miércoles, 14 de abril de 2010

EL DESAFIO DE SER PADRES.

“No corten las alas a sus hijos. Déjenlos que vuelen alto”
Conferencia del Padre Ricardo Facci en la VIII Semana de la Familia.

Nos cuentan Javier y Mª Ángeles de la tarde de ayer en el Centro Nuevo Inicio en la que el Padre Ricardo Facci de una manera bella y entusiasta fue desarrollando el precioso y complicado tema del que el Padre Ricardo Facci supo aclararnos algunas incógnitas. A lo largo de la charla tomamos nota de algunas claves que a los padres de hoy nos pueden ayudar a ser mejores en este gran reto que se nos plantea.

El Padre Ricardo nos decía que dos personas sin amarse pueden engendrar, pero que solamente serían capaces de transmitir y educar desde el amor si se aman. Es éste amor el que da derecho para imponer autoridad. Estamos llamados a ser autores de la vida de nuestros hijos y para modelarlos él nos dio algunas claves como:
  • Educar en la verdad: Hay que ponerlos en contactos con la realidad personal y ser objetivos con la verdad. Sólo así le ayudaremos a ser auténticos.
  • Educar en la libertad: La educación debe conducir a amar la libertad pues de ésta depende la felicidad de los hijos.
  • Educar en la virtud.
  • Educar en el tiempo libre: Compartir nuestro tiempo personal con ellos, que no es lo mismo que hacer cosas por ellos. Fomentaremos el diálogo, el jugar, aclarar dudas, los escucharemos, y todo esto nos conducirá a que nos abran lo más íntimo de ellos.
  • Educar en la Fe: Educar en los hábitos religiosos no es educar en la Fe. Educar en la Fe es profundizar y formar en el descubrimiento de lo que Dios quiere de cada uno de nosotros. La Fe es ver como con los ojos de Dios. Esto hay que cultivarlo y formarlo. Tienen que ver a papá y a mamá buscando el plan de Dios.
Hay dos aspectos en la Sagrada Familia que nos pueden ayudar:
  • La búsqueda de la voluntad de Dios.
  • Vivieron con Cristo en medio, orientando las decisiones que ellos tomaban.
La tarea de ser padres en difícil e irremplazable. Los hijos necesitan padres que les ayuden a formarse en el camino de la felicidad hasta tener la capacidad de hacer uso de su propia libertad. Tenemos que ser guardianes y cuidadosos con la libertad de nuestros hijos. Aún cuando no tenemos influencia sobre ellos, tenemos que hacer lo imposible para conseguir que hagan un buen uso de la libertad, pues de nada sirve abandonar esta lucha.

La sociedad tiene proyectos muy claros de cómo manipular a nuestros hijos. Y nosotros como padres, ¿qué proyecto de vida tenemos para ellos?. Lo mejor para un hijo es tener excelentes padres (son los que dan todo por ellos) que los engendraron para la eternidad.

El Padre Ricardo nos muestra tres aspectos importantes para ser padres excelentes:
  • Que el hijo experimente y sepa que la vida vale mucho.
  • Ideales altos.
  • Transmitir a Dios desde un Cristo vivo, que decide en la vida del hijo y en cada momento y circunstancia preguntarnos qué haría Cristo en mi lugar.
Un hijo vale más que el resto de la creación y por esto tenemos una gran responsabilidad. No embarguemos, siendo blandos, la vida de nuestros hijos.

La conferencia concluyó con la frase: “No corten las alas a sus hijos. Déjenlos que vuelen alto”.

A pesar de nuestros miedos tenemos que tener claro que nuestros hijos, sobre todo, son hijos de Dios y que nosotros sólo somos intermediarios de su obra. Que Dios nos acompañe siempre en este su proyecto y nos dé la capacidad para este gran desafío de ser padres.

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