“Queridas familias cristianas: ¡anunciad con alegría al mundo entero el
maravilloso tesoro que, como iglesias domésticas, lleváis con vosotros! Esposos
cristianos, en vuestra comunión de vida y amor, en vuestra entrega recíproca y
en la acogida generosa de los hijos, ¡sed en Cristo luz del mundo! El Señor os
pide que seáis cada día como la lámpara que no se oculta, sino que es puesta
"sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en la
casa" (Mt 5,15).
Sed ante todo "buena noticia para el tercer milenio"
viviendo con empeño vuestra vocación. El matrimonio que habéis celebrado un
día, más o menos lejano, es vuestro modo específico de ser discípulos de Jesús,
de contribuir a la edificación del Reino de Dios, de caminar hacia la santidad
a la que todo cristiano está llamado. Los esposos cristianos, como afirma el
Concilio Vaticano II, cumpliendo su deber conyugal y familiar, "se acercan
cada vez más a su propia perfección y a su santificación mutua" (Gaudium
et spes, 48).
…
“Esposos cristianos, sed "buena noticia para el tercer
milenio" testimoniando con convicción y coherencia la verdad sobre la
familia”.
Del discurso del Santo Padre Juan
Pablo III durante el Encuentro con las familias en la Plaza de San Pedro el 25
de enero de 2003.
Para ir al texto original pinchar
en el enlace: DISCURSO AL IV EMF
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