El obispo francés Vingt-Trois: 'Muchos matrimonios
usan anticonceptivos y a pesar de ello se acercan a comulgar'.
La séptima congregación del
Sínodo extraordinario sobre la familia, se abrió este jueves 9 de octubre en el
Vaticano, con el canto de la hora tercera. Es el cuarto día de esta cumbre de
obispos convocada por el papa Francisco, que hasta el 19 de octubre profundizará
la situación de la familia hoy. Le seguirán consultaciones a las conferencias
episcopales, y en el 2015 otro sínodo para sugerir las propuestas pastorales
que le servirán al Papa, en las decisiones que considere necesario tomar.
El obispo de Xai-Xai, en
Mozambique, Lúcio Andrice Muandula, después de la oración invitó a dejarse
“guiar por la sabiduría bíblica, en un mundo cada vez más globalizado, con el
cual estamos llamados a instaurar un diálogo de fe”. Y reconoció que hoy existe
el peligro “de perder la propia confianza en Dios, para adoptar un estilo de
vida completamente pagano”. Por ello pidió al Buen Dios, “que ilumine con su
Espíritu de sabiduría los trabajos de esta jornada”.
Los temas de esta jornada han
sido: “Los desafíos pastorales sobre la apertura de la vida”, siguiendo así el
orden indicado por la Instrumentum Laboris.
El presidente delegado de turno,
el cardenal André Vingt-Trois, arzobispo de París, indicó que debido a la
mentalidad hoy dominante, existe dificulta en aceptar la concepción
antropológica cristiana favorable a los métodos naturales de control de la
natalidad. Y propuso hacer conocer con un nuevo lenguaje y en colaboración con
el mundo universitario, la coherencia de la visión antropológica propuesta por
la Iglesia. Porque, dijo, existen consecuencias en la práctica sacramental, y
hay parejas que consideran que los métodos anticonceptivos no son pecado, y
reciben la comunión sin hacerse problemas.
Concluyó invitando a “incentivar
la mentalidad abierta a la vida, para contraponerla a la mentalidad
contraceptiva y a la difusión de un modelo antropológico individualista que
producen en diversas regiones del mundo una baja natalidad, y cuyas
consecuencias sociales y humanas no son tomadas en consideración”.
Y añadió que en este contexto “es
necesario reconocer la utilidad de las planificaciones familiares relacionadas
con las diócesis y asociaciones familiares”, porque “se vuelven testimonios de
la belleza y valor de la apertura hacia la vida”.
A continuación el presidente delegado
de turno, el cardenalAndré Vingt-Trois, arzobispo de París, introdujo el
testimonio de los cónyuges Arturo y Hermelinda, responsables del Équipe
Notre-Dame, para Brasil, y presentes en el sínodo en calidad de
auditores.
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