Lombardi:
'Perdonar el aborto no significa minimizarlo'
Los sacerdotes que absuelvan del pecado del
aborto deberán hacer una reflexión que ayude a comprender el crimen cometido
FUENTE ZENIT.
Ciudad del Vaticano, 01 de septiembre de 2015
La prerrogativa que ha concedido el papa
Francisco, durante el Año Jubilar de la Misericordia, para que los sacerdotes
puedan perdonar el pecado del aborto no significa minimizar este crimen, sino
hacer entender a quien lo ha cometido la gravedad del mismo.
Lo indicó este martes el padre Federico
Lombardi, en unas declaraciones realizadas en la Sala de Prensa del Vaticano,
precisando que en el texto el Pontífice es claro, pues le indica a los
sacerdotes que “se deben preparar para esta gran tarea” sabiendo conjugar
“palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado
cometido”.
Además los sacerdotes, prosiguió el portavoz,
deberán “indicar un itinerario de conversión verdadera para llegar a acoger el
auténtico y generoso perdón del Padre que todo lo renueva con su presencia”.
Y precisó que normalmente el perdón del
pecado para quienes cometieron o participaron de alguna manera en un aborto,
puede ser dispensado solamente por el obispo local o por el sacerdote por él
indicado.
Con motivo de este evento, el Papa “decidió
conceder a todos los sacerdotes para el Año Jubilar, no obstante cualquier
cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo
han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón”.
Lombardi ha señalado además, que el Santo
Padre indica en la carta enviada a Mons. Fisichella, presidente del Consejo
Pontificio para la Nueva Evangelización, que “uno de los graves problemas de
nuestro tiempo es, ciertamente, la modificación de la relación con la vida. Una
mentalidad muy generalizada que ya ha provocado una pérdida de la debida
sensibilidad personal y social hacia la acogida de una nueva vida. Algunos
viven el drama del aborto con una consciencia superficial, casi sin darse
cuenta del gravísimo mal que comporta un acto de ese tipo”.
Por ello insistió el director de la Oficina
de Prensa de la Santa Sede, el perdón tiene que abrir las puertas a la
conversión de las personas que han cometido este pecado.
“El perdón de Dios --escribe el Pontífice en
la carta-- no se puede negar a todo el que se haya arrepentido, sobre todo
cuando con corazón sincero se acerca al Sacramento de la Confesión para obtener
la reconciliación con el Padre”.
Precisó el portavoz del Vaticano, que esta
facultad extendida a los sacerdotes será válida durante el Jubileo de la
Misericordia.
El texto escrito por el Papa reconoce las
dificultades que viven quienes lo han practicado: “Muchos otros, en cambio,
incluso viviendo ese momento como una derrota, consideran no tener otro camino
por dónde ir. Pienso, de forma especial, en todas las mujeres que han recurrido
al aborto. Conozco bien los condicionamientos que las condujeron a esa
decisión”.
En su carta el Pontífice además demuestra que
conoce a fondo el tema: “Sé que es un drama existencial y moral. He encontrado
a muchas mujeres que llevaban en su corazón una cicatriz por esa elección
sufrida y dolorosa. Lo sucedido es profundamente injusto; sin embargo, sólo el
hecho de comprenderlo en su verdad puede consentir no perder la esperanza”.
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