lunes, 23 de febrero de 2009

LA IGLESIA ANTE LA INMIGRACIÓN. MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO. GRANADA.

MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO. MESA REDONDA.
Organizada por el Movimiento Familiar Cristiano, el viernes 20 de febrero a las ocho de la tarde, en el Salón de Actos del Colegio Regina Mundi tuvo lugar la interesante Mesa Redonda sobre: " LA IGLESIA ANTE LA INMIGRACIÓN: CARA Y CRUZ " con la intervención: Alfonso Marín (Delegado Diocesano de Cáritas), Manuel Velásquez (Delegado Diocesano de Migraciones) y Agustín María NDour (Agente de Pastoral de Migraciones) moderando la mesa José Torices Agudo del MFC

El tema de por si ya interesante y de mucha actualidad impactó fuertemente en los asistentes. Después de la presentación de la mesa por el moderador, comenzó hablando Manolo Velásquez haciendo una exhaustiva presentación del problema actual de la inmigración en España, aportó cifras realmente escalofriantes, como que actualmente son más de 200 millones de personas los que anualmente tienen que buscar la manera de subsistir fuera de sus lugares de residencia, Tenemos que superar todo particularismo que nos impida sentirnos todos hermanos, ver en cada inmigrante a Jesús de Nazaret, que ya fue emigrante del cielo por los caminos de mundo. Es necesario ver en todos estos signos que Dios nos habla y nos recuerda que somos todos emigrantes, que nuestro destino es el Reino de Dios.

Alfonso Marín nos habló de Cáritas en relación con los inmigrantes, las acciones que se realizan que van desde la orientación jurídica, a cursos de español que les facilite su integración. Impresionaba la labor que desde Caritas se realiza por los inmigrantes, y no solo ahora por la crisis, un trabajo silencioso y callado de este servicio de la Iglesia, una caridad organizada.

El turno de la mesa lo cerró Agustín María, un joven senegalés que lleva en España 8 años y que colabora con la Delegación de Migraciones como agente de Pastoral. Un testimonio, que partiendo de su propia experiencia, sirvió para quitar tantos adornos que muchas veces nos adormecen ante la dura realidad de la inmigración. Una visión del continente africano que invitaba a la esperanza de quien cree en el hombre, pero sobre todo cree en Dios, y que si actuamos como hermanos podemos incidir en un problema de tan difícil solución por los muchos intereses creados. Ver el problema de la inmigración en primera persona, el drama de tantos hermanos y hermanas ante el cual no podemos mirar hacia otro lado, pensando que es un problema de las Administraciones

El turno de preguntas fue muy vivo, e hizo que ninguno de los presentes quedáramos como espectadores ante una situación tan dolorosa y lacerante. Concluyó el moderador, José Torices animando a recoger todas las ideas que se había expuesto, pero sobre todo ser constantes en la oración.

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