EL ICONO DE LA VIRGEN DE CZESTOCHOWA EN PEREGRINACIÓN POR LA FAMILIA Y LA VIDA.

Una réplica del icono de la Virgen de Czestochowa, venerada en Polonia en el Santuario de Jasna Gora, se encuentra recorriendo gran parte de la geografía española, visita que forman parte de una peregrinación ecuménica católico-ortodoxa en defensa de la familia y de la vida. Esta imagen de la Virgen era muy querida y venerada por el beato Juan Pablo II y está recorriendo veinticuatro países del mundo -¡más de 30.000 kilómetros!- en peregrinación en defensa de la vida humana.

La peregrinación por el mundo del icono de Czestochowa, titulada “De Océano a Océano”, comenzó hace un año y ha recorrido ya más de una veintena de países y varias ciudades españolas. Se trata de una iniciativa conjunta de los movimientos provida de muchos países y la organización internacional Human Life Internacional. En este sentido, recoge el deseo urgente del beato Juan Pablo II para movilizar conciencias con el fin de defender la vida. El punto de partida fue la ciudad de Vladivostok (Rusia), y tras recorrer un total de 23 países europeos partirá desde Fátima a Canadá, Estados Unidos y la Patagonia en un recorrido de norte a sur.

Peregrinación ecuménica

El icono de la Virgen de Czestochowa es venerado en el santuario de Jasna Gora, principal centro de peregrinación de Polonia desde el siglo XIV, y precisamente por la veneración que le tienen tanto católicos como ortodoxos, esta iniciativa se ha convertido también en una peregrinación ecuménica católico-ortodoxa en defensa de la familia y la vida, al tiempo que representa la unión querida por Dios para todos los cristianos en su única Iglesia.

Virgen de Czestochowa

La Virgen de Czestochowa es una pintura de la Virgen María con el Niño, ha sufrido varios atentados a lo largo de la historia, que han dejado visibles heridas en el rostro y cuello de la imagen. De hecho, el icono original fue destrozado y sobre sus restos se colocó el que se venera actualmente en Jasna Gora. El origen de la pintura se atribuye a San Lucas, quien la hizo sobre la cubierta de una mesa fabricada por San José, para dejar esta preciosa reliquia a la humanidad.