El Cardenal
Marc Ouellet, Prefecto para la Congregación de los Obispos y Presidente de la
Pontificia Comisión para América Latina, mostró su satisfacción a ACI Prensa
por el resultado final del Sínodo de la Familia. En su opinión, una sociedad
que respeta la familia es una buena noticia universal.
El
responsable del departamento encargado de la selección de los nuevos obispos en
todo el mundo antes de la aprobación papal, manifestó que “toda familia en la que se cultiva la unidad, los lazos con las otras
familias y que también se preocupa por una sociedad que respeta la familia es
una buena noticia universal, y para cada sociedad”. “Eso para mí es un mensaje
muy positivo y muy necesario en nuestros días”.
El Purpurado
explicó que “estoy muy contento del final del Sínodo, de su resultado, y de
todo el camino realizado”. Por eso “estoy agradecido al Señor”.
El Cardenal
se refirió así al texto final aprobado por los padres sinodales en la tarde del
sábado 24 de octubre, después de ser sometido a votación punto por punto y de
ser entregado al Papa Francisco, quien podría tomarlo como base para una
exhortación apostólica u otro tipo de documento en los próximos meses.
“He hablado
con algunos padres sinodales y creo que es un sentimiento compartido por todos.
He sentido que existe satisfacción por el resultado obtenido”, aseguró el
Cardenal.
El Purpurado
explicó que “todos los puntos del documento han sido confirmados por los dos
tercios (que se requerían para ser aprobados), lo que es algo extraordinario”.
Sobre el
Sínodo señala que ahora existe “una comunión profunda”, lo que se traduce en “un signo positivo”. “Quiere decir que
se hizo un trabajo en el Espíritu Santo con docilidad y parresía de cada uno
para decir lo que pensaba”.
Respecto al
discurso que el Santo Padre realizó en la asamblea sinodal luego de aprobarse
el documento final, el Cardenal Ouellet explica que “el Santo Padre es siempre
muy incisivo y nos da las pautas
necesarias, incluso ha indicado algún tema que quizás vuelva a la discusión
más adelante”.
El Papa
“habló por ejemplo de la inculturación” y “de cara al futuro creo que debemos
pensar cómo armonizar lo que los obispos van a tomar como iniciativa en este
campo y en otros y la comunión universal del episcopado”, dijo al reafirmar que
la Iglesia es católica y por tanto universal.
En
definitiva, “hay que llevar adelante una reflexión sobre esto para asegurar que
permanecemos en la misma Iglesia”.
Para el
Cardenal, el Sínodo ha sido un “acontecimiento del Espíritu Santo y de
creatividad pastoral de los obispos, un testimonio de la belleza del matrimonio
y la familia. Un testimonio de que esta institución no solo está en el corazón
de la Iglesia, sino que está en el centro de su misión y es sujeto
evangelizador”.
“Esta idea
hay que desarrollarla mucho y es una buena noticia para la familia”, añadió.
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