jueves, 16 de octubre de 2014

SÍNODO, DÍA 7: LOS CÍRCULOS MENORES TRABAJAN EN UN CLIMA DE COMUNIÓN.

Prosiguen los trabajos de los padres sinodales reunidos por grupos lingüísticos para estudiar el documento presentado este lunes, la Relatio post disceptationem.
Por Rocío Lancho García
El Sínodo de los Obispos procede con su trabajo estudiando el documento presentado este lunes,  Relatio post disceptationem, en pequeños grupos lingüísticos llamados círculos menores. Dos moderadores y un relator de estos grupos -el cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona, junto con monseñor Joseph Edward Kurtz, presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos y monseñor Salvatore Fisichella-, han acudido esta mañana a la sala de prensa del Vaticano para explicar a los periodistas cómo se está trabajando en estos días.
Hay un clima de comunión, de fraternidad y de pastoralidad, ha afirmado el cardenal Sistach. Así, ha constatado que los problemas que le parecían del occidente europeo son problemas de casi todos los continentes. Como moderador, ha afirmado que la providencia le ha dado un grupo en el que están muy de acuerdo. Y todos lo que han votado, han sido por unanimidad. Esto -ha precisado- refleja la comunión y la fraternidad, el deseo de buscar entre todos lo que conviene más a la Iglesia para el bien de las personas, los matrimonios y las familias.
Asimismo, explica que han trabajado sobre todos los puntos de la Relatio para hacer enmiendas, mejorar contenidos y presentar otros nuevos que no figuraban en el texto.
Por su parte, monseñor Kurtz resalta que el periodo de conversación y diálogo es muy importante. "Hemos hablado mucho del hecho de que se dan muchas experiencias distintas pero presentan un punto en común, que nos permite proponer algo unánime a la hora de presentar una propuesta", ha precisado. Además, ha reconocido que "debemos agradecer y elogiar los esfuerzos realizados por familias de todo el mundo". En otro momento de la rueda de prensa ha explicado que "no hubo una gran diferencia entre el testimonio de los esposos y la reflexión de los padres sinodales en los círculos menores". Así como ha manifestado su deseo de "ser capaces de ser testigos de la fe no permaneciendo sólo en grupos pequeños", ha observado que "debemos realizar un mejor trabajo para hacer entender el amor gratuito y fiel".
Por su parte, monseñor Fisichella, ha explicado que la labor del relator es recoger todas las expresiones que dan los padres sinodales y convertirlas en 'modos' para el texto original. Es obvio -ha indicado- que el trabajo requiere atención, esfuerzo y fidelidad al debate del círculo menor.
Respecto al trabajo de los círculos menores, el prelado ha afirmado que son los días más fecundos del Sínodo porque no existe límite de tiempo para hablar, no son tan sólo cuatro minutos por intervención como ha sucedido en las Congregaciones generales de la semana pasada.
Además ha explicado que cada círculo menor tiene una presencia muy diferencida y esto ayuda a aportar una visión global sobre las problemáticas afrontadas por el Sínodo de la familia. La problemática, aún siendo la misma, "se discute y percibe con sensibilidad distinta", ha observado.  

Sobre las enmiendas realizadas a la Relatio, también ha precisado que pueden ser incluso hacia una palabra concreta. Por ejemplo, si un punto del documento dice "numerosos padres sinodales", se podría  precisar que ese "numerosos" fue más bien "algunos".

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