCO: "NO SE PUEDE ANUNCIAR A JESÚS CON CARA DE FUNERAL"

"Muchas veces nos gustan más las lamentaciones"



 El Espíritu Santo es "el autor" de la alegría cristiana, y para anunciar el Evangelio es necesario tener en el corazón la alegría que da el Espíritu de Dios. Lo repitió el Papa Francisco durante la Misa de la mañana celebrada en la Domus Santa Marta. Concelebraron con él el cardenal Jozef Tomko, el arzobispo de Faridabad-Delhi, Kuriakose Bharanikulangara, y el de Belo Horizonte,Walmor Oliveira de Azevedo. Entre los participantes en la Misa, un grupo de trabajadores de los Servicios económicos del Vaticano, con el director Sabatino Napolitano, y colaboradores de la Guardia Suiza.

 Con cara de funeral no se puede anunciar a Jesús El Papa Francisco traza una línea de demarcación respecto a una cierta forma de entender la vida cristiana, caracterizada por la tristeza. La reflexión partió las dos lecturas de la misa de hoy. La primera, del profeta Sofonías, recoge la exclamación "¡Alégrate! ¡Grita de alegría, el Señor está en medio de ti!". La segunda, tomada del Evangelio, habla de Isabel y el del niño que "salta de alegría" en su seno al oír las palabras de María - de quien el Papa, como el domingo pasado, subraya la "prisa" con la que acudía en ayuda de su prima.
Por tanto, observa el Papa Francisco,"es todo alegría, alegría que es fiesta". Y sin embargo, prosigue "nosotros los cristianos no estamos muy acostumbrados a hablar de gozo, de alegría","creo que muchas veces nos gustan más las lamentaciones". 
"Es precisamente el Espíritu el que nos guía: Él es el autor de la alegría, el Creador de la alegría. Y esta alegría en el Espíritu, nos da la verdadera libertad cristiana. Sin alegría, los cristianos no podemos ser libres, nos hacemos esclavos de nuestras tristezas. El gran Pablo VI decía que no se puede llevar el Evangelio con cristianos tristes, decepcionados, desanimados. No se puede. Esta actitud un poco fúnebre, ¿eh? Muchas veces los cristianos tienen cara más de ir a un funeral que de ir a alabar a Dios, ¿no? Y de esta alegría viene la alabanza, esta alabanza de María, esta alabanza que dice Sofonías, esta alabanza de Simeón, de Ana: ¡la alabanza de Dios
"Es precisamente el Espíritu el que nos guía: Él es el autor de la alegría, el Creador de la alegría. 
Y esta alegría en el Espíritu, nos da la verdadera libertad cristiana. Sin alegría, los cristianos no podemos ser libres, nos hacemos esclavos de nuestras tristezas. El gran Pablo VI decía que no se puede llevar el Evangelio con cristianos tristes, decepcionados, desanimados. No se puede. Esta actitud un poco fúnebre, ¿eh? Muchas veces los cristianos tienen cara más de ir a un funeral que de ir a alabar a Dios, ¿no? Y de esta alegría viene la alabanza, esta alabanza de María, esta alabanza que dice Sofonías, esta alabanza de Simeón, de Ana: ¡la alabanza de Dios

¿Y cómo se alaba a Dios? Se le alaba saliendo de nosotros mismos, "gratuitamente, como es gratuita la gracia que Él nos da", explica el Papa Francisco. El mismo invita a un examen de conciencia sobre la manera de rezar a Dios, dirigiendo a los presentes esta pregunta: 
"Usted que está aquí en Misa, ¿usted alaba a Dios o sólo le pide o le da gracias? ¿Pero alaba a Dios? Es algo nuevo, nuevo en nuestra vida espiritual. Alabar a Dios, salir de nosotros mismos para alabar; perder tiempo alabando. ‘¡Esta Misa, qué larga se ha hecho!'. Si no alabas a Dios, no conoces esa gratuidad de perder el tiempo alabando a Dios, la Misa es larga. Pero si tienes esta actitud de alegría, de alabanza a Dios, ¡eso es hermoso! La eternidad será eso: ¡alabar a Dios! Y no será aburrido: ¡será bellísimo! Esta alegría nos hace libres".
El modelo de esta alabanza y de esta alegría es de nuevo la Madre de Jesús. "La Iglesia - recuerda el Papa Francisco - la llama "causa de nuestra alegría", Causa Nostrae Letitiae. ¿Por qué? Porque trae la alegría más grande, que es Jesús":
"Debemos rezar a la Virgen, para que al traer a Jesús nos de la gracia de la alegría, la libertad de la alegría. Que nos de la gracia de alabar, de alabar con una oración de alabanza gratuita, de alabanza, porque Él es digno de alabanza siempre. Rezar a la Virgen y decirle como dice la Iglesia: Veni, Precelsa Domina, Maria, tu nos visita, ¡Señora, visítanos y danos la alegría, tu que eres tan grande!"


DONDE ESTÁ TU CORAZÓN DE Mª TERESA SÁNCHEZ CARMONA

Que las cosas más valiosas ni son “cosas” ni se compran con dinero es un tópico que todos conocemos. Que su valor depende del peso que les damos en nuestra vida es algo que conviene recordar de vez en cuando. El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante revela el zorro al Principito, y acaso sea bueno pararse a pensar cuál es el foco de atención que ahora nos ocupa. El de la sociedad es a todas luces evidente. En las noticias, la televisión y la radio, en las redes sociales, todo gira en torno a los mismos temas: la crisis económica, el rescate de los bancos, el paro, la corrupción política, la (más que lógica) indignación y el malestar generalizado.
Está claro que no podemos vivir al margen de estas cuestiones, que resulta imprescindible tomar conciencia y aún alzar la voz para revertir esta situación y empezar a construir un mundo más justo y solidario. Sin embargo, quisiera llamar la atención sobre el hecho de que la crisis se haya convertido en el eje central de nuestras vidas, motor de nuestras acciones, causa de nuestros desvelos, responsable de muchas partidas, fin que justifica los medios y tema de todas las conversaciones. Lógico que así sea, pero me da por pensar que al cabo – seamos o no conscientes – el “dios” al que nos entregamos cada día no es más que aquello en que nos centramos “con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente”. Y me pregunto si verdaderamente “queremos” darle tanta importancia a este culto desmedido, a esta cultura de la economía.
Porque verán ustedes, sucede que miro a mi alrededor y veo a todo el mundo triste y desesperanzado; que desde hace un tiempo todo se ha vuelto gris, que hemos perdido el interés (nunca mejor dicho) por esos otros valores que no se compran con dinero, cuyo brillo es más hermoso y duradero que el de cualquier metal. Miro a mi alrededor y veo una sociedad en la que, por economizar, se ha recortado hasta en compartir las emociones: economía del lenguaje (¡pocas palabras bastan!), de las letras de un mensaje (140 caracteres) y hasta damos las noticias por whatsapp o mensaje para ahorrar tiempo. Contemplo una sociedad en la que ya no nos miramos a los ojos: los apartamos con pudor apenas se cruzan las miradas, fijas en una pantalla de móvil o en el lado opuesto de la acera si pasamos junto a un mendigo. Ojos esquivos para evitar que nos paren por la calle porque (¡seguro!) algo querrán pedirnos. Y la vida transcurre a nuestro lado plagada de encuentros que pudieron haber sido… y no. Suerte que la maravilla sigue fluyendo entre nosotros, a la espera de que queramos atenderla.
Dejen que les cuente una anécdota: hace unas semanas estaba sentada en una terraza con una amiga. Charlábamos animadamente cuando un señor con un acordeón vino y empezó a tocar junto a nosotras. Mi primera reacción fue de cierta molestia por la interrupción inoportuna. Sonriendo, el hombre nos dirigió algún piropo y tocó algunas piezas, todo con una amabilidad exquisita. Tendría unos sesenta años. Tras unos minutos en que nadie detuvo su conversación ni levantó la cabeza del plato, se acercó a pedir una moneda. Me llamó la atención su dignidad, su serena presencia, la sensación de ser alguien con mucho vivido. Por su acento deduje que era argentino. Extendí el brazo para darle algo mientras le daba la típica excusa de que no llevaba más dinero encima. Entonces él me tocó delicadamente la mano, me sonrió y mirándome con ojos profundos dijo: «Muchas gracias, princesa. ¡Soy afortunado! No importa si es mucho o poco lo que se da. Lo importante es QUERER DAR algo».


Comprendí que aquel hombre no sólo no pedía sino que me había hecho un precioso regalo: me ofreció la música, la caricia, la mirada, la sonrisa, la gratitud desbordada, una perla de sabiduría. ¡Qué pobre había sido yo, y cuánta su riqueza! Me hizo comprender que siempre tendré algo que ofrecer a los demás: detalles que no responden al pragmatismo de “me piden, doy y listo”, sino que implican un detenerse ante el otro, un mostrarse disponible con la atención puesta en el “qué” y el “cómo”, una mirada cálida, una sonrisa amiga. En Asia esta actitud se denomina “Namasté”, y corresponde al gesto de detenerse ante el otro, unir las manos a la altura del corazón y hacer una inclinación de cabeza. “Namasté” significa: “Yo honro el lugar dentro de ti donde el Universo entero reside. Yo honro el lugar dentro de ti habitado por el amor, la luz, la paz y la verdad. Yo honro el lugar dentro de ti donde, cuando tú estás en ese punto y yo en el mío, somos sólo Uno”.
Entiéndanme, sé que parece una postura muy mística que en nada nos ahorra los disgustos y preocupaciones que tenemos encima. No crean que me es ajena esta problemática: el inmenso dolor, la dignidad herida, los sueños frustrados de tantos jóvenes y adultos, de tantas familias… Yo soy uno de esos 4.980.778 parados de España que recogen las estadísticas. Pero aunque éste sea un problema que toca enfrentar, me niego a concederle el papel central en mi vida. Y comprendo ahora el alcance de la expresión: No podéis servir a Dios y al dinero (Mt. 6,24)No hay por qué restringirlo al modelo cristiano: piense cada uno cuál es el “dios” de su vida, la fuerza que le hace levantarse, aquello para lo que vive, que absorbe su tiempo y su energía. En mi caso, si “mi dios” es el amor, la sensibilidad y la ternura; si por encima de todo quiero hacer de mi vida un canto a la belleza, la humanidad y la justicia… no puedo entregarme a esos valores y a la vez hundirme porque va mal la economía. Pura cuestión de interés, pero no puedo vivir con el corazón divido. Así que seguiré en paro, buscando como todos una salida, pero mientras ELIJO la alegría de quien sabe en el fondo cuál es su verdadera riqueza: Porque donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón (Mt. 6,21).
Creo que ésta es una época privilegiada para replantearnos en qué basamos (o tasamos) nuestra felicidad cotidiana; cuál es nuestro “Dios” y el corazón de nuestra vida (porque “de lo que rebosa el corazón, hablan los labios”). Momento de replantear no lo que tenemos sino lo que somos; no lo que damos sino la voluntad de dar; no el intercambio sino el compartir amoroso que brota de mirar el mundo con ojos recién nacidos, de tener el oído atento a la escucha humilde, abiertos los brazos, el corazón despierto y disponible. «Ubi Amor, ibi oculus» (donde hay amor, hay visión). Es importante ver los “signos de los tiempos” en esta época que toca vivir y afrontarlos con ánimo renacido. Y saber que no caminamos solos, que muchas personas están en búsqueda, convencidas de que otra sensibilidad es aún posible.
Quizá esta actitud no nos arregle los problemas financieros, pero ayuda a plantear desde otra clave nuestra vida. Es la firme opción por empezar cada mañana sonriendo, por tener una palabra amable, privilegiar las buenas noticias, por tener siempre listo un abrazo (venciendo ese pudor que nos hace esperar “el momento oportuno”. ¡No perdáis ocasión! ¡abrazad a los que amáis hoy, ahora, sin excusas, sin motivo!). Quizá no tengamos dinero pero sí una pasión capaz de sanar este mundo dolorido. Estamos llamados a tener un corazón imbatible. En los tiempos que corren, la mayor heroicidad consiste en sembrar gestos de esperanza que resuciten esta tierra yerma. No porque vivamos al margen de los problemas, sino por puro convencimiento de que el optimismo, la gratuidad y la bondad son hoy una apuesta necesaria y un revulsivo.
Por supuesto que la crisis nos afecta, pero héroes son aquellos – decía Thomas Carlyle – que aun siendo frágiles como todos, enfrentan sus miedos y siguen adelante. Hoy más que nunca necesitamos héroes de carne y hueso: vecinos, hermanos, amigos que emprendan ese otro rescate igualmente necesario: cultivar el placer de los detalles, el gusto por simplificar la vida, el deseo de conectar con lo esencial que da saber y sabor a cada día. Necesitamos mujeres y hombres, niños, abuelas que – despojados de títulos y méritos, cheques y chaquetas – nos saquen del mono-tema y nos recuerden lo que de verdad importa, qué «queremos dar» a la gente que nos rodea. No sé hacia dónde irá la crisis, pero acaso baste con saber dónde está nuestro corazón… y hacia dónde nos lleva.
                                                                                      María Teresa Sánchez Carmona,

ONE OF US: “UNO DE NOSOTROS”

SIGUE LA RECOGIDA DE FIRMAS.

A final de mayo ya se llevaban recogidas casi 500.000 firmas, de la iniciativa europea “One os Us”, que se propone recoger firmas para conseguir el compromiso de la Unión Europea de que no se financiarán acciones que presupongan o favorezcan la destrucción de embriones humanos. Ya le hemos dedicado varias entradas a la iniciativa en nuestro blog, pero el 1 de noviembre es la fecha límite para llegar a un millón, cifra que valida la Iniciativa, por la que llevamos meses trabajando.
La cultura de la muerte se ha instalado entre nosotros, y la sociedad europea se queda indiferente, resignada a ver normal que la vida deja de ser un derecho, y se puede actuar contra la vida, con la misma tranquilidad de quien se cambia el color del pelo, o se decide el tipo de refresco que en ese momento le apetece.
UNO DE NOSOTROS es una iniciativa más para fortalecer la cultura de la vida, y de ir en contra de la resignación con la que muchos ven los asuntos referidos a la vida. La campaña es un grito, un fuerte SI A LA VIDA, a la defensa de la

vida, como ciudadanos queremos que sea una acción más entre las muchas que se realizan a favor de la vida y para eso tenemos que trabajar todos, para que tenga un impacto social y la vida no sea defendida solo como un derecho, sino como un bien.
Hay que llegar al corazón de las personas, provocar un cambio de actitudes, y aquí la familia juega un papel importante: es donde nacen y se forma las personas, en la familia es normal vivir la donación, el darse al otro, tenemos que ser protagonistas de la historia, tiene que llegar el día en que el aborto se verá como una pesadilla lejana, como algo que la historia recordará como un crimen social.
Tenemos que saltar, como la rana, de la olla con agua tibia, y no dejarnos cocer a fuego lento, tenemos que despertar, y ver que trabajar en la defensa de la vida no es una acción que nos reconforta y tranquiliza la conciencia. Un aborto es un crimen, no solo contra el bebé al que se le impide nacer, es  un crimen contra la humanidad, es un mal que tiene que acabar.

Para más información pinchar en el enlace: One osUs

sábado, 1 de junio de 2013

PALABRA DE VIDA DE JUNIO DE 2013.

Pero si obrando el bien soportáis el sufrimiento, esto es cosa bella ante Dios» (I P 2, 20)
El apóstol Pedro está instruyendo a sus comunidades sobre el espíritu genuino del Evangelio en sus aplicaciones concretas, con especial referencia a la condición y al estado de vida al que cada cual pertenece.
Aquí se dirige a los esclavos que se han convertido a la fe, quienes, como todos los esclavos en la sociedad de entonces, sufrían incomprensiones y maltratos completamente injustos. Estas palabras van dirigidas por extensión a todas las personas que en cualquier tiempo y lugar tienen que sufrir incomprensiones e injusticias por parte de sus prójimos, sean éstos superiores o iguales.
«Pero si obrando el bien soportáis el sufrimiento, esto es cosa bella ante Dios».
A estas personas el apóstol les recomienda que no cedan a la tentación instintiva que podría surgir en semejantes situaciones, sino que imiten el comportamiento de Jesús. Incluso los exhorta a responder con amor y a ver en esas dificultades e incomprensiones una gracia, es decir, una ocasión permitida por Dios para dar prueba del auténtico espíritu cristiano. Además, de este modo, mediante el amor, podrán llevar hasta Cristo a quien no los comprende.
«Pero si obrando el bien soportáis el sufrimiento, esto es cosa bella ante Dios».
Algunas personas, partiendo de estas palabras o de otras similares, quisieran acusar al cristianismo de favorecer una excesiva sumisión, que adormecería las conciencias y las haría menos activas en la lucha contra las injusticias.
Pero no es así. Si Jesús nos pide que amemos a quienes no nos entienden y nos maltratan, no es porque quiera hacernos insensibles a las injusticias; ¡al contrario! Quiere enseñarnos cómo construir una sociedad verdaderamente justa. Esto se puede hacer difundiendo el espíritu del amor verdadero, empezando por ser nosotros los primeros en amar.
«Pero si obrando el bien soportáis el sufrimiento, esto es cosa bella ante Dios».
¿Cómo vivir, pues, la Palabra de vida de este mes?
También nosotros hoy podemos sentirnos incomprendidos y maltratados de muchos modos, empezando por la falta de delicadeza y los desprecios o también mediante juicios malévolos, ingratitudes, ofensas e injusticias en toda regla.
Pues bien: incluso en todas estas ocasiones debemos dar testimonio del amor que Jesús trajo a la tierra y tuvo por todos, es decir, también por quienes nos tratan mal.
La Palabra de este mes quiere que, aun defendiendo legítimamente la justicia y la verdad, no olvidemos nunca que nuestro primer deber como cristianos es amar al otro, es decir, tener con él esa actitud nueva de comprensión, acogida y misericordia que Jesús tuvo con nosotros. De este modo, incluso aunque defendamos nuestras razones, nunca romperemos la relación, no cederemos a la tentación del resentimiento o de la venganza.
Y actuando así, como instrumentos del amor de Jesús, también nosotros seremos capaces de llevar a nuestro prójimo hasta Dios.

                                                                                                                                       Chiara Lubich