La Iglesia publicó el instrumento de trabajo para el Sínodo de los
Obispos a celebrarse en octubre, en el cual discutirán “los desafíos pastorales
de la familia en el contexto de la Evangelización”, como reza el título del
documento.
Me parece un texto muy interesante, producto de un sondeo entre los
católicos del mundo. No es un instrumento pastoral, ni doctrinario, sino el
sentir de la Iglesia en su gran complejidad. A bote pronto comparto algunas
reflexiones.
1.- Los católicos estamos dando un paso muy importante para actualizar
nuestra reflexión sobre la familia. Basta una pequeña mirada al texto para
observar su sintonía con los documentos posconciliares que marcan una
renovación doctrinal muy importante. Y si bien la intención es pastoral,
también impactará positivamente nuestra participación en el intenso debate
público.
2.- La perspectiva de familia mostrada en el documento indica
claramente que la Iglesia supera, con mucho, los estrechos márgenes en los
cuales se mueve la intelectualidad occidental, progresista y conservadora, que
dice liderar el debate internacional. Los católicos, sin renunciar un ápice a
sus convicciones, quieren hacerse cargo de las familias en realidades
culturales tan diversas como Pakistán o los barrios bajos de Nueva York. La
Iglesia, hoy, es más católica que nunca.
3.- Queda claro que los católicos tenemos una idea muy alejada de la
llamada “familia tradicional”, tal y como la intelectualidad occidental la
presenta. Se trata de una imagen de caricatura de la era victoriana, tan
marcada por el puritanismo que también influyó en la catolicidad de aquella
época; pero ya no más, fuera de algunos norteados con bocina. El documento deja
claro que los católicos desconfiamos de un modelo de familia en el cual el
hombre, reducido a simple proveedor de bienes y servicios, no tiene relación
afectiva con su esposa e hijos, donde la mujer carece de oportunidades para
expresarse dentro y fuera de la familia y los hijos son obedientes espectadores
de la comedia matrimonial.
4.- Comprendo que, en el intenso debate que se desarrolla en occidente,
muchos ideólogos liberales y conservadores encuentran útil a sus intereses
adjudicar a la Iglesia una fijación con el modelo victoriano. Sin embargo,
batallan contra un fantasma que ellos mismos inventaron. La Iglesia por su
perspectiva global, profunda renovación doctrinaria y ante la urgencia
pastoral, va mucho más allá de tan estrechos márgenes.
5.- El documento muestra siete ideas que considero muy
relevantes. Una, hay claridad doctrinaria. Dos, existe gran exigencia para
mirar desde la misericordia. Tres, las familias se consideran la base de la
convivencia social en cualquier cultura y la principal fuente de bienestar
personal y social. Cuatro, en el mundo, mucho más grande de lo que suponen los
ideólogos occidentales, existen diversas formas de la vida familiar. Quinto, no
todas las estructuras familiares operan con igual eficacia en la protección de
sus miembros, empezando por niños y ancianos. Sexto, por ende, es imperioso
articular la pastoral familiar desde la caridad, para atender primero a los más
necesitados. Séptimo, deben ponerse los medios necesarios para apoyar a las
formas de la vida familiar más frágiles, con miras al bien común de sus
miembros y de la sociedad.
En suma, los católicos que participaron en el sondeo presentan una
serie de inquietudes marcadas por el sentido común. Su lectura me parece
indispensable. No hay pretexto (www.vatican.va) y de ahí al Sínodo de
los Obispos).
TEXTO DE JORGE TRASLOHEROS
FUENTE: ALETIA
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