XI SEMANA DIOCESANA DE LA FAMILIA. RESEÑA DOMINGO 21 DE ABRIL.

UNO DE LOS SECRETOS DE LA FAMILIA CRISTIANA:
CELEBRAR QUE CRISTO VIVE:

ES CONFIANZA Y CERTEZA PARA LA FAMILIA,

CONFIANZA Y CERTEZA QUE NACE DE LA FIDELIDAD DE DIOS HACIA CADA UNO DE NOSOTROS.

Hoy, domingo del Buen Pastor, hemos celebrado en la Eucaristía de las 12:30 en la Catedral presidida por D. Javier, nuestro querido arzobispo la apertura de la XI Semana Diocesana de la Familia. Hoy celebra también la Iglesia la 50 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, y en la Eucaristía D. Javier a conferido los ministerios de Lectores y Acólitos a cinco jóvenes de nuestros Seminarios.

Durante la homilía de la misa, D. Javier ha animado a los cinco jóvenes  con palabras de aliento y esperanza, a la vez que los ha exhortado a vivir su servicio a la Palabra y al Altar, como un paso más en su compromiso de servicio a la Iglesia en su formación hacia el presbiteriado. Las familias de eso sabemos, pues necesitamos a buenos y santos sacerdotes que nos acerquen y hagan presente a Cristo como maestro, sacerdote y pastor a nuestras casas, a nuestras reuniones, a nuestra vida de familia. Hoy día, de Oración por las Vocaciones,las familias tenemos que orar por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, y tenemos que ayudar a nuestros hijos a encontrar por donde los llama Dios.

Hoy comienza nuestra XI Semana Diocesana de la Familia que con el lema de “Dios y la familia” quiere animar a todas las familias, a todas las personas a ir Jesús, a encontrarnos con JESÚS. Para una familias es garantía de alegría, garantía de paz, una alegría y paz que muchas veces las buscamos en las personas e incluso en las cosas, pero que solo la puede dar Jesús. Estamos en el año de la fe, y es la fe en Jesús la que hace fuerte a la familia, fe que se alimenta con la vida que compartimos con los demás, que damos a los demás.

Comenzamos nuestra Semana de la Familia, van a ser muchas oportunidades de vernos, de encontrarnos, de construir nuevas relaciones, con palabras del Papa Francisco no podemos desaprovechar “los pequeños encuentros diarios con Jesús” que tendremos durante estos días.