miércoles, 14 de abril de 2010

D. EMILIO CALATAYUD Y LA FAMILIA.

LA BASE DE LA SOCIEDAD ESTA EN LA FAMILIA,
QUE NO PUEDE VIVIR DE ESPALDAS AL PROBLEMA DEL MENOR.

EJERCER LA PATERNIDAD:
HEMOS PASADO DE SER PADRES A SER AMIGOS DE NUESTROS HIJOS, ES COMO DEJARLOS HUERFANOS.

Pasaban unos minutos de las ocho de la tarde cuando D. Emilio tomó la palabra en el Casa de la Cultura de Huétor Tájar, ante un auditorio que lo esperaba con expectación: muchos padres y madres, abuelos, jóvenes, docentes... todos deseosos de escuchar al Juez de Menores de Granada, famoso por sus sentencias ejemplares, que en más de en una ocasión fue interrumpido por los aplausos de los asistentes.

Tras la presentación del conferenciante por miembros de la Delegación Diocesana de Pastoral Familiar, D. Emilio comenzó su diálogo con los asistentes con una cercanía y claridad que rápidamente hizo que todos sintiéramos, que no nos era ajeno todo lo que estaba contando y que no podíamos permanecer ajenos pensando que todo está bien.

La conferencia vamos a intentar colgarla en el blog, por lo que tendremos ocasión de verla completa. Como ideas, nos quedaba la reflexión que tenemos que hacer los padres y tomar conciencia, de que en un primer lugar somos los grandes responsables de la educación de nuestros hijos y que el excesivo consentimiento que un muchas ocasiones se produce en nuestras casas, lleva a que se pueda dar el clima para tener en casa a un pequeño tirano que si no se encauza, puede terminar siendo un pequeño delincuente.

Recordó el famoso decálogo para crear un delincuente, que se puede consultar en este mismo blog. A los padres nos aconsejaba el juez de menores de Granada que tenemos que ser padres y no considerarnos con orgullo amigos de nuestros hijos. "Yo siempre digo que yo soy el padre de mis hijos, no el amigo de mis hijos, porque si me convierto en amigo de mis hijos los estoy dejando huérfanos. Soy su padre, con todo el cariño y respeto, pero no su amigo".

Llamativa también su visión sobre las “nuevas drogas” en que se pueden convertir el teléfono móvil o el ordenador por su mal uso. Todas estas situaciones no entienden de clases sociales ni culturales, y nadie está exento de verse afectado por ellas.

Refiriéndose a la escuela, afirmó la influencia en este sentido del “fracaso escolar” y como si se consiguiera disminuir su alto índice, se rebajarían los actos de violencia juvenil que están aumentado de una forma alarmante y muy preocupante.

Insistía en la necesidad que tienen los docentes de recuperar la autoridad, y dejar aparte “el complejo de joven democracia” pues parece que da miedo hablar de autoridad, pensando que puede ser anhelar tiempos pasados. Complejo que no solo afecta al ambiente educativo, sino también en el social, y familiar. Apostó por "recuperar la autoridad de los padres frente a los hijos, de los profesores frente a los alumnos, e incluso la autoridad de los que nos gobiernan".

Es necesario recuperar el sentido común, perder complejos, y trabajar por la familia; pues el problema, como no se tomen medidas puede ser muy grave y supondría reconocer que hemos fracasado en la política familiar, escolar y social; un niño siempre será un niño y si le mandamos el mensaje de que todo vale, al final pagaremos las consecuencias de todo esto. De ahí su insistencia de la necesidad de llegar a un gran pacto por el menor, y no dejarse llevar por situaciones contradictorias y por la hipocresía de los comportamientos adultos.

El diálogo posterior a su conferencia resultó muy interesante y siguió fuera en la calle, donde costaba trabajo despedirse.

Gracias D. Emilio por sus palabras, por su claridad, las familias necesitamos que se nos hable claro, necesitamos crear espacios de diálogo, de formación, es necesario tomar conciencia de que es un problema de todos y que nos puede afectar en cualquier momento.

Agradecemos también la presencia del Sr. Alcalde de Huétor Tájar D. Fernando Delgado y de D. Miguel Ángel Sanjuán, concejal de Cultura; contamos también con la presencia de D. Blas Gordo, Vicario General de Pastoral y del Párroco de Huetor D. José Ignacio.

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